Día del Cerebro: los bebés nacen con más neuronas que estrellas en la vía láctea

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El cerebro infantil es como una pequeña semilla que crece y se desarrolla con el tiempo. Cuando un bebé llega a este mundo, su cerebro consta aproximadamente de 100.000 millones de neuronas, es decir, más neuronas que estrellas en la Vía Láctea, y cada neurona puede tener entre 5 y 10 mil conexiones.

Desde antes de nacer hasta la edad adulta, nuestro cerebro está en constante cambio y las experiencias tempranas son fundamentales para su correcto desarrollo. En los primeros años de vida, el cerebro de un niño forma miles de conexiones nuevas cada segundo. Estas conexiones, llamadas sinapsis, son la base del aprendizaje y el desarrollo. Sin embargo, el estrés constante y experimentado durante cierto tiempo, conocido como “estrés tóxico”, puede retrasar este proceso y afectar negativamente el crecimiento, el desarrollo y el aprendizaje del niño.

La buena noticia es que podemos combatir el estrés tóxico y sus consecuencias mediante una crianza positiva y una alimentación adecuada, la seguridad alimentaria de las familias es clave para asegurar que los niños reciban los nutrientes necesarios para un desarrollo cerebral saludable. Sin embargo en México, y con mayor gravedad en zonas rurales e indígenas, la primera infancia sufre de la triple carga de malnutrición, ya que niñas y niños padecen de desnutrición, sobrepeso y obesidad, y la deficiencia de micronutrimentos esenciales como el hierro se traduce en anemia; estos son problemas importantes de salud pública que afectan el desarrollo integral de los niños.

Adicional, existen estudios pioneros que han demostrado que los niños de entornos socioeconómicos bajos tienen un vocabulario más reducido en comparación con sus pares de niveles socioeconómicos más altos. A este déficit se le conoce como la “brecha de los 30 millones de palabras”, donde se destaca la importancia de proporcionar a todos los niños un entorno rico en lenguaje y estimulación desde temprana edad.

Invertir en el desarrollo de los niños pequeños es una inversión en el futuro. Diversos estudios han demostrado que las intervenciones tempranas tienen un alto rendimiento y pueden generar beneficios económicos y de retorno social a largo plazo, ya que al proporcionar a los niños un buen comienzo en la vida estamos construyendo una sociedad más fuerte y próspera. Es importante recordar que el desarrollo del cerebro no se detiene en los primeros años de vida, y aunque los primeros mil días son cruciales, el cerebro sigue siendo moldeable y adaptable a lo largo de toda la vida. Esto significa que siempre hay oportunidades para aprender y crecer, sin importar la edad.

En Un Kilo de Ayuda se implementa el Modelo Integral para el Desarrollo Infantil Temprano y uno de sus componentes fundamentales es la realización de talleres de capacitación a más de 20 mil mamás, papás y cuidadores primarios en temas de crianza sensible, estimulación y juego para el aprendizaje, además de realizar la evaluación del desarrollo infantil (prueba EDI) en edades prioritarias. Los resultados más recientes nos muestran que, de 1,700 evaluaciones, solo el 44 % de los niños tiene un desarrollo normal; el restante 56 % tienen un rezago o riesgo de retraso en el desarrollo, siendo el área de lenguaje la que muestra mayor afectación.

En conclusión, el desarrollo cerebral infantil es un proceso complejo y fascinante que sienta las bases para el futuro de cada niño. Al brindarles un entorno enriquecedor, una nutrición adecuada y una crianza positiva, podemos ayudar a nuestros niños a alcanzar su máximo potencial y construir un futuro brillante para todos. ¡Invirtamos en nuestros niños, invirtamos en nuestro futuro!

* Fabián Olvera es director de Monitoreo, Evaluación e Investigación en Un Kilo de Ayuda (@Unkilodeayuda), organización mexicana dedicada a lograr que los niños menores de cinco años transformen su futuro gracias a un desarrollo infantil completo.

 

Fuentes consultadas:

¿Qué sugiere la ciencia del desarrollo sobre los primeros mil días? Banco Interamericano de Desarrollo.

Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard.

Vigilancia del desarrollo en la primera infancia, Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia.