Corea del Sur quiere más bebés, pero prohíbe la presencia de niños en muchas zonas de museos, restaurantes y librerías
SEÚL, Corea del Sur — Corea del Sur tiene la tasa de natalidad más baja del mundo, pero los padres afirman que el gobierno no les está facilitando para nada tener hijos, ya que cientos de instalaciones públicas en todo el país están designadas como “zonas prohibidas para niños”.
A principios de este mes, una legisladora llevó a su hijo pequeño a la Asamblea Nacional y exhortó al gobierno a proscribir la política, la cual permite que restaurantes, museos, cafeterías y otros establecimientos prohíban el ingreso de niños.
En su discurso, Yong Hye-in, una representante del Partido Renta Básica, mencionó que se estaba volviendo más difícil tener una familia en ciudades que prohíben a los niños en ciertas áreas. Yong aseguró que eliminar las zonas restringidas para niños y crear una sociedad que los acepte más ayudaría al país a mejorar su baja tasa de natalidad.
Mientras sostenía a su hijo en la Asamblea Nacional, Yong comentó: “La vida con un hijo no es fácil. Pero, aun así, tenemos que volver a crear una sociedad en la que podamos coexistir con nuestros hijos”.
El año pasado, Corea del Sur tuvo una tasa de natalidad de 0,78, según cifras gubernamentales. Muchas parejas jóvenes del país eligen no tener hijos debido a los costos al alza del cuidado infantil y la vivienda, así como la escasez de empleos y la creciente ansiedad sobre el futuro. Durante años, el gobierno ha ofrecido incentivos como subsidios mensuales con valor de cientos de dólares a las familias con hijos, pero no ha logrado resolver de manera adecuada la crisis demográfica.
Hay cientos de zonas sin niños en todo Corea del Sur. Por ejemplo, la Biblioteca Nacional de Corea prohíbe el acceso a cualquier persona menor de 16 años sin un permiso especial. (En fechas recientes, algunos lugares también han intentado restringir el acceso a las personas de edad avanzada, lo que ha generado un debate en línea).
Esta es la segunda ocasión en que Yong asiste a la Asamblea Nacional con su hijo. En el verano de 2021, se presentó con su hijo cuando tenía solo algunas semanas de nacido. La Asamblea Nacional solo permite el ingreso a miembros de la asamblea y personal autorizado y se considera una zona no apta para niños.
Yong presentó la Ley de Acompañamiento de Menores de la Cámara de la Asamblea Nacional en 2021, un llamado a permitir que los niños menores de 24 meses ingresaran al pleno de la legislatura. La iniciativa de ley todavía no ha sido aprobada.
El debate sobre qué espacios deberían y no deberían ocupar los niños se ha desarrollado durante años y no solo en Corea del Sur. Viajeros molestos preguntan con frecuencia por qué las aerolíneas no incorporan áreas de asientos designadas para familias con hijos pequeños.
Varios países, incluyendo a Australia y Estados Unidos, permiten que los menores ingresen a edificios gubernamentales. El acceso al pleno del Senado en Washington se permitió por primera vez después de que la senadora Tammy Duckworth, cuya presencia era necesaria para confirmar un nuevo administrador de la NASA, dio a luz a una hija a menos de dos semanas de la votación en 2018.
A Stella Creasy, miembro del Parlamento británico, la criticaron en 2021 por llevar a su bebé al palacio de Westminster en Londres.
Yong nació en 1990 en Bucheon, una ciudad en las afueras de Seúl, y se convirtió en legisladora en 2020. Además de suprimir las zonas prohibidas para los niños, también está planeando presentar una legislación que permitiría a los niños y a sus familias evitar las filas en lugares como museos y parques de diversiones.
Hay casi 3,5 millones de niños menores de 10 años en Corea del Sur y más de 11.000 instalaciones públicas diseñadas para el juego infantil, según estadísticas gubernamentales.
La opinión pública sobre las zonas restringidas para niños indica que la mayoría de los surcoreanos las respaldan. Una encuesta de 2022 realizada por Hankook Research, una compañía de sondeos con base en Seúl, mostró que el 73 de los encuestados estaban a favor de las zonas sin niños mientras que solo el 18 por ciento estaba en contra. (El 9 por ciento estaba indeciso).
Simpatizantes de la política señalan que los niños pueden molestar a los clientes. En una entrevista efectuada esta semana, Lee Chan-hee, un estudiante de Ingeniería que frecuenta una cafetería que prohíbe el acceso a niños, expresó: “Suelo ir a cafeterías a estudiar. No quiero ser interrumpido por niños que lloran”.
Otras razones para apoyar estas zonas incluyen la prevención de accidentes y daño a la propiedad, así como lesiones en niños pequeños. También se consideró la protección de los derechos de los propietarios de negocios pequeños.
No obstante, es posible que esta tendencia cambie pronto.
La presión para eliminar de las zonas sin niños ganó impulso la semana pasada cuando el comité de seguridad de salud y bienestar en la isla de Jeju (un popular destino turístico en el extremo sur de la península de Corea) deliberó un mandato que aboliría las zonas sin niños en toda la isla.
Los legisladores en la isla realizarán una sesión más adelante este mes para decidir si aprueban o no la propuesta de ley. De ser aprobada, será la primera ley de su tipo en Corea del Sur.
c.2023 The New York Times Company