Decenas de buques chinos persiguen embarcaciones filipinas en Mar de China Meridional
A BORDO DEL BRP CABRA (AP) — Mientras un avión de vigilancia de la Marina estadounidense volaba en círculos, vigilando de cerca, decenas de buques guardacostas chinos y de acompañamiento perseguían y rodeaban a los buques filipinos en el más reciente enfrentamiento en uno de los puntos más peligrosos del Mar de China Meridional.
En el punto más álgido del enfrentamiento de cuatro horas del viernes en alta mar, un buque guardacostas chino disparó un cañón hidrante contra una lancha a motor filipina que entregaba alimentos y otros suministros a las fuerzas filipinas en un buque de guerra abandonado y oxidado que sirve de frágil puesto de avanzada territorial del país en el banco de arena Ayungin.
China se ha mantenido firme en su reivindicación de prácticamente toda la estratégica vía fluvial, chocando con sus vecinos más pequeños y atrayendo a Estados Unidos, aliado de Manila en el tratado y principal rival de China en la región Asia-Pacífico. Washington y sus aliados han desplegado buques de guerra y aviones de combate para promover la libertad de navegación y sobrevuelo, reforzar la disuasión y tranquilizar a aliados como Filipinas.
Se teme que los enfrentamientos recurrentes en el banco de arena Ayungin, que se encuentra dentro de la zona económica exclusiva filipina sancionada por la ONU, pero reclamada por China y rodeada por su flotilla, puedan desencadenar un conflicto armado que enfrente a Estados Unidos con China. Las autoridades filipinas afirmaron el sábado que nunca darían ningún paso que pudiera desencadenar un conflicto mayor, pero que no se amilanarían a la hora de defender los derechos soberanos del país en el Mar de China Meridional.
A pesar de los bloqueos y las maniobras coercitivas chinas, el contingente filipino logró entregar suministros al puñado de infantes de marina filipinos a bordo del BRP Sierra Madre y partió sin incidentes. El buque de guerra filipino, ligeramente escorado, donado por Estados Unidos, se ha ido desmoronando con la edad, pero sigue en activo, lo que significa que un ataque armado sería considerado por Manila como un acto de guerra.
Dos periodistas de The Associated Press y varios otros miembros de los medios de comunicación que fueron invitados a bordo de tres buques guardacostas filipinos que aseguraban dos barcos de suministros fueron testigos de las peligrosas maniobras del gato y el ratón en medio de un oleaje embravecido. Forma parte de una campaña que las autoridades filipinas dijeron que seguirían adelante para denunciar la creciente agresión de China en una de las rutas comerciales más importantes del mundo.