De lo que no presume Amancio Ortega: Zara se abastece con empresas que están contaminando sin piedad China, India e Indonesia

Están en el ojo del huracán una vez más y sus prácticas empresariales fuera de las fronteras europeas y estadounidenses dejan en ocasiones mucho que desear. Las grandes marcas textiles como Zara, H&M, M&S o Tesco han vuelto a verse salpicadas por la polémica en un nuevo informe de Changing Markets Foundation llamado ‘Moda sucia: la contaminación en la cadena de suministros del textil está intoxicando a la viscosa’ que acaba de ver la luz y que en su versión española ha contado con el apoyo de Ecologistas en Acción.

El estudio muestra la cercana relación que hay entre estas grandes marcas con las fábricas contaminantes de China, India e Indonesia que están destrozando el medio ambiente en estos países y perjudicando duramente a la salud de la gente que vive allí.

Los responsables del estudio toman muestras de un río de China (Changing Markets):
Los responsables del estudio toman muestras de un río de China (Changing Markets):

Si en otras ocasiones la controversia ha tenido que ver con la utilización de niños o con las penosas condiciones laborales de los trabajadores que fabrican la ropa que luego estará en todas las tiendas de Occidente, en esta ocasión el problema es con la producción de la viscosa, una alternativa sostenible al algodón y al poliéster que usan las grandes corporaciones como sustituto de la seda, especialmente en vestidos y faldas.

Los investigadores han visitado 10 centros de fabricación en los tres países y han concluido que hay graves daños ambientales entre los que se incluyen contaminación del agua y contaminación del aire por culpa de los desechos químicos peligrosos y los gases tóxicos de las factorías. H&M compra directamente a 7 de estas fábricas, mientras que Zara lo hace con 4.

Para la producción de la viscosa usan disulfuro de carbono, un líquido inflamable y volátil que está provocando daños entre los trabajadores, así como en las personas que viven en los alrededores de las fábricas. La toxina se ha relacionado con casos de defectos de nacimiento, enfermedades coronarias, enfermedades de la piel y cáncer. De hecho el informe asegura que en las áreas estudiadas los niveles de disulfuro de carbono son el triple de lo permitido.

Los tres hijos de Kallu Singh, un agricultor de soja que vive cerca de la fábrica de viscosa de Aditya Birla, en Nagda, muestran signos de deterioro mental y físico con edades que van de los diez a los doce años. La familia culpa de ello al agua (Changing Markets).
Los tres hijos de Kallu Singh, un agricultor de soja que vive cerca de la fábrica de viscosa de Aditya Birla, en Nagda, muestran signos de deterioro mental y físico con edades que van de los diez a los doce años. La familia culpa de ello al agua (Changing Markets).

¿Y cómo han reaccionado las grandes corporaciones a este nuevo informe? Pues con las promesas habituales en este tipo de casos; mostrando preocupación y diciendo que mejorarán las condiciones.

Una portavoz de Inditex ha manifestado que trabajan con sus proveedores para que se adhieran a prácticas sostenibles, mientras que el representante de M&S ha asegurado que el uso de químicos en la producción de viscosa está firmemente en su agenda.

“Algunas de las mayores marcas de moda están haciendo la vista gorda a las prácticas dudosas de sus abastecedores”, ha acusado la responsable de campaña de Changing Markets que ha podido unos modelos de producción más sostenibles que eliminen el disulfuro de carbono que tanto daño está causando a las personas y al medio ambiente. Es en este contexto en el que las grandes compañías textiles tienen la responsabilidad de proteger a los trabajadores y desvelar el nombre de las empresas de las que se suministran.