Cubano vs cubano: Pensaron que íbamos a decir que no pero aceptamos. Ahora ya es demasiado tarde

La pelea entre los cubanos Hugo Noriega y Damián Lescaille este 18 de agosto ha captado la atención de los fanáticos del boxeo con una fuerza tremenda.

Ambos suben al mismo ring en una velada de DAZN que tendrá lugar el Hotel Caribe Royale de Orlando por un título continental de la Asociación Mundial (AMB), que habrá de situarlos entre los mejores del peso welter.

Sin duda, este choque reviste una importancia capital para los dos peleadores que llevan relativamente poco tiempo en los Estados Unidos y buscan abrirse paso en el pugilismo profesional, pero en la casa de Noriega están convencidos de que el equipo de Lescaille ha cometido un error monumental.

“Creemos plenamente en las condiciones de Hugo’’, expresó su entrenador Osmiri Fernández.

“Nosotros no decimos que no a nada y sabemos por donde le entra el agua al coco. Del equipo de Lescaille pensaron que íbamos a decir que no pero dijimos que sí. Ahora ya es demasiado tarde’’.

Sin duda, Noriega (8-0, 5 KO) puede ser el próximo peleador de la promotora de Miami M&R que dé el salto hacia niveles superiores como ya lo han hecho sus compañeros de escuadra Melvin López e Idalberto Umara, quienes ya son figuras de televisión nacional bajo la guía de Fernández.

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Enorme -seis pies y dos pulgadas de estatura- para ser un 147 libras, este peleador nacido en Villa Clara ha cosechado elogios entre expertos y aficionados por su manera de pelear y por eso va con paso rápido tras debutar como profesional en el 2022.

“Cuando me preguntaron si estaba en disposición de hacer esta pelea, no lo pensé dos veces’’, comentó Noriega. “Respeto a todos mis oponentes y claro que ambos queremos adelantar nuestras carreras. Sé que a algunos no les gusta la idea, pero tanto él como yo pensamos aprovechar esta oportunidad al máximo’’.

Pero su tarea no será nada fácil ante un Lescaille (4-0, 3 KO) que recientemente cambió de campamento y se mudó a Texas para entrenar con Ronnie Shields, uno de los técnicos más experimentados a la hora de lidiar con boxeadores cubanos y ahora encargado de la carrera del campeón David Morrell Jr.

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Además de Morrell, Lescaille decidió unirse en Houston a un establo que también contiene a otras figuras cubanas en pleno ascenso como Adlay Rodríguez y Yoenis Téllez, quien el pasado sábado lograra una victoria impresionante por nocaut en Las Vegas sobre el español Sergio García.

Antes de llegar a Houston, Lescaille entrenaba con otro profesor de primera línea como Joe Goosen -miembro del Salón de la Fama- en Los Angeles con quien alcanzó balance de cuatro victorias sin derrotas con tres nocauts, pero el welter nacido en Camagüey buscaba algo diferente.

En sus días de amateur, Lescaille se enfrentó a algunos de los mejores del mundo como los medallistas de oro olímpicos Andy Cruz y Roniel Iglesias, además del campeón europeo Kieran Molloy, entre otros, pero ahora como profesional su equipo de trabajo cree tener un futuro campeón mundial.

Así y todo, Fernández considera que Noriega será quien dará el paso adelante.

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“Hugo sobresale por el gran dominio que tiene en este boxeo’’, agregó Fernández.

“Domina las tres distancias, su golpeo más asentado y puede demoler a los rivales en cualquier momento de la pelea y lo ha demostrado. Posee gran sabiduría y escucha muy bien a la esquina’’.

Aunque es muy común entre mexicanos y puertorriqueños, choques entre cubanos no han sido la regla de los últimos tiempos y habría remontarse a la batalla entre Lenier Peró y Geovany Bruzón en enero del 2022 para encontrar una pelea importante entre dos hombres de la mayor de las Antillas.

Pero Fernández cree que peleas entre cubanos serán cada vez más frecuentes.

“Eso es debido a la cantidad que cubanos que van entrando’’, recalcó el entrenador afincado en Kendall.

“Habrá dos, tres o cuatro cubanos en cada división. Cada vez vienen más. Hace un tiempo atrás no pasaban de 10 todos los cubanos en el boxeo, ahora hay cerca de 170’’.