El crimen de Fernando Báez Sosa: ¿Las maniobras de RCP pueden dañar como lo señaló la defensa de los acusados?

Todos deberíamos estar capacitados en RCP y uso del desfibrilador externo automático (DEA), recomiendan los expertos
Todos deberíamos estar capacitados en RCP y uso del desfibrilador externo automático (DEA), recomiendan los expertos

A días de que en el juicio por el homicidio de Fernández Báez Sosa se apuntó al uso de la reanimación cardiopulmonar (RCP) como maniobras que “agravaron la situación por la movilización del cuerpo”, la defensa de los imputados insistió hoy en que la práctica “puede causar traumas” al cuestionar la autopsia. ¿Puede la RCP causar daño? ¿Es más el riesgo o el beneficio en una persona que acaba de colapsar?

De 1910. Comenzó la restauración de una joya del art nouveau oculta detrás de un supermercado y una tienda de rubros generales

Dos referentes en el uso de esta intervención de emergencia que salva vidas coincidieron en que los riesgos, que existen, son menores que el beneficio en una persona que no se mueve, no responde ni respira. Es nada más y nada menos que aumentar la posibilidad de sobrevida.

No hay intervención que sea absolutamente inocua. Las maniobras de reanimación pueden causar fracturas de costilla, de esternón, neumotórax, neumomediastino, ruptura hepática o esplénica. Pero son complicaciones muy raras y, entre ellas, la que podría ser relativamente menos rara es la fractura de una costilla. Pero es mucho más riesgoso no iniciar la reanimación cardiopulmonar”, sostuvo Jorge González Zuelgaray, director de la carrera de Especialista en Arritmias y Electrofisiología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Aumentar la cantidad de testigos entrenados para actuar desde el primer minuto que una persona colapsa incrementa sus chances de sobrevida. Por eso, desde hace años, se promueve que toda la población esté capacitada en RCP con uso del desfibrilador externo automático (DEA) para asistir a una persona que se desploma sin latidos ni respiración en la casa, el trabajo, el gimnasio o la calle hasta la llegada de una ambulancia.

En el país, ocurren alrededor de 40.000 muertes súbitas cada año y tres de cada cuatro suceden fuera de un hospital o centro de salud. Por cada minuto que pasa sin iniciar las maniobras de RCP, disminuyen un 10% las posibilidades de sobrevida sin secuelas neurológicas.

El paro cardíaco ocurre cuando el corazón se detiene de manera inesperada. Se interrumpe la circulación y esto afecta primero el cerebro, que deja de recibir oxígeno. Con las compresiones rítmicas de la RCP en el tórax, el corazón vuelve a bombear. La descarga eléctrica del DEA normaliza los latidos cuando la muerte súbita es por una arritmia llamada fibrilación ventricular, es decir, en más del 80% de los casos.

“La RCP reanima exitosamente al 5% de las víctimas de un paro cardíaco y esto aumenta al 70% cuando hay un DEA. De ahí nuestra insistencia en que toda la población aprenda RCP y contemos con DEA en sitios estratégicos”, agregó González Zuelgaray, que también es jefe de Electrofisiología de los sanatorios de la Trinidad San Isidro y Ramos Mejía.

“Apuntó sin piedad”: esperan la decisión del jurado en el juicio contra el terrorista que mató a cinco argentinos en Nueva York

Lugares estratégicos

Esos lugares estratégicos, de acuerdo con el texto de la Ley 27.148 que define el sistema de prevención integral de la muerte súbita, son los espacios públicos y privados de acceso público (espacios cardioprotegidos). Es decir, establecimientos deportivos y culturales, centros religiosos, casinos, bancos, estaciones de transporte, centros comerciales, barrios privados y lugares de trabajo con más de 1000 empleados, entre otros sitios.

Silvio Aguilera es presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Prehospitalaria y participó desde el inicio en la formulación y reglamentación de la norma. “Como todo procedimiento –señaló–, [la RCP] tiene una técnica determinada. ¿Cuál es el objetivo? Preservar la función del corazón y hay que realizarla cuando estamos ante una persona con un paro cardiorrespiratorio. Cualquier persona, con algo de entrenamiento, lo puede reconocer: la víctima está inconsciente (no reacciona al tocarla o moverla), el tórax no sube ni baja como lo hace normalmente [al respirar] y no respira.” Esto indica, según continuó, que, clínicamente, la persona está muerta y ahí hay que iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.

La técnica consiste en hacer compresiones rítmicas (entre 100 y 120 por minuto) con las manos entrelazadas sobre el pecho de la persona que se está asistiendo “a una profundidad lo máximo que podemos”, según detalló Aguilera. “Esto hará que pueda volver a salir sangre del corazón hacia el resto del cuerpo”, agregó. Con el DEA, en tanto, se revierte el desorden eléctrico del corazón que causa la muerte súbita.

Cómo realizar la maniobra de RCP
Paso a paso, cómo realizar la RCP

“Si no tenemos un DEA cerca –continuó–, como antes de iniciar las maniobras se alertó al sistema de emergencias, cuando llegue la ambulancia, equipada con un desfibrilador automático o manual, se aplicará el choque eléctrico para revertir la fibrilación ventricular.”

El emergentólogo destacó la importancia de identificar rápido el paro cardíaco, llamar al sistema de emergencia local para poder contar con un DEA e iniciar las maniobras de RCP. “Si esto se hace todo rápido y la desfibrilación se hace de manera temprana, logramos que la persona que clínicamente estaba muerta, vuelva a tener pulso y tenga chances de sobrevida”, detalló.

Sobre si es posible dañar con las maniobras, respondió que si la técnica es la correcta no hay ningún riesgo para el paciente. “Si tenemos en cuenta que esta persona en paro cardiorrespiratorio está clínicamente muerta, no podemos hacer un daño mayor. Lo que le estamos dando con la RCP es una chance de que se recupere una vez que llegue el DEA”, sostuvo.

Ambos referentes consultados recomendaron hacer un curso con instructores acreditados para contar con el entrenamiento básico y poder aplicar la técnica adecuadamente. Si hay que intervenir ante una emergencia, operadores entrenados de los servicios de emergencia locales pueden guiar en cómo iniciar y sostener las maniobras hasta la llegada del equipo de asistencia.

Mientras que la técnica de RCP suele enseñarse a partir de los 13 años, porque a esa edad ya se tiene la fuerza para hacer las compresiones, González Zuelgaray comentó que en el mundo existe consenso en cuanto a la conveniencia de empezar a hacerlo a través del juego desde la escuela primaria. “Los chicos tienen un efecto multiplicador: van a sus casas y enseñan”, sostuvo.