Orlando Gutiérrez Boronat: Cuba y su raíz de libertad | Opinión

“El Señor, sin embargo, no escogió la nación por el bien del lugar, sino el lugar por el bien de la nación”. (2 Macc 5:19)

Este verso del Antiguo Testamento, tomado del segundo libro de Macabeos, refleja dos conceptos fundamentales sobre la existencia nacional de un pueblo. El primero, que el concepto de nación es uno eminentemente espiritual: basado en los valores morales, la unidad de destino y la voluntad de permanecer juntos que distingue a una nación de la otra.

El segundo, que la organización y administración de un territorio no puede tener pre eminencia sobre la identidad espiritual de esa nación. En estos días en que se marca el 154 aniversario del 10 de octubre de 1868, “Grito de Yara”, el inicio de la primera guerra de independencia de Cuba, este versículo bíblico tiene especial relevancia para los cubanos.

A los pocos meses de los inicios de la contienda, en 1869, bajo intensa persecución y en medio del ardiente combate contra fuerzas españolas que eran superiores en número y armamento, los líderes de la insurrección criolla se reunieron en una asamblea constituyente en Guáimaro, en la provincia de Camagüey.

Su prioridad era darse ley lo antes posible. Constituir formalmente un gobierno libre y provisional de la república en armas, para que este fuese representativo de los altos ideales por los que luchaba la nación cubana, y precisamente y sobre todo, para señalar formalmente cuáles eran esos altos ideales que unían a los cubanos en su lucha por la libertad.

Esta Constitución explícitamente establece en el Artículo 24 “que todos los habitantes de la República son enteramente libres”. En el Artículo 28 reconoce y afirma, que la Cámara de representantes, donde estaban concentrados los poderes republicanos según el modelo asambleísta que adoptaron los próceres, “…no podrá atacar las libertades de culto, imprenta, reunión pacífica, enseñanza y petición, ni derecho alguno inalienable del pueblo”.

Es decir, se reconoce en la primera carta magna cubana, que el gobierno cubano se funda en servicio y obediencia a valores superiores y universales, recogidos de manera imborrable en la misma naturaleza del ser humano, y que no pueden ser pisoteados por el gobierno sin perder este gobierno su propia razón de ser.

El pensamiento visionario de los fundadores de la patria cubana se basaba en lo dicho en Macabeos: la existencia de la nación ha de primar sobre las formas escogidas para administrar el territorio de la misma.

Este 10 de octubre fue marcado en Cuba por protestas ciudadanas en más de una docena de ciudades. Es el nuevo capítulo en el levantamiento cívico del pueblo cubano iniciado el 11 de julio del 2021.

En este 10 de octubre, al igual que aquel de 1868, los cubanos se levantan para reclamar la libertad que es suya como regalo de Dios y como herencia como cubanos. La República de Cuba nació para ser libre. La libertad y el derecho son los valores eternos y universales que consagran lo cubano. Sin libertad y sin derecho Cuba no es Cuba.

Una exigua minoría de cubanos quieren imponerle al resto de la nación una ideología, o forma de organizar el territorio y población, por encima de los mismos valores de la nación. Esta mentira va en contra de la misma razón de ser de los cubanos. El pueblo cubano se ha rebelado contra la mentira. No acepta seguir viviendo en ella.

Como muestra mi libro de próxima publicación “Cuba: the Doctrine of the Lie”, el grupo que tomó el poder en Cuba en 1959 se propuso desmontar sistemáticamente todas las instituciones cubanas, su cultura y su base productiva, con el objetivo de controlar a los cubanos. Este grupo y la maquinaria internacional que los apoya se dio como tarea el justificar este sometimiento del pueblo cubano mediante una doctrina cuidadosamente elaborada y transmitida por múltiples medios.

Es la doctrina de la mentira, establecida para promover la causa totalitaria mundial a cuestas del bienestar y la misma existencia del pueblo cubano.

Después de décadas de resistencia, el pueblo cubano se ha levantado en contra de la mentira que lo ahoga, volviendo a su raíz mambisa. Que Dios lo bendiga, tal y como dicta Su Palabra.

Orlando Gutiérrez Boronat es el coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana en Miami. Su libro “Cuba: the Doctrine of the Lie,” será presentado el 25 de octubre en la librería Books & Books en Coral Gables, a las 6:30 p.m.



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