Cuando una extremidad cobra vida propia: El enigma del Síndrome de la Mano Alienígena

Las personas con el Síndrome de la Mano Alienígena (SMA) pierden el control de una de sus manos. (Getty Images)
Las personas con el Síndrome de la Mano Alienígena (SMA) pierden el control de una de sus manos. (Getty Images)

Las manos son partes del cuerpo fundamentales en tu vida diaria. Con ellas tocas, agarras, sientes, acaricias. Te sirven para comer, escribir, tocar instrumentos, utilizar herramientas, conducir, peinarte, cocinar, hacer deportes, chatear con los amigos.

Pero te imaginas qué pasaría si un día una de tus manos “enloquece” y comienza a actuar de manera independiente, haciendo caso omiso a lo que en realidad le ordenas.

Eso es lo que sucede cuando una persona es diagnosticada con el Síndrome de la Mano Ajena o Alienígena (SMA), una condición neurológica poco común que hace que la mano de una persona actúe independientemente de su conciencia o voluntad cognitiva.

La patología se caracteriza por movimientos involuntarios, incontrolables pero aparentemente intencionados de las extremidades. Los pacientes sienten como si estuvieran realizando acciones sin su control consciente o siendo controlados por una fuerza externa.

La condición también se le conoce como "síndrome del Dr. Strangelove", por el personaje principal de la famosa película de Stanley Kubrick de 1964, en la que el brazo derecho del Dr. Strangelove intenta repetidamente hacer un saludo nazi, y es golpeado una y otra vez con su brazo izquierdo.

El SMA fue descrito por primera vez en 1908, cuando Kurt Goldstein trató a una mujer de 57 años que desarrolló movimientos involuntarios en la mano izquierda luego de un derrame cerebral. Lo describió como “un tipo de apraxia con una sensación de extrañamiento entre el paciente y su mano” . Pero no fue sino hasta 1972 en que se utilizó el término "Síndrome de la Mano Alienígena", después de que los neurólogos Brion y Jedynak observaron a tres pacientes con tumores callosos que no podían controlar las acciones de sus propias manos.

El profesor Saúl Martínez Horta, del departamento de Neuropsicología del Hospital Sant Pau de Barcelona, explicó a la estación Onda Cero que el SMA se ve especialmente en un tipo de enfermedades neurodegenerativas que se llaman síndromes corticobasales, que afectan el área del cerebro que procesa la información y las estructuras cerebrales que controlan el movimiento.

El experto explicó que el síndrome consiste en que una de las extremidades adquiere una vida o una conciencia propia. “Tú ves a la persona y habitualmente tiene una extremidad levitando y la otra apoyada. A veces aparecen unos movimientos como de tentáculos en los dedos, pero en las fases más evolucionadas del síndrome esa mano ejecuta acciones en ausencia de voluntad por parte de la persona”.

La mano tiende a ejecutar acciones muy primarias como agarrar objetos y la mano intenta agarrar cosas. Martínez Horta se ha encontrado casos mucho más complejos, en los que la persona intenta encender la luz con una mano, pero la otra mano se lo impide. También ocurre que para hacer funcionar la mano alienada, tiene que darle órdenes verbales.

Al SMA también se le conoce como ek
Al SMA también se le conoce como ek "síndrome del Dr. Strangelove", por el personaje de la famosa película de Stanley Kubrick de 1964, en la que el brazo derecho del Dr. Strangelove intenta repetidamente hacer un saludo nazi. (Photo by Silver Screen Collection/Getty Images)

En uno de los casos descritos en 1999, la mano izquierda de un hombre de 67 años se movía mientras él dormía por las noches. La extremidad llegaba al punto de despertarlo agarrándolo por el cuello. Por fortuna, el paciente encontró una solución sencilla para apaciguar su mano al usar un guante de cocina antes de acostarse.

En otro caso divulgado en el 2000, la mano alienígena de un hombre de 73 años se dedicaba a masturbarlo mientras dormía.

Otro caso conocido por la comunidad científica es el de Karen Byrne, una mujer que ha vivido más de la mitad de su vida con el síndrome que comenzó a los 27 años cuando fue operada para controlar una fuerte epilepsia.

Karen dio cuenta del problema casi al salir del quirófano que su mano izquierda estaba fuera de control.

"Encendía un cigarrillo, lo balanceaba sobre un cenicero y luego mi mano izquierda se extendía hacia adelante y lo apagaba. Sacaba cosas de mi bolso y no me daba cuenta. Perdí un muchas cosas antes de darme cuenta de lo que estaba pasando".

La explicación científica de lo que ocurre a las personas con SMA la ofreció el neurobiólogo Roger Sperry, quien demostró que cada hemisferio del cerebro es capaz de funcionar de manera independiente.

En uno de sus experimentos más conocidos, se puede ver a un paciente con problemas neurológicos cuando intentaba resolver un rompecabezas. En un principio, el hombre intentó resolverlo con la mano izquierda (que controla el cerebro derecho) y lo hizo con bastante éxito.

Luego Sperry le pidió que lo intentara de nuevo usando la mano derecha (controlada por el hemisferio izquierdo) pero la mano no tenía idea de qué hacer. Entonces la mano izquierda intentó ayudar, pero la mano derecha no quería ayuda, y ambas manos terminaron peleando como dos niños pequeños.

Este tipo de experimentos llevaron a Sperry a concluir que "cada hemisferio es un sistema consciente por derecho propio, que percibe, piensa, recuerda, razona, desea y emociona". Sperry recibió el premio Nobel por su trabajo en 1981.

Se han desarrollado tratamientos farmacológicos que ayudan a controlar un poco la condición, pero en muchos casos el SMA no tiene cura. Los pacientes simplemente consiguen formas creativas de mantener sus extremidades rebeldes bajo control.

Fuentes: OndaCero, Cureus, NBCNews, WebMD, Psychiatrist, BBC.

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