Culpan a Miami – sin razón – de ser sede de conspiración que alentó la violencia en Brasil

Desde la “capital de la cocaína” en la década de 1980 hasta la retórica de Fidel Castro sobre Miami como la sede de “la mafia cubano americana”, Miami ha sido acusada de tantas cosas que, a lo largo de los años, la ciudad se ha ganado una reputación desmedida por estar en el centro de la cosas, incluso cuando no lo está.

La última versión de esta narrativa involucra a un país latinoamericano, un candidato presidencial derrotado que había advertido que no aceptaría los resultados de las elecciones y cientos de manifestantes irrumpiendo en el palacio presidencial, el congreso y la corte suprema.

Esta vez se culpa a Miami como el lugar donde el expresidente derechista brasileño Jair Bolsonaro, quien reiteró afirmaciones falsas de fraude electoral, planeó el ataque de sus partidarios contra los principales edificios gubernamentales de la nación sudamericana en la capital, Brasilia, este domingo.

Excepto que la prensa brasileña y los videos que circulan online lo ubican en Orlando, una ciudad en el centro de Florida, donde viajó antes de fin de año en el avión presidencial para saltarse la ceremonia de toma de posesión el 1 de enero de Luiz Inacio Lula da Silva, ante quien perdió su pelea por la reelección.

Ese detalle no importó mucho a los críticos de Bolsonaro, en su mayoría de izquierda, que han inundado las redes sociales con referencias a Miami como el nido de conspiración de los disturbios.

“El fascismo usa las mismas tácticas en todas partes. Mientras tanto, Bolsonaro está feliz de pasar tiempo en Miami, donde se reúnen todos los fascistas y gusanos”, escribió en inglés Andreína Chávez Alava, ex periodista de Telesur de Ecuador, usando el término peyorativo que acuñó Fidel Castro para referirse a sus oponentes.

“Bolsonaro guarecido en Miami dirigiendo la turba fascista de sus seguidores con la complicidad de P.M. del Distrito Federal en un remedo del asalto al Capitolio por parte de Trump y sus secuaces,” escribió Carmen Hertz, diputada chilena por el Partido Comunista. “Qué peligrosa la ultraderecha para la democracia y vida de los ciudadanos!”

El propio presidente Lula abrió la puerta a los comentarios durante sus declaraciones culpando a Bolsonaro de alentar los disturbios.

“Este genocida... está fomentando esto a través de las redes sociales desde Miami”, dijo el domingo en una conferencia de prensa. “Todo el mundo sabe que hay varios discursos del expresidente alentando esto”.

La respuesta de Bolsonaro, negando las acusaciones y condenando los ataques, aunque varias horas después, también fue ampliamente comentada en las redes sociales y medios latinoamericanos como enviada “desde Miami”.

Funcionarios de países con gobiernos de izquierda como Colombia y Cuba también se han hecho eco de las acusaciones que van bien con la narrativa propagandística que vincula a Estados Unidos y Miami, hogar de miles de latinoamericanos que huyeron de regímenes de izquierda, con cada crisis política en la región.

“#Bolsonaro en #Miami y sus seguidores en #Brasilia tratan de forzar con violencia en la calle lo que no pudo lograr en las urnas,” dijo Johana Tablada, funcionaria de la Cancillería cubana. “NoAlGolpeEnBrasil,” agregó en su tuit en español.

“Bolsonaro huye en helicóptero a Miami y desde allá ordena un fallido intento de golpe de estado,” dijo en Twitter Moisés Ninco Daza, embajador de Colombia en México. “Un claro ejemplo de la cobardía del fascismo antilatinoamericano. Son y serán derrotados por el poder popular”.

Algunas de estas publicaciones en Twitter provienen de periodistas que trabajan o estuvieron afiliados a Telesur, el canal de televisión pagado por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, y cuentas cubanas vinculadas a granjas de trolls que promueven rutinariamente la propaganda del gobierno, lo que sugiere que esfuerzos coordinados de desinformación podrían estar detrás de algunas de las menciones de la conexión con Miami en las redes sociales.

