Día del padre: diez formas de paternidad, en el cine y las series

Meadow y Tony, en Los Soprano
Meadow y Tony, en Los Soprano

Hoy es el día del padre, la excusa ideal para repasar diez grandes figuras paternas del cine y las series. Pero sin la intención de armar una lista plagada de lugares comunes (¿cuántas veces más se puede poner a Charles Ingalls como “el papá ideal”?), los personajes elegidos a continuación son padres imperfectos, testarudos, orgullosos y un poco ridículos, adjetivos que en muchos casos, los terminan por acercar un poquito más a la realidad.

Mufasa (El rey león)

Mufasa (James Earl Jones) es todo lo que un hijo puede querer de un padre: es noble, compañero, cómplice para las bromas y severo en los castigos. Lamentablemente, su nobleza e integridad inquebrantable le valen una temprana muerte (una historia que casualmente le cabe al Ned Stark de Sean Bean en Game of Thrones, cuyo asesinato también lloramos largo y tendido). En El rey león, un relato sobre herencias sentimentales, Simba (Matthew Broderick) reconstruye su vida proponiéndose un objetivo imposible, que consiste en hacer a un lado su propia identidad. Eso le permite esquivar sus responsabilidades durante algunos años, hasta que el recuerdo de su padre lo devuelve al camino del que jamás debió apartarse. Mufasa, y el film en sí mismo, ponen en marcha una idea sobre cómo los hijos en parte son la continuación de un legado que nunca morirá. Y quizá por eso Simba descubre que tanto él como su progenitor forman parte de un ciclo sin fin que excede sus propias existencias. Disponible en Disney+.

Logan Roy (Succession)

Pocos padres televisivos resultan tan imponentes e impactantes como el patriarca de la familia Roy. Desde luego que Logan (Brian Cox) no está ni cerca del concepto de lo que significa un padre ideal; es más, probablemente eso ni siquiera le interese. Él tiene una pésima relación con sus hijos, y sus manipulaciones pueden alcanzar cuotas inimaginables en lo referido a su vínculo con Kendall (Jeremy Strong), Roman (Kieran Culkin), Shiv (Sarah Snook) y Connor (Alan Ruck). Y si bien Logan desea que todos sus hijos sean adultos competentes, la ironía del asunto es que él mismo termina por ser el gran obstáculo en la realización personal de todos ellos. Indudablemente, este personaje es el no ejemplo de paternidad, y justamente eso lo convierte en una criatura de ficción tan fascinante, que hace de Succession una de las mejores series actuales. Disponible en HBO GO.

Hopper (Stranger Things)

Hopper (David Harbour) es un personaje atravesado por la tragedia. Luego de la muerte de su hijo pequeño, el sheriff se refugió en una vida huraña, hasta que cruza su camino con el de Once (Millie Bobby Brown). La niña producto de un experimento que le dio poderes, estableció con Hopp un vínculo afectivo tan fuerte que lo llevó a recuperar ese instinto paterno que su terrible pérdida le había arrancado. En Stranger Things, la aventura se convierte en el vehículo a través del cual los personajes forman alianzas, estrechan lazos y construyen parentalidades. Y ese es el caso de Hopper, cuyo sentido de la justicia lo lleva a proteger a Once hasta adoptarla como su hija. Por ese motivo, él se convierte en un padre entrañable, que eligió serlo no desde la sangre, sino desde un profundo sentimiento que le permitió ganar una razón de ser. Disponible en Netflix.

George Bluth (Arrested Development)

En un plano idealizado, George Bluth (Jeffrey Tambor) es un hombre preocupado por su familia, por sus hijos y hasta por sus nietos. Pero en la realidad, él aprovechó su posición como un exitoso empresario para concretar un fraude millonario, que lo llevó a prisión. Aún desde la cárcel, George se las ingenió para mantener un vínculo terriblemente tóxico con todos sus hijos, manipulándolos de todos los modos posibles, y priorizando su bienestar personal sin medir consecuencias. Bluth es todo lo que un padre no debe ser, y esa representación convierte a esta ficción en una de las sátiras más brillantes sobre el caos emocional que puede ser una paternidad mal ejecutada. Disponible en Netflix.

Frank Costanza (Seinfeld)

Un padre es un creador de costumbres, una persona que con tenacidad está dispuesto a educar a su hijo e incluso ponerlo en penitencia si es necesario (aunque el pequeño esté cerca de los cuarenta años). Y Frank Costanza (Jerry Stiller) es eso y mucho más. Pocos padres de la televisión tienen un sentido tan pobre de la ubicación, siendo capaces de disparar una y otra vez expresiones desafortunadas e ideas incorrectas. Y George (Jason Alexander) no puede sentir más que vergüenza por ese papá que lo hace atravesar infinidad de situaciones incómodas, tanto en el ámbito privado como en el público. En función de la comedia, Frank es un personaje perfecto, en el que muchos espectadores seguramente vean reflejados matices de sus propios padres. Disponible en DVD.

