Daniil Medvedev venció a Alexander Zverev en un partido increíble y jugará la final del Australian Open con Jannik Sinner

El festejo de Daniil Medvedev luego de vencer de forma increíble a Alexander Zverev en las semifinales del Australian Open
El festejo de Daniil Medvedev luego de vencer de forma increíble a Alexander Zverev en las semifinales del Australian Open - Créditos: @Asanka Brendon Ratnayake

El ruso Daniil Medvedev querrá que su tercera final en el Australian Open sea la vencida. Luego de perder los dos primeros sets ante el alemán Alexander Zverev, el tercer preclasificado consiguió su pasaje al partido decisivo sin siquiera permitirle un break-point a su rival en los siguientes tres parciales. Dio toda una muestra de temperamento y de resistencia física para llevarse el partido en más de cuatro horas de juego. El marcador fue 5-7, 3-6, 7-6 (7/4), 7-6 (7/5) y 6-3. El domingo se medirá con el italiano Jannik Sinner, vencedor de Novak Djokovic, en el partido por el título del primer Grand Slam del año.

Será la primera vez desde 2005 que ningún integrante del trío fantástico (Djokovic, Nadal y Federer) estará en la definición de Australia. Y además, el torneo coronará un nuevo campeón, algo que no ocurre desde que el suizo Stan Wawrinka se llevó el trofeo en 2014. Dos hitos que se romperán en mil pedazos.

Medvedev quiere ser campeón en Melbourne y sabe que es su gran chance. No están ni Djokovic, eliminado a primer turno en cuatro sets, ni el español Rafael Nadal, sus verdugos en 2021 y 2022, respectivamente. El ruso consiguió su pasaje al encuentro decisivo pese a arrancar la semifinal ante Zverev repleto de dudas y con errores en su juego (tuvo cinco dobles faltas en el primer set). El propio tenista ruso lo reconoció tras el partido, que recordará por mucho tiempo por su complejidad y exigencia: “Estaba un poquito perdido después de perder los dos primeros sets. Pero me dije que si quedaba eliminado lo haría estando orgulloso. Así que me propuse pelear. Y gané. Estoy orgulloso”, señaló el tenista ruso.

El ruso Daniil Medvedev ensaya un revés durante la semifinal del Australian Open ante el alemán Alexander Zverev
El ruso Daniil Medvedev ensaya un revés durante la semifinal del Australian Open ante el alemán Alexander Zverev - Créditos: @LILLIAN SUWANRUMPHA

Medvedev añadió: “Estaba físicamente agotado. No podía hacer rallys largos como en el primer set. Me dije: ‘Probemos otra cosa’. Y traté de hacer buenos golpes, sacar mejor, poner presión en el servicio”. La estrategia funcionó: Zverev no jugó tan cómodo y ni siquiera dispuso de puntos de quiebre. El alemán se volvió a su casa sin nada y el premio quedó del lado del ruso. “Quizás la tercera sea la vencida. Ganar el domingo en tercer set me haría el hombre más feliz de la Tierra”, cerró Medvedev.

El primer parcial incluyó un rally de ¡51 tiros! El punto terminó con una volea del alemán, que le permitió ponerse set point. Zverev volvió a ir a la red para definir y encontró la pelota que le dio el primer parcial por 7-5. El marcador demostraba la paridad entre ambos, y el público agradecía, porque todo hacía presagiar una batalla larga entre dos titanes por un lugar en la final. Allí donde ya espera el italiano Jannik Sinner, sorprendente verdugo de Novak Djokovic.

La primera manga obligó a los dos protagonistas a dejar todo en la cancha. De un lado para el otro, todo el tiempo, en una semifinal que los exprimió al máximo. Tal vez el ruso pudo haber terminado ese set inicial con un sabor amargo: lo condicionaron sus cinco dobles faltas, puntos fáciles que podía no haber cedido. De todas formas, fiel a su sangre fría, Medvedev no se dejó impresionar por el marcador desfavorable ni se tiró abajo: comenzó ganando el primer game del segundo parcial. No sin sobresaltos: estuvo 0-30 y sobrevivió.

