La crisis en ChatGPT

Octavio Islas

EL UNIVERSAL

El viernes 17 de noviembre, la directiva de la firma OpenAI, creadora de ChatGPT, de forma inesperada destituyó a su consejero delegado, Sam Altman.

El despido de Altman detonó una severa crisis en ChatGPT.

El mismo viernes se informó que Mira Murati, de origen albanes y quien forma parte de la junta directiva de OpenAI donde se había desempeñado como directora de Tecnología, asumirá provisionalmente las funciones de Altman, mientras la directiva de OpenAI encuentra al nuevo consejero delegado.

De acuerdo con Greg Brockman, presidente de OpenAI, en un primer mensaje publicado a través de X reveló que Altman fue notificado de su despido por Ilya Sutskever, otro miembro de la directiva de la firma.

Pocas horas más tarde, Brockman, cofundador de OpenAI presentó su renuncia en señal de protesta y, reveló más detalles de la destitución de Altman, deslizando que el científico jefe de la empresa, Ilya Sutskever, había orquestado el despido de Altman.

La junta directiva de OpenAI pretendió así justificar el despido: “una revisión de la conducta de Altman concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, obstaculizando su capacidad para ejercer sus responsabilidades".

A consecuencia del despido de Altman, algunos de los principales investigadores de OpenAI decidieron presentar sus renuncias -informa Wired-, y ejecutivos e inversores de todo el sector han expresado su conmoción y confusión ante lo que se percibe cada vez más como un golpe de estado del consejo de administración.

En un mensaje publicado en X, 505 de los 700 empleados de OpenAI calificaron a los miembros de la junta directiva como incompetentes, y amenazaron con dimitir.

El lunes 20 de noviembre se dio a conocer que Altman fue fichado por Microsoft.

OpenAI, señala Wikipedia, fue fundada en 2015 por Ilya Sutskever, Greg Brockman, Trevor Blackwell, Vicki Cheung, Andrej Karpathy, Durk Kingma, Jessica Livingston, John Schulman, Pamela Vagata y Wojciech Zaremba, con Sam Altman y Elon Musk como miembros iniciales de la junta. Microsoft proporcionó a OpenAI una inversión de mil millones de dólares en 2019 y una inversión de diez mil millones de dólares en 2023.

Además de Musk, otro importante inversor en los inicios de ChatGPT fue Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn.

OpenAI inició como un laboratorio de investigación de inteligencia artificial con una organización sin fines de lucro (OpenAI Incoporated) y otra subsidiaria con fines de lucro (OpenAI Limited Partnership).

El 27 de abril de 2016, OpenAI lanzó la versión beta pública de su plataforma para la investigación de aprendizaje reforzado. Los sistemas de OpenAI se ejecutan en una plataforma de supercomputación basada en Azure de Microsoft.

La introducción de ChatGPT, en noviembre de 2022, proyectó a Open IA, afirmándola como uno de los negocios más importantes en el planeta.

Las notables capacidades de ChatGPT, como resolver complejos rompecabezas y manejar preguntas que podrían requerir un razonamiento similar al humano -destaca Wired- dejaron atónitos a los investigadores de IA, asombraron al público y desencadenaron una carrera armamentística entre las grandes empresas tecnológicas para construir una IA más potente. El éxito del robot convirtió a Altman en una celebridad de la tecnología, consultada por líderes mundiales sobre el futuro de la tecnología de IA.

La destacada participación de Altman en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, celebrada la semana pasada en San Francisco, generó cierto malestar entre determinados miembros de la directiva de OpenAI.

Altman reconoció los grandes riesgos que implica el desarrollo de la IA. Su mensaje subrayó la importancia de proceder con estricta responsabilidad considerando todo lo que puede estar en juego.

De acuerdo con Wired, ante cientos de líderes empresariales y gubernamentales, el jueves 16 de noviembre, Altman afirmó que los sistemas de IA podrían resolver los problemas más acuciantes de la humanidad si su desarrollo se lleva a cabo de forma responsable.

"Ahora mismo estamos en vías de autodestrucción como especie", dijo, sentado junto a ejecutivos de Meta y Google. "Necesitamos nuevas tecnologías si queremos prosperar durante decenas, cientos de miles y millones de años más".

Altman reconoció que el éxito no era seguro, pero expresó su confianza en que la IA acabaría siendo beneficiosa, y describió la tecnología como el trabajo de su vida, desde la infancia. "Será la tecnología más transformadora y beneficiosa que la humanidad haya inventado hasta ahora", afirmó.

Todo parece indicar que Microsoft será el único ganador en el torpe juego de suma cero por el que apostaron los integrantes de la directiva de la firma OpenAI.