Crece la tensión en Guyana: Maduro anuncia una “acción defensiva” en el Atlántico ante la llegada de un buque británico

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro ordenó a más de 5600 efectivos de las Fuerzas Armadas a participar a partir de hoy en entrenamientos militares.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro ordenó a más de 5600 efectivos de las Fuerzas Armadas a participar a partir de hoy en entrenamientos militares. - Créditos: @PRESIDENCIA DE VENEZUELA

CARACAS.- La “tregua” alcanzada entre Venezuela y Guyana hace dos semanas en la caribeña San Vicente y las Granadinas saltó hecha añicos en medio del primer rifirrafe diplomático entre ambos gobiernos. El presidente Nicolás Maduro ordenó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) la activación inmediata de “una acción conjunta de carácter defensivo” sobre el Caribe oriental de Venezuela (conocida como la fachada atlántica) ante la llegada a aguas de Guyana del barco británico HMS Trent.

El presidente venezolano, reunido con sus generales, explicó que Guyana había ratificado la llegada del “barco amenazante del decadente ex Imperio británico”, que supone la ruptura de los acuerdos alcanzados con varios actores internacionales como mediadores y auspiciadores. Como respuesta, Maduro reclamó la puesta en marcha de una respuesta militar “ante la amenaza y la provocación del Reino Unido”.

El ejercicio militar de acción conjunta se denominó Domingo Antonio Sifontes 2023 y cuenta con el despliegue de aviación de combate, defensa antiaérea, buques de guerra y otros sistemas de armas. En la primera fase, la revolución chavista desplegará a 5682 combatientes, varias patrulleras y aviones rusos Sukhoi. El comandante de la Armada, Neil Villamizar, precisó que los ejercicios militares se llevarán a cabo en el Delta del Orinoco y en el Golfo de Paria.

“Venezuela no se puede quedar de brazos cruzados frente a una amenaza venga de donde venga. Venezuela se reserva todas las acciones constitucionales en el marco del Derecho Internacional para defender nuestra integridad territorial, nuestras aguas y nuestro Atlántico”, exclamó Maduro.

Desde Londres se considera que la presencia en alta mar del HMS Trent, que habitualmente vigila las costas africanas, es un gesto de apoyo a su aliado, pero en Caracas, según el comunicado emitido por la Cancillería bolivariana, se califica como “un acto de provocación hostil y una violación a la Declaración de Argyle (aeropuerto de San Vicente y las Granadinas)”.

El gobierno de Maduro acusó también al Comando Sur de Estados Unidos de “estar sincronizado” con estas acciones, en lo que considera “una amenaza directa a la paz y a la estabilidad de la región”.

Venezuela advirtió sobre la nueva crisis a la Comunidad del Caribe (Caricom) y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), garantes de los acuerdos alcanzados hace dos semanas, donde los presidentes Maduro e Irfaan Alí se comprometieron a que “directa o indirectamente, no se amenazarán ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos estados”.

El tercer garante de los acuerdos es el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, con intereses petroleros en la zona de reclamación, quien envió a su asesor favorito, Celso Amorim, a la reunión en San Vicente y las Granadinas. Se da la circunstancia de que los dos países en litigio y Brasil comparten frontera en la cima del tepuy sagrado del Roraima, justo en la zona de conflicto.

Desde que comenzara la escalada, que asustó al continente ante el temor de que Maduro convirtiera al Esequibo en sus Malvinas venezolanas, el gobierno de Caracas puso al ministro británico de Exteriores, “el fracasado y tristemente célebre” David Cameron según dijo, en su diana de descalificaciones, por ser el “canciller de la expotencia imperial del Reino Unido”. Maduro culpa al Reino Unido de ser el causante del “robo de la Guayana Esequiba, que dejó como herencia esta controversia que sabremos resolver a través del diálogo directo sin injerencias malintencionadas”.

El Esequibo es un territorio en disputa entre ambos países, millonario en petróleo y bajo administración de Guyana. Durante la realización de un referéndum patriótico a principios de mes, proliferaron las amenazas chavistas, que incluyeron la declaración de anexión (que no se ha producido) de ese territorio, al que rebautizaron como la Guayana Esequiba. Fue en ese momento cuando otro de los aliados de Georgetown, Estados Unidos, realizó vuelos sobre la zona en conflicto. Además de Estados Unidos y Reino Unido, Ali cuenta con el apoyo de los 15 países del Caricom, de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Commonwealth.

Organismos de inteligencia de la revolución diseccionaron el viaje y el armamento del que dispone el HMS Trent. Sus principales armas son un cañón automático de 30mm y cuatro ametralladoras pesadas.

La puesta en marcha de esta “acción conjunta de carácter defensivo” recuerda a la emprendida en 2009, los famosos “vientos de guerra” de Hugo Chávez en la frontera con Colombia. La justificación esgrimida entonces por el “comandante supremo” fue el anuncio de la construcción de bases militares de Estados Unidos en territorio colombiano, bajo el paraguas del entonces mandatario Álvaro Uribe. Las tropas venezolanas se movieron pesadamente, sin incidentes más allá de algunos accidentes de circulación.

En su salutación a las Fuerzas Armadas con motivo del fin de año, Maduro insistió en la necesidad de consolidar un despliegue permanente de los militares durante 2024, ya que está prevista la realización de elecciones presidenciales en el segundo semestre. “Tiene que ser un año para seguir perfeccionando”, insistió el presidente venezolano.

Tras la liberación en las últimas horas de los mayores de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Adrián de Gouveia De Sousa y Abraham Suárez Ramos, una vez concluida su pena, permanecen en las cárceles de Maduro 145 militares convertidos en presos políticos.