Nos ha dejado Baruj Salinas, notable exponente de la abstracción lírica

Nos ha dejado Baruj Salinas (La Habana, 1935-Coral Gables, 2024) uno de los grandes artistas cubanos de la abstracción más lírica de la segunda mitad del siglo XX.

Salinas salió de Cuba en 1953, cuando tenía 18 años para estudiar arquitectura en la Kent State University, Ohio, donde se graduó en 1958, pero desde niño había llenado de dibujos varias libretas, y más adelante ya adolescente, inspirado por su madre que pintaba, comenzó a añadir pintura a sus imágenes: “Paisajes, escenas callejeras, mercadillos, edificios viejos etc.… eran algunas de las cosas que yo pintaba”, comentó en una entrevista a María Espinoza.

De origen judío-sefardí, había nacido en La Habana de 1935 en momentos convulsos, pues tras la caída de dictador Gerardo Machado dos años antes, Cuba quedó inmersa en una gran inestabilidad política sucediéndose varios gobiernos hasta las elecciones de 1940, en la que es elegido presidente de la república Fulgencio Batista y Saldívar, posición que ocupó hasta 1944. Batista regresaría al poder como dictador militar en 1952 hasta ser derrotado en 1959.

Salinas se exilia en Miami ese mismo año, donde vive hasta 1974. Desde aquí comienza a exponer intensamente -sobre todo, con galerías latinoamericanas y estadounidenses- y cofunda el Grupo de Artistas Latinoamericanos (GALA), junto a otros artistas abstractos como Rafael Soriano y José Mijares.

Baruj Salinas cofunda el Grupo de Artistas Latinoamericanos (GALA), junto a otros artistas abstractos como Rafael Soriano y José Mijares.
Baruj Salinas cofunda el Grupo de Artistas Latinoamericanos (GALA), junto a otros artistas abstractos como Rafael Soriano y José Mijares.

Su obra en pintura, escultura y grabado se sumerge en las fuentes de la abstracción, influenciada por las pinturas de Rothko, Pollock y De Kooning. Pero es una abstracción de un lirismo con halo de poesía trascendente, hay de lo etéreo y lo intangible, donde la espiritualidad como convergencia de la cultura y la naturaleza, viene a ser un valor humano sagrado. De esta etapa destacan exposiciones como las presentadas en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en México Distrito Federal, hoy Ciudad de México (1971), el Ft. Lauderdale Museum of Art (1969), el Centre Culturel Editart, en Ginebra, Suiza (1977), y la Galería Pecanins, en Barcelona, España (1975).

En 1969, recibe la beca Cintas y repite al año siguiente. Entonces decidió, en sus propias palabras, “realizar el sueño de mi vida, mudarme a España”. Fue a parar a Barcelona donde entró en contacto con artistas como, entre otros, Joan Miró, Antoni Tàpies y Alexander Calder. En 1992, año de las olimpiadas de Barcelona, regresa a Miami, donde comienza a ejercer la docencia en el Miami Dade College, InterAmerica Campus.

Obras en sala. Baruj Salinas: 1972-2022, Museo Americano de la Diáspora Cubana, Miami, 2022.
Obras en sala. Baruj Salinas: 1972-2022, Museo Americano de la Diáspora Cubana, Miami, 2022.

Mientras tanto intensifica sus colaboraciones con grandes poetas y ensayistas como la filósofa malagueña María Zambrano, a la que conoció en su exilio de Ginebra y para quien pintó varias portadas de sus libros. Pero también estrechó amistad y colaboró con grandes nombres de la poesía hispanoamericana como José Ángel Valente, Pere Gimferrer y José Lezama Lima.

Precisamente es Valente, en un artículo para la revista “Descubrir el Arte”, quien observa que la pintura de Salinas estaba hecha “de centros y de círculos, de esferas y de espacios giratorios, de explosiones y órbitas, de súbita energía o concentrada luz en donde repentinamente toma forma la fuerza que en lo alto se condensa”. Es una pintura cargada de formas donde combustiona un expresionismo contenido, cuyos colores transmiten afectos y calidez a pesar del pensamiento abstracto que las genera.

Arturo Mosquera (izq) junto a Baruj Salinas en la inauguración de la muestra “Baruj Salinas: 1972-2022” en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, Miami, 2022.
Arturo Mosquera (izq) junto a Baruj Salinas en la inauguración de la muestra “Baruj Salinas: 1972-2022” en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, Miami, 2022.

Por su parte, María Zambrano -en el mismo artículo- así lo describe “el anhelo que llega a ser amor en la pintura de Salinas, no encuentra más punto de partida que ese que sigue desde lo más hondo y al par originario de su ser humano, el desposeerse cuanto es posible, el retroceder a un tiempo anterior a su acción, que es mirada, sobre todo, a un congeniar con la realidad, a un ir apareciendo congénitamente con ella y no ante ella; no haber hecho la soledad en sí mismo, para ver mejor”.

De vuelta a Miami, retoma el contacto con otros artistas de la abstracción cubana como Rafel Soriano y Gay García, cuyo arte abstracto tiene también el halo poético del lirismo.

Artista incansable, nunca dejó de pintar ni siquiera en sus últimos días. De carácter jovial y voluntarioso, sigue trabajando en grandes exposiciones personales, entre las más destacadas, las retrospectivas “Baruj Salinas: 1972-2022” (Museo Americano de la Diáspora Cubana, Miami, 2022) y “Encuentro con la belleza” (Centro de Arte Contemporáneo, Vélez-Málaga, España, 2022).

Su obra ha sido expuesta y es conocida ampliamente en América Latina, Estados Unidos y Europa y está presente en importantes museos y fundaciones de arte contemporáneo como, entre otros, Art Institute of Chicago, Biblioteca Nacional (Madrid), Museo de Arte Contemporáneo Latino Americano (MACLA), Museo de Arte Moderno (México D. F.), Museo José Luis Cuevas (México D. F.), Fundación Joán Miró, (Barcelona) Museum of Israel (Jerusalem), Museum of the Americas (Washington).

Baruj Salinas deja un importante legado en pintura, escultura y dibujo. Una obra amplia y de profundo calado poético, fuente de inspiración para las generaciones futuras.

ArtburstMiami.com es una fuente mediática sin fines de lucro dedicada a las artes que presenta historias frescas y originales de escritores especializados en teatro, danza, artes visuales, cine, música y más.