“¡Cuanta similitud! ¿Algo tendrá que ver el refugio de Bolsonaro en Miami?” comentó una cuenta cubana de Twitter bajo el nombre de Frank Lamadrid sobre imágenes de los asaltos al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2020 y al Congreso de Brasil el domingo.

La publicación incluía el hashtag #DeZurdaTeam, el nombre de un grupo vinculado al gobierno cubano que habitualmente difunde propaganda en Twitter. El grupo ha estado ocupado retuiteando contenido en apoyo a Lula da Silva, quien cumple un tercer término como presidente por el Partido de los Trabajadores y es cercano a Raúl Castro.

Desde el primer día, la estancia de Bolsonaro en Florida no ha pasado inadvertida. Los videos de él deambulando por un Publix, comiendo en un Kentucky Fried Chicken y dirigiéndose a sus seguidores fuera de un complejo residencial de Orlando se han vuelto virales. El Daily Mail del Reino Unido informó que Bolsonaro ha estado viviendo en una propiedad en Orlando del ex peleador brasileño de UFC José Aldo. Esa propiedad de alquiler tiene ocho habitaciones y está cerca del centro de recreación Disney.

El medio de comunicación brasileño O’Globo informó el lunes que Bolsonaro, de 67 años, quien fue apuñalado en la campaña electoral en 2018 y se había sometido a múltiples cirugías en el pasado, ingresó el lunes a Advent’s Health Celebration “con dolor abdominal agudo”. El hospital de Orlando es popular entre los visitantes de los parques temáticos. Pero no está claro si el expresidente podría haber sido admitido con otro nombre para proteger su privacidad porque un empleado del hospital le dijo al Herald que no había ningún paciente con ese nombre.

Algunos miembros demócratas de la Cámara, como el representante de Texas, Joaquín Castro, han pedido al gobierno de Estados Unidos que lo expulse a Brasil, donde enfrenta varias investigaciones penales por presunta corrupción y otros cargos.

“Apoyo a @LulaOficial y al gobierno elegido democráticamente de Brasil”, dijo. “No se puede permitir que los terroristas y fascistas nacionalistas usen las jugarretas de Trump para socavar la democracia. Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes”.

El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan dijo el lunes que la administración de Biden no había recibido una solicitud de extradición, según Bloomberg, pero es probable que las vacaciones de Bolsonaro en Florida generen tensiones diplomáticas con el recién elegido Lula, quien anteriormente fue condenado por corrupción y luego absuelto. La administración Biden envió a la secretaria del Interior, Deb Haaland, pero no a la vicepresidenta Kamala Harris, como algunos esperaban, a la toma de posesión de Lula, lo que ha marcado un frío inicio de la relación diplomática.

El lunes temprano, el presidente Biden, quien se encuentra en México para una cumbre de líderes de América del Norte, emitió una declaración conjunta con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, condenando los disturbios y expresando su deseo de trabajar con el “presidente Lula para lograr resultados para nuestros países, el hemisferio occidental y más allá”.

Si bien la mayoría de los republicanos de Miami, algunos de los cuales conocieron personalmente a Bolsonaro durante su viaje a Florida en 2020, se han mantenido en silencio sobre los disturbios en Brasil, al menos uno, el excomisionado de Miami-Dade y alcalde cubanoamericano de Hialeah, Esteban Bovo, intervino.

Usó su cuenta privada de Twitter para responder al senador demócrata Adam Schiff, quien se refirió a Bolsonaro como un “hombre fuerte” que hizo “afirmaciones falsas de fraude electoral” y lamentó que “el mundo sufrirá las consecuencias del terrible ejemplo de Trump en los años venideros”.

Terminó su publicación diciendo: “Estamos contigo, Brasil”.

Bovo respondió: “Los izquierdistas parecen unirse para apoyar al nuevo líder corrupto de Brasil”.