¿Cremación o inhumación?

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 31 (EL UNIVERSAL).- Al morir quedan dos opciones para el cuerpo, una es la inhumación o entierro y otra es la cremación o incineración. Reducir el cuerpo en cenizas se ha convertido en la opción más popular, principalmente debido a su costo, aunque el entierro tradicional aún tiene sus pros.

A la tierra. Es la práctica más aceptada por todas la religiones ya que permite el proceso natural de transformación y descomposición. Además, da la opción de crear mausoleos o placas personalizadas en honor al ser querido.

La principal desventaja con la inhumación es que cada vez es más difícil encontrar lotes a perpetuidad (propiedad para toda la vida) en los cementerios. Actualmente, se paga por el uso del espacio a siete años con derecho a refrendar por tres periodos, es decir, por 21 años en total, después de eso, los restos son exhumados.

Entonces, los restos son sacados para que los familiares se los lleven; de no hacerlo, la ley dice que se tienen que conservar en la misma fosa, pero sin ataúd. Se ponen en una bolsa de polietileno y se meten al pie de la fosa, encima de la tierra de otro difunto que ocupe ahora el espacio.

Nuevamente enterrados, solo puedes reclamarlos si los familiares del nuevo ‘inquilino’ de la fosa te autoriza escarbar y no se han realizado obras como lápida o mausoleo; de otro modo, vas a tener que esperar otros siete años para rescatarlos. Si tu mala memoria los deja de nuevo olvidados, los vuelven a meter en bolsa, los ponen en la misma fosa debajo del nuevo ataúd, después de una capa de tierra.

Hechos polvo. Además de la facilidad para movilizar los restos de un ser querido, la mayor ventaja de la incineración es la económica. El costo de un servicio de inhumación puede ir de 5 mil a 10 mil pesos; sin tomar en cuenta el costo por el lote en un panteón que puede costar de 25 mil a 100 mil pesos, además de la adquisición del ataúd, cuyo costo varia entre 2 a 10 mil pesos, más los debidos servicios funerarios.

En tanto, una cremación puede alcanzar un costo en promedio de 6 mil pesos, ya incluyendo una urna modesta. No existe ninguna ley que prohíba tener las cenizas de tu ser querido en tu casa. Por lo tanto, si la familia no quiere o no puede gastar de más, puede tenerla consigo hasta que consigan un nicho o decidan qué hacer con las cenizas.

En promedio, en el nicho de una iglesia o panteón puedes meter hasta cinco urnas; algunas más caras y con más espacio pueden ser hasta para ocho. La cremación tiene un beneficio sanitario extra: se evita el deterioro y putrefacción del cuerpo, lo cual beneficia al medio ambiente. Además, este procedimiento funerario evita las epidemias y las enfermedades puesto que se destruyen inmediatamente los restos.

OTRA VIDA. Asimismo, en la actualidad, existen procesos que consiguen transformar las cenizas para honrar y hacer transcender a nuestros familiares. En el mercado también ya hay disponibles receptáculos en los que se colocan las cenizas y sirven como abono para dar vida a un árbol, hay quienes elaboran piezas artísticas, cuadros o piezas de joyería, de esta manera siempre tendrás a tu ser querido muy cerca de ti.