Corte UE: la Comisión Europea no dio información suficiente sobre contratos de vacunas del COVID-19

BRUSELAS (AP) — La Comisión Europea no dio suficiente acceso al público a la información sobre los acuerdos de compra de vacunas contra el COVID-19 que había conseguido con compañías farmacéuticas durante el apogeo de la pandemia, según concluyó la corte general de la UE el miércoles.

La decisión se conocía el día anterior a una votación en el Parlamento Europeo en el que se la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, busca la reelección.

Un grupo de eurodiputados había emprendido acciones legales después de que la Comisión se negara a darles acceso pleno a los contratos de vacunas contra el COVID-19 alcanzados entre el ejecutivo de la UE y los fabricantes.

La Comisión, que puede apelar el fallo, dijo que en general ofrece “el acceso público más amplio posible” a los documentos. Pero en el caso de las vacunas, insistió en que “necesitaba alcanzar un equilibrio difícil entre el derecho del público, incluidos parlamentarios europeos, a la información, y los requisitos legales derivados de los propios contratos del COVID-19, que podrían derivar en demandas de indemnizaciones a costa del dinero de los contribuyentes”.

La pandemia puso sobre la mesa la cuestión de la transparencia en torno a las negociaciones de vacunas entre la UE y las grandes farmacéuticas. La Comisión Europea recibió un mandato de los estados miembros de organizar de forma conjunta la compra de vacunas durante la pandemia y dirigió las negociaciones con los fabricantes.

Según la corte, la adquisición de vacunas en nombre de los 27 estados miembros permitió al grupo conseguir con rapidez 2.700 millones de euros (2.950 millones de dólares) para hacer un pedido de más de mil millones de dosis.

Algunos miembros del Parlamento Europeo pidieron en 2021 un desglose completo de los acuerdos, pero la Comisión sólo aceptó dar acceso parcial a algunos contratos y documentos, que se publicaron en internet con fragmentos tachados. También se negó a decir cuánto había pagado por los miles de millones de dosis conseguidas, alegando que los contratos estaban protegidos por cuestiones de confidencialidad.

La corte señaló que la comisión no había demostrado por qué divulgar las cláusulas de los acuerdos sobre la indemnización de las farmacéuticas por cualquier daño que habrían tenido que pagar en caso de un defecto en sus vacunas habría perjudicado sus intereses comerciales.

También dijo que la comisión debería haber dado información sobre los representantes de estados miembros y funcionarios de la comisión implicados en las negociaciones.

“La Corte General concluye que las personas que presentaron la demanda demostraron adecuadamente el propósito específico del interés público en la publicación de los datos personales de los miembros de ese equipo”, indicó la corte en un comunicado. “Sólo teniendo los nombres, apellidos y detalles del papel profesional o institucional de los miembros del equipo en cuestión podrían haber determinado si los miembros del equipo tenían un conflicto de intereses o no”.

En medio de una dura competencia internacional por el acceso a las vacunas, Von der Leyen fue elogiada por su papel de liderazgo durante la crisis del COVID-19, cuando la UE compró dosis de forma colectiva para sus ciudadanos. Sin embargo, también recibió duras críticas sobre la opacidad de las negociaciones.

Hace dos años, la defensora del pueblo de la UE dijo en otro caso que la Comisión era responsable de “mala administración” por gestionar de forma inadecuada una petición de acceso a los mensajes de texto entre su presidenta y el director general de la compañía farmacéutica Pfizer sobre la compra de vacunas contra el COVID-19.

La defensora, Emily O'Reilly, recomendó que la Comisión “haga una búsqueda más extensa de los mensajes relevantes” relacionados con esas compras, después de que el New York Times publicara un artículo sobre que Von der Leyen y el director general de Pfizer, Albert Bourla, habían intercambiado mensajes de texto y llamadas sobre la adquisición de vacunas para países de la UE.

Entonces, un periodista pidió a la Comisión acceso a los mensajes de texto y otros documentos, pero el ejecutivo no proporcionó ningún mensaje y dijo que no se había guardado ningún registro al respecto. Funcionarios de la Comisión alegaron que los mensajes de texto son efímeros y no contienen información importante para justificar su inclusión en un sistema de gestión documental.