Día exacto: cuándo se ponen los zapatos por Reyes en enero
El 6 de enero se celebran los Reyes Magos, una tradición católica que en muchos países se considera una fecha central dentro del calendario. En particular, en la Argentina se acostumbra acompañar el día con algunas prácticas muy particulares, como dejar pasto y agua en bowls cerca de una ventana, acompañados por un par de zapatos de cada integrante de la familia. Muchos se preguntan no solo qué significado tiene esta costumbre, sino también cuándo es que se realiza exactamente.
Esta celebración recuerda la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar al lugar de nacimiento de Jesús, en Belén, poco después de que María dé a luz. Este detalle no es menor, ya que este día se celebra la doceava jornada después de la Navidad, por lo que es la fecha acostumbrada por muchos para desmontar el árbol y otras tradiciones asociadas a esta época.
Cuándo se ponen los zapatos por Reyes en enero
La tradición de colocar los zapatos, en general, se hace la noche del 5 de enero. Esa noche, los niños y sus familias colocan sus pares, normalmente cerca de la puerta de entrada, ventanas o bajo el árbol de Navidad, como símbolo de espera para recibir los regalos que los Reyes Magos les traerán.
En algunos lugares, como América Latina, los zapatos se acompañan con agua y pasto para los camellos. Muchas personas también colocan cartas con peticiones. Al amanecer del 6 de enero, los zapatos aparecen rodeados de regalos.
Por qué se dejan los zapatos en Reyes
Aunque en la Biblia no se incluyen sus nombres, las figuras de Gaspar, Melchor y Baltasar están asociadas a Jesús, ya que fueron los primeros en confiar en que sería el próximo “Rey de Reyes”. Por este motivo, el grupo comenzó a seguir una estrella que los conduciría a la ciudad de Belén, cuna de este primogénito divino.
Según la tradición, los tres viajeros provenientes de Europa, Asia y África respectivamente pidieron ayuda al rey Herodes, escena que forma parte del Evangelio según San Mateo. “Unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?’ (...) Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén diciéndoles: ‘Id y averiguad cuidadosamente qué hay del Niño, y cuando lo encontréis, avisadme para ir yo también a adorarlo’”, recuerda el texto.
Sin embargo, los motivos de Herodes eran otros, ya que quería matar al recién nacido para evitar que disputara su poder. Pero los Reyes Magos ignoraban esto, y se contentaron con seguir la estrella, tras lo que ocurrió su epifanía con Cristo: “La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al Niño con María, su madre, y cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abrieron sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”, como se cuenta en el Evangelio según San Mateo. Luego, los Reyes Magos no revelan la localización de Jesús.
Entre estas costumbres adheridas al culto durante el Medioevo se instauró la de venerar su llegada con ofrendas y “asistir” a los camellos en los que se transportaban, una asunción basada en que eran el principal medio de transporte en el desierto en esa época. Aquí entran las ofrendas tradicionales, que los niños preparan en la víspera de Reyes, es decir, la noche del 5 de enero, como el pasto y el agua. Este último elemento también se corresponde con las otras epifanías descritas en la Biblia, ya que fue en el Río Jordán donde Jesús se sumergió para el bautismo, así como era el líquido que transformó en vino para generar la veneración de los presentes. En cuanto al zapato, originalmente servía como contenedor de los pequeños regalos hechos por los Reyes a los niños en esta época, en recuerdo de sus ofrendas al Niño Jesús que están retratadas en la Biblia.