Dengue: advierten que en la ciudad ya hay un pico de contagios

Se estima que el pico de dengue continuará hasta al menos dos semanas más

"Nunca pensé que iba a tener dengue", reflexionó Carmen Monterde desde su hogar en el barrio porteño de Coghlan. Se siente recuperada, aunque aún no la pudo ver un médico porque por su edad integra el grupo de riesgo por el nuevo coronavirus. La mujer, de 79 años, no salía de su asombro. Al menos cuatro vecinos más del pasaje de la calle Sócrates, en donde vive, también fueron infectados en los últimos días por el mosquito Aedes aegypti, vector de la enfermedad. Con el aislamiento obligatorio, no hay dudas de que el contagio ocurrió en la zona.

Desde el primer día de enero hasta el 28 pasado se notificaron 4302 casos de dengue en la ciudad y se confirmaron 2134. De los resultados positivos, 1868 (88%) no viajaron a una zona con circulación viral y 266 (12%) sí lo hicieron, de acuerdo al reporte del último informe epidemiológico porteño.

Julián Antman, director de Epidemiología de la ciudad, explicó a LA NACIÓN que "estamos atravesando el pico de contagios", brote que se extenderá unas dos o tres semanas más, de acuerdo a las estimaciones. "Hay que estar atentos a los síntomas: fiebre y dolor corporal y/o detrás de los ojos. A diferencia del coronavirus, el dengue no provoca problemas respiratorios o molestias en la garganta", aclaró el especialista. Desde la provincia de Buenos Aires también coinciden que en este mes se registrarán los picos máximos de contagio.

Las previsiones en el distrito porteño tienen en cuenta los antecedentes de 2016, aunque los contextos sociales son distintos debido a la actual pandemia del coronavirus. De hecho, la autoridad sanitaria verificó un descenso en las notificaciones de dengue, "probablemente atribuido a la situación del Covid-19", que puede deberse, por ejemplo, a que la gente no se acerca a los centros de salud a consultar debido al aislamiento.

Si bien los casos de dengue se distribuyen en toda la ciudad, son 11 los barrios que notificaron el 80% de los confirmados. Las comunas más afectadas corresponden a la 7 (Flores y Parque Chacabuco) y la 8 (integrada por Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano). Los barrios sureños de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya también registran muchas personas infectadas.

Afectados

La comuna 12, donde vive Monterde, contabiliza al momento más de 100 afectados y casi todos los casos son autóctonos. "Acá hay muchos árboles, mucho verde. Aún no vi que vinieran a fumigar", dijo la vecina. Recordó cómo fueron los primeros días cuando enfermó, unas dos semanas atrás: "Me enloquecía la picazón que tenía en las palmas de mis manos, que después subió a mis brazos, y me sentía muy cansada".

Los barrios que presentan el 80% de los casos confirmados son: Flores (22%), Barracas (16%), Villa Lugano (15%), Retiro (4%), Liniers (4%), Vélez Sarsfield (4%), Villa Soldati (4%), Villa Urquiza (3%), Floresta (3%), Villa Del Parque (2%), Parque Avellaneda (2%).

Augusto Martínez y su esposa, Gabriela Greco, viven en otro pasaje de la comuna 12, Honorio Leguizamón entre Quesada y avenida Congreso, en el barrio de Villa Urquiza. Hace unos 20 días, la mujer, de 56 años, fue diagnosticada con dengue. Y luego, un joven de una casa lindera. Y después, otro vecino de enfrente. En poco tiempo y en menos de 100 metros, al menos cuatro personas fueron picadas por el mosquito Aedes aegypti, según pudo contabilizar Martínez.

Mientras hablaba con LA NACIÓN, Martínez no podía ocultar su malestar. Contó que en los alrededores de su vivienda hay varios inmuebles abandonados que acopian en sus patios todo tipo de elementos que acumulan agua. "En una de las casas vimos un tacho con agua verde, estancada. Estaba lleno de gusanitos y había una nube de mosquitos encima", recordó. Martínez y otros vecinos realizaron los reclamos correspondientes al 147 para que una cuadrilla se acerque a desinfectar la zona, a pocas cuadras de centro de Villa Urquiza. Al parecer, algunos propietarios de las viviendas descuidadas se desentendieron de la situación.

Greco ya se recuperó, pero el miedo de la mujer permanece latente. Otra picadura de ese mosquito vector del dengue podría provocarle daños peores. "En nuestra casa abundan las tabletas y los espirales, pero necesitamos que vengan a desinfectar el barrio", solicitó Martínez.

En la provincia de Buenos Aires

En lo que va de 2020, se confirmaron 720 casos de dengue en la provincia de Buenos Aires y se analizan otros 975 como posibles infectados. Del total de confirmados, 69 requirieron internación.

De acuerdo al último boletín epidemiológico bonaerense, se notificaron casos positivos autóctonos en 29 municipios definidos como áreas en brote. Por otra parte, se registran casos de dengue importados durante todo el año, con un aumento significativo de casos confirmados que arribaron principalmente de Paraguay.

"Los próximos 30 días hay que estar en alerta por la persistencia del calor y el aumento de lluvias, que favorece la reproducción del mosquito. Pero con la llegada de temperaturas más bajas desde mayo la intensidad de los contagios va a caer", afirmaron a LA NACIÓN desde el ministerio de Salud bonaerense.

Campaña nacional

Bajo el lema "Que el aislamiento social nos sirva también para protegernos del dengue", un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Técnicas (Conicet) y distintas universidades nacionales del país lanzaron una campaña de concientización. Se insta a los ciudadanos a aprovechar la cuarentena para limpiar sus hogares y así evitar la formación de criaderos del mosquito Aedes aegypti.

Se aconseja: vaciar las regaderas luego de usarlas y guardarlas bajo techo para evitar que se llenen con agua de lluvia; eliminar el contenido de las botellas que están afuera y almacenarlas boca abajo; quitar el agua de los platos que suelen alojarse debajo de las macetas una vez que el líquido escurrió; deshacerse de la basura de los patios porque cualquier recipiente puede ser utilizado de criadero por las hembras del mosquito, y limpiar bien todos los ambientes ya que los huevos del insecto quedan adheridos a las paredes. Apuntaron que, quienes planten gajos para que echen raíces, reemplacen el uso de agua por el de arena húmeda.