¿Cuán dañino es broncearse en realidad?
P: ¿Broncearse es igual de dañino para la salud que quemarse? ¿No es bueno obtener vitamina D de la exposición al sol?
R: Aunque los índices de bronceado artificial han disminuido en Estados Unidos, muchas personas siguen intentando broncearse al aire libre. Según un análisis que hizo el Instituto Nacional del Cáncer de los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2020, alrededor del 39 por ciento de las mujeres y el 29 por ciento de los hombres de Estados Unidos habían tratado de broncearse intencionalmente al aire libre en el último año.
No obstante, aunque la piel bronceada no duele ni se despelleja como una quemadura solar, sigue siendo nociva, señalan los expertos. “Si la piel pudiera hablar, diría ‘¡Ay!’ cada vez que te bronceas”, aseveró Maral Skelsey, dermatóloga de la Universidad de Georgetown.
De hecho, dijo Skelsey, la piel bronceada es resultado de una lesión cutánea: la pigmentación extra es un intento de la piel de protegerse de un daño mayor.
El bronceado puede provocar cáncer de piel entre otras cosas
Las quemaduras solares se asocian desde hace tiempo a un mayor riesgo de cáncer de piel, pero el bronceado también aumenta el riesgo, afirmó Patricia Farris, dermatóloga de Metairie, Luisiana.
El bronceado y las quemaduras solares se deben a la exposición a dos tipos de rayos ultravioleta emitidos por el sol. Los rayos ultravioleta B (UVB) provocan quemaduras solares y los rayos ultravioleta A (UVA) penetran a mayor profundidad e inducen el bronceado. Ambos tipos de rayos ultravioleta pueden provocar mutaciones en el ADN que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, comentó Farris.
“Cuando se puso de moda el bronceado artificial, se propagó la idea de que lo podías hacer sin peligro, siempre que no te quemaras”, explicó. “Casi de inmediato, los dermatólogos empezaron a ver pacientes cada vez más jóvenes con diferentes tipos de cáncer de piel y, en particular, melanoma”.
La radiación UVA también daña la piel de otras maneras, según Min Deng, dermatóloga de MedStar Health en Chevy Chase, Maryland. “Hay toda una serie de consecuencias moleculares”, dijo, y agregó que, además de dañar el ADN directamente, la radiación UVA suprime el sistema inmunitario de manera que también aumenta el riesgo de cáncer.
También envejece la piel; los rayos UVA “descomponen las moléculas de colágeno y elastina y provocan arrugas, manchas cafés y un aspecto avejentado de la piel”, explicó Farris.
¿Y la vitamina D?
Aunque es importante absorber suficiente vitamina D (los adultos de 19 a 70 años deben procurar absorber 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día), la gente suele tener ideas equivocadas sobre la mejor manera de hacerlo, según los expertos.
La vitamina D se sintetiza en la piel tras la exposición a los rayos UVB del sol. Según las investigaciones, la mayoría de los adultos de piel clara obtienen suficiente vitamina D tras pasar hasta 10 minutos al aire libre al mediodía durante los meses de primavera y verano.
Los estudios también sugieren que el protector solar no afecta la capacidad del organismo para producir vitamina D a partir de la exposición a la luz solar, aseveró Farris.
Si tienes la piel más oscura, es posible que tu cuerpo no sintetice tanta vitamina D a partir de la luz solar, por lo que es más seguro obtenerla de alimentos como el salmón, las yemas de huevo, la leche enriquecida y el jugo, así como de suplementos, dijo Skelsey.
Los adultos mayores también tienen más problemas para sintetizar la vitamina D en comparación con las personas más jóvenes, señaló Skelsey, y agregó que, por lo tanto, cuanto mayor seas, deberás consumir más alimentos abundantes en vitamina D o tomar suplementos.
Cómo protegerse del sol>
Para proteger mejor la piel de los rayos UVA y UVB, utiliza un protector solar de “amplio espectro”, explicó Skelsey; la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda un factor de protección solar (FPS, por su sigla en inglés) 30.
Para las personas con tonos de piel más oscuros, Deng aconseja el uso de protectores solares minerales con color, ya que el óxido de hierro que contienen protege la piel de otras longitudes de onda de la luz que contribuyen a la hiperpigmentación y otros trastornos comunes con la piel más oscura.
“Los pacientes con tonos de piel más oscuros sufren quemaduras solares y desarrollan cáncer de piel”, señaló Deng.
Según Deng, lamentablemente la mayoría de la gente se aplica muy poco protector solar. “Solo se aplican una cuarta parte del espesor que se supone que deben aplicarse”, dijo.
Para obtener una cobertura adecuada, aplica una onza, el equivalente a un caballito, de protector solar sobre toda la piel expuesta. Si usas un aerosol, ella recomienda rociarlo a un par de centímetros de la piel y luego frotarlo con las manos.
Deng asegura que la mayoría de la gente no se vuelve a aplicar el protector solar con la frecuencia con la que debería hacerlo. Si nadas, te salpica el agua o sudas, debes volver a aplicártelo cada hora, aunque se trate de un protector solar resistente al agua, dijo. Si no te mojas, debes volver a aplicarlo cada dos horas.
La Academia Estadounidense de Dermatología también recomienda usar ropa con protección solar con su factor de protección ultravioleta (UPF, por su sigla en inglés), en la etiqueta. “La ropa con protección solar, los sombreros, las sombrillas de playa, las gafas de sol y los cristales polarizados de los autos son muy útiles”, concluyó Skelsey.
c.2023 The New York Times Company