Costa Rica cierra definitivamente sus zoológicos estatales 10 años después de haberlos prohibido

SAN JOSÉ (AP) — Costa Rica decidió hace 10 años que los zoológicos con animales silvestres en cautiverio serían cosa del pasado. Pero hasta el viernes aún había venados, mapaches, monos, cocodrilos o guacamayas expuestos al público en un centro de la capital.

El Parque Simón Bolívar, en San José, era el último zoológico con animales cautivos en manos del Estado y el viernes fue su último día abierto a los visitantes, tras una disputa legal que se inició en 2013 para hacer cumplir una ley que prohibía ese tipo de establecimientos en un país que presume ser “Pura vida” en su eslogan turístico nacional.

El zoológico de la capital costarricense operaba desde 1921. Ahora, la fundación Pro Zoológicos (Fundazoo) que mantenía un contrato con el Estado para el arrendamiento del lugar, debe trasladar a sus 287 ejemplares de diferentes especies a centros de conservación. Es decir, a centros para la atención de animales y no para su exposición al público.

Las leyes para la protección de la fauna silvestre en Costa Rica, además del cierre de los zoológicos oficiales, han implicado la prohibición del ingreso al país de animales en cautiverio como sucede en espectáculos como los circos.

Lo que sí está permitido es la existencia de centros privados de rescate de animales y parques en los que los ejemplares no estén encerrados en jaulas, salvo que estén enfermos o en recuperación.

El icónico Parque Simón Bolívar se mantuvo abierto hasta ahora, más de 10 años después de aprobarse la prohibición, porque Fundazoo apeló la decisión y consiguió una prórroga del gobierno de Costa Rica que vencía el 10 de mayo.

“En una decisión congruente con la visión país de proteger nuestra vida silvestre en un ambiente que contribuya a la conservación y bienestar de la fauna silvestre, el Ministerio de Ambiente y Energía cierra hoy un ciclo de más 30 años de administración e informa que no prorrogará el contrato con Fundazoo”, indicó el viernes oficialmente el gobierno en un comunicado.

La fundación a cargo del parque tenía un contrato de arrendamiento con el Estado y mantiene una demanda para que éste siga vigente. Pero el Tribunal Contencioso Administrativo no aceptó la medida cautelar solicitada por la fundación privada para conseguir otra extensión del acuerdo hasta el 2034.

Fundazoo debe coordinar el traslado de los animales con el Ministerio de Ambiente, ya que el fin del contrato implica, además, el cierre del Centro de Conservación Santa Ana, también propiedad del Estado.

El Ministerio de Ambiente, a través del Sistema de Áreas de Conservación, "está comprometido en supervisar los sitios de manejo que existen en la actualidad haciendo cumplir la normativa vigente para promover que la fauna silvestre en cautiverio contribuya realmente a la conservación de las especies y fomente el entendimiento de los procesos ecológicos en la ciudadanía”, comentó José Pablo Vásquez, biólogo de esa entidad de Conservación.

Sin embargo, Fundazoo publicó una serie de advertencias sobre el posible perjuicio a la salud de los animales en su traslado a centros de conservación.

El veterinario del zoológico, Sebastián Gamboa, dijo que la mayoría de los animales del Simón Bolívar tienen una edad avanzada y han superado la expectativa de vida normal de sus respectivas especies, por lo que el cambio de lugar les podría generar alto estrés con riesgo, incluso, de muerte.