Empresario israelí se declara culpable de usar Miami como centro de envío de piezas de aviones a Rusia

Cuando Rusia invadió Ucrania hace más de dos años, Estados Unidos impuso sanciones a Moscú.

Un empresario israelí ignoró las sanciones y se metió en problemas con los federales en el sur de Florida.

Gal Haimovich admitió el lunes en un tribunal federal de Miami que tuvo un papel central en un plan internacional para enviar piezas de aviones y equipos electrónicos de fabricantes estadounidenses a aerolíneas rusas sancionadas. Haimovich facturó a sus cómplices más de $2 millones por organizar los envíos ilícitos desde Miami a Moscú, según las autoridades.

Haimovich, de 42 años, se declaró culpable de confabularse para infringir el control de exportaciones y contrabando y ahora enfrenta hasta cinco años de prisión cuando sea sentenciado ante el juez de distrito federal José Martínez el 22 de noviembre. Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Haimovich admitió haber engañado a las empresas estadounidenses sobre el verdadero destino de los suministros para aeronaves mientras presentaba información falsa en los documentos de exportación al gobierno de EEUU.

De las Maldivas, a Emiratos Árabes Unidos y a Rusia

Según documentos judiciales, Haimovich era propietario de una empresa internacional de transporte de mercancías, Control Towers Tel Aviv, que estaba afiliada a un grupo de empresas que operaban en varios países, incluidos Estados Unidos e Israel. Por ejemplo, entre abril de 2022 y abril de 2023, Haimovich organizó más de 160 envíos de piezas de aeronaves a empresas de Maldivas y Emiratos Árabes Unidos que, a su vez, enviaban los suministros ilícitos a Rusia.

Las autoridades afirman que así fue como se desarrolló su plan:

A finales de julio de 2022, un cómplice envió un correo electrónico a Haimovich en el que le ordenaba que “organizara el transporte a Moscú” de una pieza de una aeronave llamada “módulo de datos aéreos”, un sensor que ayuda a la navegación del piloto de un avión. El módulo de datos aéreos fue restringido por el Departamento de Comercio por razones “antiterroristas”, y exigía una licencia para exportarlo a Rusia.

Según los registros judiciales, el coconspirador declaró en texto resaltado en rojo: “¡el verdadero transportista no debería saber que la carga está siguiendo rumbo a Rusia!”

El mes siguiente, Haimovich ordenó a un cómplice que informara al proveedor estadounidense que el módulo de datos aéreos se enviaría a una empresa de las Maldivas. Ese mismo agosto, Haimovich hizo los arreglos para que la pieza se enviara a su destino real, Moscú, según un documento de acusación presentado por los fiscales ante la Fiscalía federal.

Documentación falsa, nombre falso

Luego, en septiembre de 2022, Haimovich intentó exportar una pieza de aeronave llamada “unidad de datos aéreos y referencia inercial”, que suministra información a las pantallas del sistema de instrumentos electrónicos de vuelo de un piloto de avión. El Departamento de Comercio también restringió la exportación de esta pieza por razones de “tecnología de misiles”. Un cómplice envió un correo electrónico en el que le ordenaba a Haimovich que ocultara al proveedor estadounidense que los suministros de datos aéreos se estaban enviando desde Miami a Moscú.

Durante el mes siguiente, Haimovich continuó presentando documentación falsa para envíos de bombas de combustible para aviones desde Miami a Moscú, dijeron las autoridades.

Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Haimovich reconoció que entre marzo de 2022 y mayo de 2023 facturó a Siberia Airlines, que opera como S7 Airlines, y a otros clientes de la aviación rusa más de $2 millones por enviar ilegalmente piezas de aeronaves a Moscú.

Los documentos judiciales señalan que Haimovich no sólo falsificó los documentos de exportación de Estados Unidos, sino que también utilizó un nombre falso en las transacciones: “Yaron Zehavi”.

La Oficina de Control de Exportaciones del Departamento de Comercio y el FBI investigaron el caso.