Por qué la cuarentena en Wuhan no está sirviendo para evitar la propagación del coronavirus

Ya son más de una decena las ciudades chinas que están en cuarentena por un coronavirus que ha matado a más de 50 personas y tiene infectadas a más de 2.000. Pero la enfermedad se sigue extendiendo y ya ha cruzado fronteras, con casos en varios países entre los que se encuentran Estados Unidos y Francia.

Pese a los intentos de China de aislar varias localidades de la provincia de Hubei, con Wuhan, la ciudad en la que supuestamente se originó la epidemia como máximo objetivo, lo cierto es que resulta una misión casi imposible. Y es que la cuarentena está demostrando no ser tan efectiva como sería deseable.

En esta fotografía proporcionada por la agencia de noticias china Xinhua, unos trabajadores médicos atienden a un paciente en el Hospital Zhongnan, en Wuhan, China. (Xiong Qi/Xinhua vía AP)
En esta fotografía proporcionada por la agencia de noticias china Xinhua, unos trabajadores médicos atienden a un paciente en el Hospital Zhongnan, en Wuhan, China. (Xiong Qi/Xinhua vía AP)

La rápida propagación por China (hay más de 2.500 personas en observación), la expansión a otros países y algunos otros datos que llegan muestran la dificultad que existe en un mundo globalizado para poder parar este tipo de enfermedades.

Tal y como ha anunciado el alcalde de Wuhan, aproximadamente cinco millones de personas abandonaron la localidad antes de que se estableciera la cuarentena. El hecho de que la epidemia coincidiera en el tiempo con la celebración del Año Nuevo Lunar chino ha hecho también que los viajes en el país se multipliquen, aumentando considerablemente el riesgo de extensión de la pandemia.

Pese a que el Gobierno chino ha estado rápido decretando la emergencia, lo cierto es que el número de personas a las que no les ha afectado por viajar antes ha sido elevado. La cuarentena ha demostrado ser un instrumento eficaz, pero no infalible.

¿Aislamiento total?

Ahora mismo en Wuhan todos los transportes están cortados. Ni trenes, ni aviones salen y llegan a la localidad y el transporte por carretera también está paralizado, con agentes vigilando que nadie entre ni salga de la ciudad por las autopistas. Una acción coordinada que tiene a unos 9 millones de personas sin poder desplazarse (50 si sumamos las localidades cercanas), pero que tiene fallos.

Los policías vigilan la estación de tren de Wuhan (The Paper via AP)
Los policías vigilan la estación de tren de Wuhan (The Paper via AP)

Y es que lo normal es que las urbes no se construyan para este fin, sino para el contrario. Cualquier planificador urbano se centra en las posibilidades de huida de una ciudad (por cualquier catástrofe natural) antes que para evitar que nadie pueda escapar.

Cortar todos los transportes es muy útil en las grandes localidades, pero en pequeños pueblos o aldeas, que no tienen vínculos con los principales sistemas de transportes, las conexiones se producen por carreteras secundarias, lo que facilita el contagio porque no están vigiladas.

No es el único problema al que se está enfrentando China estos días, ya que el coronavirus está afectando a los recursos sanitarios de algunas regiones, poniéndolas al borde del colapso. Además de haber pocas camas, el personal se está quedando sin mascarillas o gafas.

Los expertos señalan que cada día el país puede producir un máximo de 30.000 trajes especiales, una cantidad muy baja teniendo en cuenta que la población en riesgo es de varios millones. Está por ver cómo reacciona China a estos fallos y cómo evita que la epidemia siga creciendo.

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