Cuando los artistas de circo estadounidenses se pusieron en huelga

Los espectáculos circenses han tenido una gran tradición en los Estados Unidos desde mediados del siglo XIX, siendo uno de los principales medios de entretenimiento familiar (motivo por el que se le llegó a conocer como ‘el mayor espectáculo del mundo’) hasta llegados a la mitad del XX, cuando el sector empezó a sufrir cierto desgaste ante la popularización del cine y, sobre todo, la aparición de la televisión.

En 1956 los artistas de circo estadounidenses se pusieron en huelga (imagen vía Picryl)
En 1956 los artistas de circo estadounidenses se pusieron en huelga (imagen vía Picryl)

Numerosas son las compañías de circo que se fundaron a lo largo y ancho de EEUU, surgiendo con el tiempo múltiples fusiones que llevaron a que a partir de 1919 uno de los circos más grandes e importantes (resultado de varias uniones) fuese el ‘Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus’.

Contaba con un enorme elenco de artistas, animales y material, que se trasladaban de un lugar a otro con una interminable caravana de vagones de tren. El tiempo y trabajo que se invertía en montar y desmontar toda la infraestructura (en aquella época los espectáculos circense únicamente se realizaban bajo carpas) y trasladarse era, en ocasiones, al que pasarían realmente en una población realizando las representaciones.

En este tipo de circos (como el Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus) todos tenían que hacer de todo y los propios artistas (por muy estrellas del espectáculo que fuesen) debían trabajar en el montaje y desmontaje de las carpas, gradas, carga y descarga, por lo que sus jornadas laborales en ocasiones eran de hasta 14 horas diarias entre el tiempo invertido en ese trabajo al que se le sumaba el del propio espectáculo.

Esto motivó que un elevado número de artistas circense decidieran sindicarse, con el fin de exigir mejores condiciones laborales y, sobre todo, salariales, debido a que también existía una gran diferencia de sueldos entre lo que cobraban los diferentes trabajadores circenses.

Mediados de la década de 1950 fue uno de los momentos más álgidos de las reclamaciones de mejoras laborales. Muchos de los artistas se unieron al ‘American Guild of Variety Artists’ (AGVA), el gremio sindical que se encargaba, desde 1939, en representar los intereses de los artistas de entretenimiento (como circo, variedades, cabarets…), pero otros fueron atraídos por un líder sindical que por aquella época estaba representando a los camioneros y que decidió aglutinar también las demandas de otros colectivos.

Este líder sindical no era otro que el polémico Jimmy Hoffa, quien también tenía extraños vínculos con la mafia.

La aparición de Hoffa en el ámbito laboral circense dividió por completo a todos los artistas y trabajadores de este colectivo, provocando, en 1956, una de las mayores huelgas del circo en Estados Unidos.

Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus había desoído la mayoría de las demandas de mejoras laborales y salariales que le había llegado por parte de los asociados al AGVA, por lo que muchos decidieron afiliarse al sindicato de Hoffa, que en aquellos momentos era el que tenía más poder en el país.

De los cerca de 900 trabajadores empleados en el Ringling, más de la mitad anunciaron ponerse en huelga en la primavera de 1956. Esto llevó a que por primera vez en la historia esta compañía decidiera ofrecer un espectáculo circense dentro de un local y bajo techo, debido a que no tenía suficiente personal para montar las carpas y gradas, además de modificar el contenido de sus números, pues no contaba tampoco con suficientes artistas.

Esto sucedió a su llegada a la ciudad de Nueva York, donde en lugar de montar las carpas se decidió realizar el espectáculo en el interior del Madison Square Garden (tras llegar a un acuerdo con el ayuntamiento de la ciudad).

Hoffa anunció que enviaría a numerosos piquetes a las inmediaciones del MSG con el fin de boicotear las funciones del Ringling del 4 de abril.

La prensa neoyorquina (entre ellos The New York Times) se hizo eco de la noticia, pero sobre todo de la negativa de Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus a realizar mejoras laborales y salariales, además de firmar contratos de cobertura a sus 900 empleados (artistas y trabajadores).

Aquella huelga fue un éxito y numerosos los trabajadores circenses que decidieron marcharse y unirse a Jimmy Hoffa, algo que animó al líder sindical a apoyar la creación de un nuevo circo (gestionado por los disidentes pero controlado por él mismo), con el fin de hacer la competencia al Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus.

En 1957 ambos circos coincidieron en una misma ciudad: Boston. El gestionado por los hombres de Hoffman realizó sus funciones en el Boston Arena (con una capacidad para 8.000 espectadores), mientras que al otro lado de la ciudad el Ringling en el Boston Garden (para 14.000 personas).

Durante un par de años hubo una feroz competencia entre ambos circos, pero casi todas las batallas (tanto por asistencia de público como calidad del espectáculo) las ganó el Ringling, sobre todo desde el momento en el que Hoffman empezó a tener problemas con la ley y obligado a someterse a alguna que otra comisión del Senado.

Fuente de la imagen: picryl

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