Henry Jones (Indiana Jones y la última cruzada)

La tercera película de esta saga tuvo como principal condimento la aparición de Henry Jones, padre del protagonista. Interpretado por Sean Connery, el avezado profesor de literatura medieval supo acompañar a su hijo a lo largo de una travesía que los llevó a buscar el Santo Grial, y a enfrentarse a decenas de soldados nazi. En buena medida, la aparición de este personaje permitió descubrir el pasado de Indy (Harrison Ford), y por ese motivo, Henry Jones se revela como una pieza muy valiosa que enriquece el folclore del arqueólogo. El lazo entre ambos personajes, y cómo la aventura sirve de marco para que ambos reconstruyan un lazo filial perdido, hace que Indiana Jones y la última cruzada sea uno de los puntos más altos dentro de esta gran tetralogía que pronto sumará una quinta entrega. Disponible en Movistar Play.

Jack Byrnes (La familia de mi novia)

Aunque pasan los años, Robert De Niro como un suegro que inspira temor, es una imagen que no envejeció en absoluto. En La familia de mi novia, Greg Focker (Ben Stiller) se dedica a pasar un fin de semana junto a su novia, en la casa de los padres de ella. Allí conoce al intimidante Jack (De Niro), exagente de la CIA y un hombre ridículamente celoso de su hija. Como es de esperar, la comedia parte de los constantes desencuentros entre Greg y Jack, que siente la necesidad de demostrarle a su suegro que es un buen partido para su hija, por muy oxidado que resulte ese concepto. El film encuentra en la dinámica entre Stiller y De Niro un contrapunto perfecto, que luego crece en la secuela de la saga, con la llegada de Bernie Focker (Dustin Hoffman), padre de Greg y antítesis de su consuegro. Disponible en Google Play Películas.

Tony Soprano (Los Soprano)

Puede que Los Soprano quede fijada en la memoria colectiva como la saga de un brutal jefe mafioso, cuando en realidad, el corazón de la historia está puesto en la vida familiar de su protagonista (por algo es que David Chase, su creador, quería que su ficción se llamara Family Guy). Ante la imposibilidad de ser un buen marido, Tony Soprano (James Gandolfini) al menos intenta ser el mejor padre que su hijo e hija puedan tener. A lo largo de las seis temporadas que integran este título, Tony debe lidiar con los conflictos de sus hijos una y otra vez, mientras procura darles la mejor crianza posible. De ese modo, la ficción se detiene en Tony como padre, y su búsqueda por no repetir con Meadow y Junior, los errores que su madre cometió con él. Y si bien el protagonista sabe que no es un papá perfecto, su lucha pasa por no quedar atrapado en el laberinto emocional que le supone combinar el crimen organizado, con la educación de dos hijos adolescentes. Disponible en HBO GO y DirecTV GO.

Royal Tenenbaum (Los excéntricos Tenenbaums)

Royal Tenenbaum (Gene Hackman) puede que sea el padre más (im)popular que dejó el cine modelo siglo XXI. Manipulador, ventajero, egoísta y mucho más, pero a fin de cuentas, un hombre que logra comprender el significado de la paternidad en el ocaso de su vida. Los excéntricos Tenenbaums plantea un vínculo fallido como disparador de un relato, cuyo eje está puesto en tres adultos que cargan con el peso de una educación sentimental imperfecta. Royal no supo (o no pudo) conectar con sus hijos de manera equitativa, demostraba un favoritismo evidente y no le tembló el pulso al momento de desaparecer de sus vidas. Y aunque miente para mudarse nuevamente al viejo hogar, esa experiencia le permite comprender la paternidad desde un nuevo ángulo, redimir los pecados de su pasado, y acercarse a sus descendientes hasta finalmente morir “trágicamente rescatando a su familia del naufragio de un buque de guerra”. Disponible en DVD.

Darth Vader (Star Wars)

Tan obvio como imprescindible. Cerrar esta lista sin mencionar a Anakin Skywalker, también conocido como Darth Vader (con la voz de James Earl Jones y el cuerpo de David Prowse), sería casi una falta de respeto. Pocos vínculos filiales atravesaron tantos estadios como el de Anakin y Luke Skywalker (Mark Hamill). Al comienzo, Luke ni siquiera sabía de la existencia de su padre, hasta que descubre que él es el villano más temido de la galaxia. Como frutilla del postre, cuando Vader le revela a su hijo su identidad, decide hacerlo cortándole una mano, sutil forma de subrayarle que el vínculo no necesariamente los tiene que unir como familia. Cuando ambos se reencuentran y vuelven a pelear, carcomido por la culpa (y por una ausencia de décadas), Anakin se redime y se sacrifica por Luke. Tarde pero seguro, a Vader le tomó tres películas desarrollar un sincero amor por su hijo. Disponible en Disney+.