La decisión más difícil de Gallardo: cómo reemplazar al mejor defensor del fútbol argentino

Lucas Martínez Quarta se creía un mariscal del área. Tan así era que Marcelo Gallardo, más de una vez, le frenó ese ímpetu libertario, con algún exceso de confianza que más de una vez acababa en un desliz. Era bueno, siempre lo fue, pero precisaba un baño de realidad, el valor del paso del tiempo. A los 24 años, esa dosis de suficiencia juvenil le dejó espacio a la maduración, la templanza. Construyó un edificio de solidez, soltura y liderazgo. Es el mejor defensor del fútbol argentino. En realidad: lo era. Su viaje a Fiorentina transformó la escena defensiva de River. La misión del Muñeco es atrapante, porque su ausencia se nota, traspasa el esquema defensivo global, de un partido, de un torneo. Sobre todo, de la magnética Copa Libertadores.

En el ciclo de Gallardo en la entidad de Núñez, hubo ingresos en tesorería por zagueros de la casa por 55 millones dólares. El último, el Chino, ya es parte de la escenografía de Fiorentina, que pagará unos 15 millones de dólares. En los últimos años, fueron vendidos zagueros del semillero con poco rodaje. Emanuel Mammana hoy juega en Sochi, de la Liga Premier de Rusia, Germán Pezzella es un referente de Fiorentina, Ramiro Funes Mori (el que más minutos dispuso), lesionado, sigue en Villarreal y Éder Álvarez Balanta -vital con Ramón Díaz y actor secundario con Gallardo- actúa en Brujas.

Fuente: Archivo - Crédito: Rodrigo Néspolo / LA NACION
Fuente: Archivo - Crédito: Rodrigo Néspolo / LA NACION

Funes Mori dejó un recuerdo imborrable en Núñez, Pezzella es un valor consolidado en Europa, pero ninguno tiene el potencial de Martínez Quarta, una explosión de aire fresco que hasta es parte del elenco titular del seleccionado que conduce Lionel Scaloni. "Quiero hacer una mención especial para Lucas Martínez Quarta. Demostró que tiene un gran futuro y puede ser un jugador importante para nosotros", contó, días atrás, el joven conductor del seleccionado.

El Muñeco, antes de la transferencia que le complicó el juego de atrás, decía: "Todavía no ha llegado una oferta que valore su calidad, espero que River entienda que no se puede someter a las urgencias y a los que puedan querer aprovecharse de equipos con una posibilidad así. Tenemos que hacer valer a nuestros futbolistas, estoy totalmente convencido y veremos cuáles son las necesidades del club. Martínez Quarta es uno de los mejores centrales del fútbol argentino, con nivel de selección, y considero que está para pegar el salto cuando alguien valore su calidad". Fiorentina no es un gigante de Europa, pero cuenta con suficientes billetes, demasiados euros para la despoblada tesorería millonaria, en un contexto de extrema necesidad. Allí voló.

"Nos enseña. Es el mejor técnico de la historia de River", le agradecía el aprendizaje el zaguero, que frenó sus impulsos, que utiliza su técnica en beneficio del equipo, es rápido, se entretiene en las alturas, ofrece garantías. Javier Pinola le aportaba -y lo sigue haciendo- la necesaria dosis de experiencia.

El mismo central que sedujo a otros ilustres argentinos en el exterior, como Javier Zanetti, vicepresidente del Inter, que tiempo atrás admitió que seguía sus pasos: "Martínez Quarta es uno de los jugadores más interesantes que tiene el fútbol argentino". El Muñeco acepta que el cambio de pieza por pieza no alcanza. Descartó a Robert Rojas y se inclinó por Paulo Díaz, el hombre del seleccionado de Chile, sin solvencia, por ahora, en River. "Uno se transforma cuando llega a la selección", explicó, en medio de la primera doble jornada de eliminatorias. No se destacó en el equipo trasandino. Pero el Muñeco confía en un zaguero con roce internacional.

"Rojas fue una muy buena alternativa durante el año pasado. El sistema lo favoreció al jugar con tres defensores, pero ahora me incliné por Paulo Díaz porque lo veo mejor en este momento y para darle la confianza. Es un jugador que considero muy importante. Es de selección", asume el DT, que no quedó pleno con la tarea defensiva en general -y la de Díaz en particular- en el triunfo de anoche por 3 a 0 sobre la Liga Deportiva Universitaria, por la Copa Libertadores. El equipo millonario sufrió más de lo que ofreció el resultado: el conjunto ecuatoriano dispuso de 13 remates y, al menos, cinco fueron clarísimos.

"Nuestra idea de juego es ser agresivos, cuando no lo somos, sufrimos y nos generan peligro. En el segundo tiempo mejoramos, fuimos agresivos y directos y llegaron los goles", afirmó el conductor. Díaz no fue el reemplazante ideal de Martínez Quarta. Nervioso, por momentos, falto de distancia, en otros, perdió en el mano a mano con Muñoz y con Martínez. Su fuerte, el cabezazo ofensivo, se vislumbró en dos zarpazos desviados luego de pelotas paradas. Le falta continuidad y una mayor comunicación con Pinola. Se dará con el tiempo, pero River no ofrece un cronómetro excesivo: ya se vienen los encuentros decisivos de los octavos de final de la Libertadores.

Esos partidos que, seguramente, Martínez Quarta, un fanático millonario, no se perderá desde su casa en Florencia, a 11.000 kilómetros de distancia.