Coronavirus: un argentino reveló detalles del bloqueo sorpresivo en el norte italiano

ROMA (De nuestra corresponsal).- "La verdad es que la mano está bastante pesada. Nos mandaron un mensaje diciendo que las escuelas quedarán cerradas por una semana. Fuimos a comprar barbijos, pero no se encuentran en ninguna parte. Tampoco alcohol en gel para las manos. Es una locura".

La voz en el teléfono de Luis Semino, porteño de 45 años que vive en Turín desde hace 15 y que se fue de la Argentina después de la crisis y el default de 2001, suena claramente preocupada. Son las diez de la noche pasadas del domingo y Luis, a quien le dicen Gigi, está en el auto, manejando, acompañado por su mujer italiana, volviendo de la localidad de Acqui Terme, a poco más de 100 kilómetros de Turín. Debido al cierre de escuelas, universidades y demás que fue decretado en la región de Piamonte, se vio obligado a ir en auto hasta este pueblito de la provincia de Alessandria, en Piamonte, para dejar allí, en lo de sus suegros, a Sofía, su hija de nueve años.

"Acabamos de dejar a Sofi en lo de los abuelos, porque, si no, no sabíamos cómo hacer. Yo a partir de mañana trabajaré desde casa", dice Luis, arquitecto, empleado en una multinacional.

En tanto, su mujer, Giorgia, que es psicóloga, trabaja en un hospital de Turín y aún no tiene claro cómo manejarse en medio del descontrol.

"La situación es compleja, te dicen que no hay que tener pánico, pero la verdad es que bloquean escuelas, universidades en varias regiones del norte de Italia, lo cual es muy preocupante", dice Luis, y cuenta que está en ese momento ingresando de regreso a Turín, donde dice que ve gente sin barbijo, restaurantes con gente comiendo, poca población en las calles, pero tampoco el Ejército desplegado, como debería ser en plena emergencia.

Productos agotados

"Habrá que ver qué pasa en la semana. Lo que puedo contar es que en ningún supermercado pudimos encontrar alcohol en gel o barbijos, que están agotados", dice. "Sí, hay pánico, evidentemente la situación se les fue de las manos de la noche a la mañana y la verdad es que no se entiende qué está pasando. ¿Qué fue lo qué pasó, que de repente cancelan el Carnaval de Venecia? ¿Cuál fue la falla?", se pregunta.

"Hay algo que no cuaja. ¿Cómo parás este contagio así, de golpe? Cómo lo parás? ¿Qué pasa en otros países? ¿Cómo puede ser que en el norte de Italia se haya desencadenado la epidemia tan violentamente?", se pregunta. "Es extraño", agrega. Luis se queja de que si bien las autoridades llaman a no generar alarma, recomiendan lavarse bien las manos constantemente, tirar enseguida los pañuelitos descartables de papel; por otro lado, cerraron herméticamente varias zonas del norte del país. "Si cierran varias áreas cruciales del norte de Italia, significa que quizás deberían haber bloqueado antes... Ahora todo el mundo parece saber lo que debería haber hecho la gente", critica.

"Hablan de cuarentena preventiva voluntaria... Pero ¿qué quiere decir? ¡No se entiende! Nadie sabe quién fue el 'paciente cero' en Italia... Es verdad, lo más lógico es la cuarentena, según los virólogos. Pero es una cadena sin fin... ¿Cómo lo frenás ahora?", se preguntó Luis.

Este argentino que vive en Italia reflejó así la psicosis que, naturalmente, comenzó a desatarse en las zonas afectadas del norte de la península, donde ayer muy temprano a la mañana, antes de que abrieran sus puertas supermercados y demás tiendas, hubo una virtual invasión de ciudadanos en los comercios para abastecerse.

"A las 12 del mediodía ya habíamos ganado lo mismo que el domingo pasado", contó un empleado de un supermercado de la localidad de Romano di Lombardia.

"Vemos toda esta cantidad de gente solamente antes de las fiestas de Navidad", agregó, al destacar que los productos más comprados eran pan, fruta, verduras y, sobre todo, pollo.

Aunque, como indicó Luis Semino, lo más inhallable desde temprano a la mañana era el alcohol en gel y desinfectantes similares.

Mensaje del premier

En este contexto de pesadilla, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, intentó, una vez más, llevar tranquilidad a una población de lo más angustiada por una situación de película, nunca antes vista.

El primer ministro sugirió que el dramático aumento de casos de contagio se debía a los controles realizados a raíz de las medidas puestas en marcha por el gobierno.

"Ya hemos hecho 4000 controles. Somos el primer país de Europa que ha decidido controles más rigurosos y desde el inicio hemos optado por una línea de máxima preocupación y rigor", dijo.

"Y también esta podría ser una explicación de los casos registrados", agregó el premier, al asegurar que no debe excluirse que "de ahora en más también otros países pueden aumentar los casos".