De 139 kilos a 70 con la dieta ‘Sexercise’

Practicando sexo frecuentemente (3 veces al día), así es como Dawn Chappell ha conseguido perder más de 60 kilos.

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(Foto: Ian Vogler/Daily Mirror)

Con la inestimable colaboración de su novio, esta mujer ha salido victoriosa en su peculiar batalla contra los kilos. Ha tardado dos años pero se lo ha pasado muy bien y ha seguido una dieta saludable y efectiva.

Cansada de probarlo todo (dietas extremas incluidas) y no obtener resultados satisfactorios optó por probar algo diferente: la dieta ‘Sexercice’, que consiste basicamente en practicar sexo tres veces al día.

Tal y como cuenta la propia Dawn al Mirror.Luché durante años para perder peso. Ahora llamamos a mi nuevo régimen ´sexercise´. Definitivamente, es más divertido que contar calorias o ir al gimnasio”.

Debido a su peso no había tenido mucha suerte en el amor. Con sus 139 kilos todo eran problemas, principalmente de salud.

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(Foto: Ian Vogler/Daily Mirror)

“A la hora del sexo a los hombres no les gustaba tanto peso”, cuenta Dawn. Pero un buen día conoció a Russ, su actual pareja, y todo cambió (a mejor).

Russ (de 34 años), afirma que "siempre le dije a Dawn que lo importante es el interior, que la quiero por ser cómo es. Pero estoy muy orgulloso de ella y de lo que ha conseguido. Recomiendo la dieta sexual”.

Dawn cuenta que de adolescente era flaca y que empezó a ganar peso cuando consiguió trabajo como cocinera y se mudó de Hertfordshire a Essex en el año 2002 por un nuevo empleo.

“Vivía y trabaja en el mismo lugar, así que apenas me movía y no hacía ejercicio. Al terminar mi turno lo que menos me apetecía hacer era cocinar, así que me inflaba a queso y pan (tomaba varias baguettes al día) y me iba directa al cuarto a dormir. No tenía amigos. Me volví solitaria y depresiva”.

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(Foto: Ian Vogler/Daily Mirror)

Tras dos meses, renunció a su empleo y se volvió a Hertfordshire, pero no encontraba trabajo ni podía sufragar sus gastos; se quedaba a dormir en los sofás de los demás y encontraba “consuelo” en la comida.

Entonces consiguió trabajo en un supermercado. "Me saltaba el desayuno y el almuerzo trabajando del tirón, y al final de mi turno me moría de hambre”, reconoce avergonzada.

(Foto: Ian Vogler/Daily Mirror)

Entró en un círculo vicioso que la hacía comer gran cantidad de snacks, galletitas y pizzas. “Lo que la mayoría de las personas compra para dos semanas, a mi me duraba una noche”, admite.

“Me sentía avergonzada de mi misma”, cuenta Dawn, tanto que llegó a mentirle a sus amistades para no salir porque no tenía ropa adecuada a su figura.

Caminar y hacer dieta se le volvía imposible. En 2005, incluso, se torció el pie y debieron someterla a cirugía.

Un año más tarde, empezó a hablar con Russ por Facebook. “Nunca nos habíamos conocido aunque era amiga de su hermana”.

Cuando intercambiaron teléfonos para verse, Chapell le advirtió que primero “viera mi foto en Facebook” para evitar otro desengaño y, después de hacerlo, él le respondió que no le interesaba eso sino su personalidad.

Russ fue a visitarla y poco a poco descubrieron que se entendían bien y tenían cosas en común. “Escuchábamos música, jugábamos con el ordenador, pero los mejores momentos los tuvimos en la habitación”, revela Dawn, “lo hacíamos dos o tres veces al día”.

Cuando volvió al trabajo, los compañeros le dijeron que había perdido peso. “La verdad es que el pantalón me quedaba más holgado, así que me pesé y comprobé que había adelgazado”.

“Estaba comiendo las mismas cosas, la única diferencia era Russ”, cuenta Dawn, “Así que cuando la gente me pregunta mi secreto para bajar de peso les digo que tengo una relación sentimental activa".

Ni gimnasio, ni dietas milagrosas, sólo mucho sexo.