Cuba anuncia medidas drásticas contra sector privado pese a empeoramiento de la economía

La expansión de un emergente sector privado en Cuba probablemente se detendrá si el gobierno implementa nuevas medidas anunciadas por el Primer Ministro cubano en un discurso en la Asamblea Nacional en el que culpó a estas empresas de evadir impuestos y aprovechar divisas que alguna vez fueron a las arcas del gobierno.

El primer ministro Manuel Marrero anunció el miércoles que las empresas privadas tendrán que pagar las importaciones “desde cuentas en bancos cubanos”, medida que dijo se implementará “gradualmente” sin dar más detalles.

La medida impediría efectivamente que muchas empresas continúen en sus negocios porque el gobierno no vende moneda extranjera a estas empresas, y ningún mecanismo actual permitiría a una empresa privada transferir divisas al extranjero utilizando el sistema bancario cubano.

Actualmente, estas empresas no pueden importar directamente sino a través de una agencia importadora estatal. Algunos propietarios de empresas utilizan cuentas bancarias en terceros países para realizar transacciones. Otros han estado comprando dólares en el mercado negro y utilizando intermediarios como pequeñas agencias de remesas que pagan a proveedores en el extranjero en su nombre.

Para abordar el problema y apoyar al sector privado, el gobierno de Joe Biden cambió las regulaciones del embargo en mayo para permitir que los propietarios de empresas privadas cubanas abran cuentas en bancos estadounidenses, pero los bancos aún no lo han concretado.

El nuevo requisito de utilizar bancos cubanos para pagos también parece ser una respuesta al gobierno de Biden aunque inicialmente los diplomáticos cubanos dijeron que el gobierno de la isla no se opondría.

“No puede ser que vayas a la importadora y digas, ‘mira tráeme esto, ya yo eso lo compré y lo pagué afuera’. No. ¿Usted quiere importar? Bueno, vamos a tener que utilizar cuentas de bancos cubanos,” dijo el primer ministro con una leve sonrisa.

Marrero también dijo que las empresas privadas deberán certificar el origen del dinero que utilizarían para pagar las importaciones, pagar derechos aduaneros y portuarios en dólares y solicitar autorización a los gobiernos municipales para vender bienes o servicios fuera de la provincia en la que fueron creadas. Esta última medida, dijo, garantizaría que las empresas no se expandan más allá del límite de 100 empleados.

El gobierno también aumentará el monitoreo de las cuentas bancarias vinculadas a estas empresas y a sus propietarios a efectos fiscales.

Apenas tres años después de que se permitieran por primera vez en 2021, las pequeñas y medianas empresas, conocidas como mipymes en español, se han convertido en importantes importadores de alimentos y otros bienes esenciales, llenando el vacío dejado por el gobierno que tiene problemas de liquidez y ofreciendo un salvavidas a muchas familias cubanas. También brindan diversos servicios, desde construcción y transporte hasta atención a personas mayores y programación de software.

Según cifras compartidas por Marrero en una presentación de PowerPoint, el sector privado, incluidos los trabajadores por cuenta propia y las cooperativas, representa el 20 por ciento del PIB del país. Las empresas privadas importaron bienes por 1,300 millones de dólares en 2023 y 936 millones de dólares hasta junio.

Su rápido crecimiento se ha producido a pesar de la lenta recuperación de la economía tras la pandemia y de una contracción de casi el 2% el año pasado, según cifras oficiales recientes.

Pero Marrero describió esa actividad económica de manera negativa, acusando a estas empresas de evadir impuestos, hacer subir el precio del dólar y capturar las divisas que solían ir al gobierno.

La “actividad financiera y comercial del sector privado... genera una demanda incontrolable de divisas”, dijo. “Ustedes podrían decir, ‘pero es bueno que importen y traigan cosas’. Sí, si pagaran impuestos, si lo vendieran y comercializaran a unos precios justos al pueblo, si estuviera en correspondencia con las necesidades clave de la población. Pero realmente esto no es así y por eso hay que controlarlo, regularlo, no prohibirlo”.

Desde el año pasado, cuando el gobierno anunció la eliminación de los incentivos fiscales para el sector privado y ordenó a estas empresas que dejaran de aceptar efectivo como forma de pago, quedó claro que algunos sectores de la dirigencia cubana se sentían incómodos con el crecimiento inesperado del sector privado, a pesar de la muchas restricciones impuestas por el gobierno a las que ya se enfrentaban.

Los partidarios de la línea dura han mostrado preocupación de que el experimento con el capitalismo pueda amenazar el férreo control del poder por parte del gobierno, y los militares cubanos, que solían controlar la mayor parte de las divisas que iban a la isla, están viendo a estas empresas como competencia, dijeron fuentes en Cuba.

A principios de este año, el gobierno comenzó a auditar empresas privadas, e incluso arrestó a algunos dueños, bajo acusaciones de corrupción, evasión fiscal y especulación de precios. A principios de este mes, impuso límites a algunos alimentos y bienes vendidos en tiendas privadas y limitó la cantidad que las empresas estatales pueden pagar a empresas privadas que proporcionan suministros o servicios.

Pero el discurso de Marrero hizo más evidente hasta qué punto el gobierno está persiguiendo a estas empresas en lo que, según él, no es una “cruzada” sino un intento de combatir la evasión fiscal.

Dijo que los inspectores del gobierno multaron a más de 1.000 empresas y 63.000 trabajadores autónomos por evasión fiscal y cerraron 20 empresas. Tras la imposición de los límites de precios, dijo que el gobierno movilizó alrededor de 7000 inspectores para garantizar su cumplimiento por parte de los propietarios de empresas privadas. En apenas dos días, añadió, impusieron más de 4,300 multas por un valor de más de 13 millones de pesos cubanos.

En última instancia, dijo, el gobierno quería asegurarse de que estaba implementando correctamente los lineamientos aprobados por el Partido Comunista para que cada actor económico desempeñara el papel que le fue asignado.

“Por eso tenemos que fortalecer la economía estatal socialista y las demás formas de gestión son un complemento”, dijo. “En algunos casos ha sido al revés”.