'¿Cómo se llama?': Luis Malagón y su soberbia contra el jugador que le metió un penal a lo Panenka

Luis Malagón en la final entre América y Tigres del 17 de diciembre pasado. (Mauricio Salas/Jam Media/Getty Images)
Luis Malagón en la final entre América y Tigres del 17 de diciembre pasado. (Mauricio Salas/Jam Media/Getty Images)

Luis Ángel Malagón se ha convertido en el dueño del arco americanista. Nadie lo veía venir cuando arribó el año pasado para ser suplente de Óscar Jiménez, pero los constantes errores de éste, que había sucedido a Guillermo Ochoa, le abrieron paso a Malagón. Era todo un reto para el exportero de Necaxa: demostrar que podía soportar la presión del América, un equipo proclive a las exageraciones en lo bueno y en lo malo. Y, efectivamente, cumplió con la encomienda. Así lo ha hecho hasta el momento. El título del Apertura 2023 ratificó que Malagón era un portero de fiar.

Sin embargo, la semana pasada Las Águilas tuvieron un duro tropezón en la Concachampions. Cayeron 1-2 en su visita al Real Estelí de Nicaragua, primera ronda del torneo regional. Fue la primera derrota del América en el 2024. Y uno de los goles le puso especial sazón e la victoria. Fue el que marcó Byron Bonilla apenas a los siete minutos. Lo hizo de penal y al estilo Panenka, picándole el esférico a un Malagón que se venció con anticipación. El gesto técnico no dejó nada contento al portero americanista.

Así lo hizo ver en conferencia de prensa al recordar lo sucedido la semana pasada durante ese cobro. "Este tipo ¿Byron? ¿Cómo se llama? No recuerdo, no veo el futbol de allá, hermano. Tenía disparos a las tres zonas... sí fue incómodo (que lo picara). Pero al mismo Buffon le picaron un penal en una final del Mundo. Sí pega, es futbol. Pero siempre hay revancha. Uno va a trabajar con mucha humildad para salir adelante de esto".

El mismo Malagón aceptó que le caló la forma en la que le cobraron el penal. Lo paradójico es que diga que, con humildad, va a superar la situación y sus palabras reflejen todo lo contrario. Es un hecho que el América es favorito para dar la vuelta al marcador, este noche en el Estadio Azteca, pero eso no justifica una actitud tan agrandada por parte de Malagón.

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Es cierto que el futbol de Nicaragua no es seguido en México. Pero eso no sirve de inocente justificación para negar que las palabras de Malagón, especialmente al hacer la pregunta retórica de '¿quién es?', están cargadas de una superioridad asumida. Le dolió que le cobraran el penal así, como si no fuera parte del futbol ver ese tipo de jugadas. Byron Bonilla simplemente eligió una opción y le salió bien —que si hubiera sido al revés habría tenido que soportar todas las críticas por cobrar así y errar—.

Ni los mejores porteros del mundo reaccionan de esa forma cuando les pican un penal. Y eso que, como se decía antes, lo más normal, tomando en cuenta los antecedentes y el peso del Azteca, sería que hoy el América ganara y de manera contundente. No hay motivos para enojarse de más si todavía tienes una oportunidad de revancha, de hablar en el campo, y cobrarte el panenkazo que te aplicaron hace una semana. Pero Malagón eligió el camino complicado, el camino del ego.

Ahora tendrá que validarlo si no quiere quedar en ridículo. Y entender que no puede asumir siempre esta postura. Si el día de mañana un jugador de talla mundial le hace lo mismo, ¿también lo va a ningunear? Habría que prohibir que los jugadores hagan lujos entonces. Prohibir los sombreros, los túneles, las bicicletas, los taconazos, para que nadie se enoje. Luis Ángel Malagón ha demostrado sus cualidades en el casi año que lleva como titular, pero estas actitudes no le suman en nada, más allá de cuál sea el desenlace de esta serie.

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