El rally-point más largo del partido

La paridad se mantuvo hasta el quinto game, cuando el alemán aprovechó su tercera chance de quiebre para quedarse con el saque de su rival. Un drive le sirvió como approach a la red, el ruso se defendió con un globo y la pelota se fue afuera. Zverev parecía más entero y, sobre todo, con confianza en la red: buscaba resolver los puntos en tiempo récord. Había ganado el primer set y estaba break arriba en el segundo parcial. En el sexto game consolidó esa ventaja y se puso 4-2 arriba: el ruso empezaba a mostrar grietas defensivas y era impotente ante los embates de su rival. Sin embargo, Medvedev consiguió mantener su servicio en apenas 83 segundos. Sería un espejismo, porque Zverev se pondría más tarde 5-3. Luego, el germano dispondría de dos oportunidades para conseguir el segundo parcial. Lo obtendría en la segunda, y tras un error no forzado de su oponente. Dos sets arriba y sin signos de recuperación por parte del ruso, todo hacía pensar que el alemán llegaría a la final por la vía rápida.

El match-point que decidió la semifinal entre Medvedev y Zverev

Contra las cuerdas, Medvedev reaccionó. Fue en el set de los saques: el tercero. Hasta el octavo game, el alemán apenas había perdido ¡cuatro puntos! con su servicio. El alemán llegó a estar 5-4, a un juego de la final del primer Grand Slam del año. La inminencia de la derrota, sin embargo, volvió a agrandar al ruso, toda una lección de resiliencia. Llegó al 5-5 dejando a Zverev en 0: una señal para su rival. No estaba acabado. En el game siguiente, el alemán no afloja y vuelve a ponerse 6-5. Es decir, a un game del partido decisivo. El parcial, sin embargo, se fue al tiebreak. Después de 61 minutos, el ruso sobrevivió: lo hizo tras aprovechar dos sets points y conseguir el set tras un error del alemán. Había partido en Melbourne.

Una volea de Daniil Medvedev en la semifinal del Australian Open ante el alemán Alexander Zverev
Una volea de Daniil Medvedev en la semifinal del Australian Open ante el alemán Alexander Zverev - Créditos: @MARTIN KEEP

Medvedev, envalentonado, tenía entonces trabajo: continuar lo que había empezado sin margen de error. O conseguía una remontada épica o vería el partido decisivo por televisión. El ruso fue para adelante. Y comenzó el set en forma supersónica: obtuvo el game en apenas 51 segundos. Los semifinalistas no se sacaron ventajas en el resto del set. Recuperaron pelotas imposibles y -también- tuvieron errores no forzados producto del cansancio. El partido sobrepasaba las tres horas. En esa etapa de definiciones, Medvedev fue más inteligente y supo encontrar las grietas en el juego de su rival. Consiguió la paridad, otra vez, en el tie-break. Un punto magnífico le sirvió para ponerse set point arriba (6-5). Y un saque aún mejor puso tablas en el marcador: la definición quedaría entonces para el quinto y último parcial.

Lo mejor del triunfo de Medvedev sobre Zverev

En ese set apareció un Medvedev dominante, que quebró en el quinto set y siguió adelante. Zverev erró todo lo que no había fallado antes y la balanza se decantó en favor del ruso. El alemán entraba entonces en los libros de historia: ya era el primer jugador que perdía una semifinal y una final de un torneo de los grandes tras estar 2-0 arriba en sets. Algo parecido a lo que le ocurrió este viernes en Australia ya le había sucedido en el US Open de 2020: vencía a Dominic Thiem por 6-2 y 6-4 y terminó cayendo por 6-4, 6-3 y 7-6 (6). Incluso llegó a estar 5-3 arriba en el quinto set, con su servicio. Pero perdió. Igual que este viernes: un drive suyo tocó la red cuando Medvedev tenía match point. El ruso estaba en la final tras una remontada épica.