Y un día, Katie Ledecky perdió una carrera de 800 metros libres: tras 13 años como reina de la distancia, le ganó una canadiense de 17 años

La nadadora canadiense Summer McIntosh, de 17 años, venció a la leyenda estadounidense Katie Ledecky (26 años) en los 800 metros libres en Orlando (Estados Unidos). Este jueves, la joven le sacó seis segundos a su rival, clavó un récord nacional con 8:11.39 y entró en la historia: la última vez que Ledecky había perdido en esa distancia data de 2010, hace 13 años. Desde entonces, la estadounidense estaba invicta.

Ledecky sabe que su reinado (siete medallas doradas; 21 títulos mundiales) está en disputa. Disputará en París sus cuartos Juegos Olímpicos, que pueden marcar un relevo generacional en la natación femenina. McIntosh es casi una década más joven y vive con su madre en la Florida, donde se entrena. Lleva el deporte en la sangre: su hermana Brooke integra el equipo canadiense de patinaje artístico. Permanece en la casa familiar de Etobicoke, Ontario, junto a su padre. Ellos dos cuidan a los gatos de Summer, Riley y Mikey. El segundo lleva ese nombre en honor a una leyenda del deporte acuático: el estadounidense Michael Phelps .

El progreso de McIntosh -que estuvo a punto de colgarse su primera medalla olímpica en Tokio, con apenas 14 años- motivó los elogios de una leyenda de otro deporte: la ex tenista Billie Jean King. Después de observarla en la pileta en diciembre del año pasado King tuiteó: “Felicitaciones a Summer McIntosh, quien ganó los 400 metros libres, con un tiempo brillante de 3:59.42″. ¿A quién le ganó en esa carrera? Si, a Ledecky. “En esta pileta se hizo historia. Felicitaciones para ella”, continuó la ex tenista.

Ledecky y McIntosh tienen carreras opuestas: mientras la primera se apresta para sus cuartos -y probablemente, últimos- Juegos Olímpicos, la jovencita se prepara para su segunda cita olímpica. Hasta aquí, suma cuatro títulos ecuménicos y dos récords mundiales, que pueden ser más antes de junio, cuando se encienda el pebetero en la capital francesa. Uno de los secretos de la canadiense es la motivación: “Si me levanto bien temprano a la mañana es para dar el 110% de mí. No tiene sentido ir a la piscina y estar en ella cuatro horas si voy a dar sólo el 50 ″, contó McIntosh alguna vez.

“Cuando era más joven probé muchos deportes, pero creo que me atraía mucho la natación porque era un deporte muy simple y todo se reduce a quien tenga el tiempo más rápido”, relató McIntosh en un podcast. Y agregó: “Cuando tenía alrededor de diez años, practicaba patinaje artístico y natación y fue entonces cuando decidí que no quería practicar un deporte en el que la decisión dependía de otra persona, un deporte con jueces, como el patinaje artístico... Así fue como decidí nadar”, contó.

Y sobre cómo lidia con la presión, la campeona añadió: “Creo que desde muy joven supe que la presión es solo una parte del deporte”, aseguró. McIntosh continuó: “Y no es sólo en el deporte, sino en muchos otros aspectos de la vida de alguien. Y en lugar de verlo como presión, trato de verlo como el apoyo de mis amigos, mi familia, mis conocidos o las personas que me siguen en Instagram, cosas así. Creo que es bastante inspirador pensar que la gente me sigue en mi viaje. Para mí, personalmente, realmente disfruto esos momentos de alta intensidad justo antes de subirme a los bloques antes de una carrera, sentís mucha adrenalina y eso te lleva a través de la primera parte de la carrera. Y simplemente trato de divertirme lo máximo posible”.

McIntosh y su gato Mikey, un homenaje a Michael Phelps

“Es muy dedicada, muy determinada”, dijo John Atkinson, el director del programa de alto rendimiento de natación de Canadá, citado por el diario Toronto Star. Atkinson continuó: “No tiene techo. El tiempo dirá cuán alto llegue” , se esperanzó. McIntosh complementó sus entrenamientos con la secundaria, que cursó de manera remota, online. Su entrenador, Brett Arckey, también opinó que la chica es algo distinto: “No le importan las cosas tangibles”, señaló, refiriéndose a las medallas y los récords mundiales. “Está más ligada a la experiencia, al menos en este punto de su carrera. Sólo quiere las experiencias, y encontrar las oportunidades para correr y desafiarse. Eso es muy, muy bueno, porque no todo el mundo lo tiene”, afirmó en las páginas del Toronto Star.

Allí mismo también se cita a McIntosh: “No pienso mucho en los récords, y creo que eso es bueno. Prefiero seguir pensando en mejorar todos los días, dar lo mejor de mí en los entrenamientos y hacer tiempos cada vez mejores”, dijo la niña prodigio de la natación canadiense. Como toda chica de 17 años, McIntosh tiene hobbies y pasiones, más allá del agua. Una de ellas es la Fórmula 1. McIntosh se entusiasmó con la temporada 2024 de su ídolo, el inglés Lewis Hamilton: “No tengo ningún consejo para él”, señaló en el Toronto Star. Y añadió: “Siempre hincho por él. Lo veo en todas las carreras y todo lo que tengo para decir es que el año próximo será su año. Sólo tiene que seguir empujando hacia adelante”. Lo mismo que hace McIntosh en el agua.