Copa Davis: las fanáticas de un cantante kazajo que llamaron la atención en el estadio y el consulado ad honorem que une 15.000 kilómetros

Las mujeres fanáticas de un cantante de Kazajistán que viajaron a Rosario para alentar al país euroasiático en la Copa Davis ante la Argentina
Las mujeres fanáticas de un cantante de Kazajistán que viajaron a Rosario para alentar al país euroasiático en la Copa Davis ante la Argentina - Créditos: @marcelo manera

ROSARIO.- Kazajistán , rival del equipo argentino de la Copa Davis de hoy y mañana en el Jockey Club, por los Qualifiers, no es uno de los países más afines o populares en la Argentina. Incluso, es probable que la mayoría en nuestra región no tenga claro su ubicación geográfica sin recurrir a Google. Por ello, es curioso y simpático que, en la primera serie por la Ensaladera realizada en esta ciudad, el país euroasiático tenga una representación física aquí mismo: una porción emocional/cultural, una suerte de hilo conductor de más de 15.000 kilómetros. ¿Por qué? Porque en 2014 nació el Centro Kazajo en Rosario y, más tarde, el Consulado Honorario kazajo. Por ello también las remeras y banderas celestes y amarillas, los colores de la insignia kazaja, luciendo en un rincón de la tribuna.

Irina Vagner, nacida en Kazajistán, pero radicada en Rosario desde hace 15 años, encabeza el Centro Cultural kazajo en la ciudad y presenció la Copa Davis en el Jockey Club
Irina Vagner, nacida en Kazajistán, pero radicada en Rosario desde hace 15 años, encabeza el Centro Cultural kazajo en la ciudad y presenció la Copa Davis en el Jockey Club - Créditos: @marcelo manera

La responsable del vínculo es Irina Vagner . Nacida en Almaty, Kazajistán, en 1975, vive en la Argentina desde hace 20 años. Pero, desde 2009, en Rosario. Impulsada por el deseo de promocionar su cultura en la Argentina, montó un stand durante una feria de colectividades en Rosario. “Cuando nos presentamos en la feria, la gente se acercaba y preguntaba por la bandera, por el lugar preciso en el mapa y demás... Cuando le decíamos que es tan grande como la Argentina (unos 2,7 millones de km²) no lo podían creer. Esto me inspiró para establecer un centro dedicado a mostrar mi país y educar”, rememora Vagner, ante LA NACION. Y suma: “La vida me trajo a Rosario, una ciudad muy abierta para las expresiones. Empezamos a hacer acciones ad honorem para dar a conocer la cultura de mi país y, al final, terminamos formando un centro cultural”.

¿En qué evolucionó esa primera idea? “Creamos un consulado honorario, fuimos pioneros en eso. El cónsul honorario es mi marido, Gustavo Gutiérrez, que es argentino”, cuenta Vagner, en 2019 distinguida como embajadora de la Buena Voluntad. La inauguración de una calle con el nombre de Abay Qunanbaiuli, un poeta y pensador kazajo, y de la plaza República de Kazajstán, en la zona del Puerto Norte, son otros avances impensados para Vagner cuando pisó la ciudad por primera vez. En 2020, además, Rosario y Almaty firmaron un acuerdo de “ciudades hermanas”, un concepto por el cual lugares de distintas zonas geográficas se asocian para fomentar los contactos culturales.

El grupo de mujeres apasionadas por el cantante Dimash Kudaibergen, de Kazajistán, apoyando al equipo de la Davis en las tribunas del Jockey
El grupo de mujeres apasionadas por el cantante Dimash Kudaibergen, de Kazajistán, apoyando al equipo de la Davis en las tribunas del Jockey - Créditos: @marcelo manera

¿Hay más kazajos viviendo en Rosario? “Hay tres o cuatro”, apunta Vagner, que trabaja como profesora de ruso y kazajo en un instituto de idiomas (“Cada día hay más interesados”, celebra). Cuando se enteró que el equipo de tenis de Kazajistán debía visitar la Argentina para jugar la Copa Davis, se emocionó; luego, cuando escuchó que la serie sería en Rosario…, se le humedecieron los ojos. “Fue una grandísima sorpresa”, reconoce Irina que, de cierta manera, tiene vínculo con uno de los protagonistas del evento que se realiza en el Jockey Club: su hijo, nacido en la Argentina, es compañero de colegio de Thiago Coria, el hijo de Guillermo, capitán del equipo nacional de Copa Davis.

“¿Quiénes son esas mujeres que gritan por Kazajistán?”, se preguntaron en las tribunas del estadio montado en el Jockey. Sorprende, pero Vagner no está sola en el club del barrio de Fisherton alentando al equipo kazajo. La acompañan unas cuarenta mujeres que llegaron de distintos puntos del país (Mar del Plata, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán) y también desde Chile y Uruguay. No son kazajas, pero sí fanáticas, desde hace un puñado de años, de Dimash Kudaibergen , un estupendo cantante de 29 años que se convirtió en una de las voces más destacadas del mundo (hace pocas semanas compartió escenario con Plácido Domingo en Budapest) y tiene millones de seguidores en las redes sociales (cuatro millones sólo en Instagram, por ejemplo). El simple y fiel hecho de tener una conexión con el país de su artista preferido, hizo llegar a este puñado de mujeres a Rosario. El calor extenuante no las aplacó: se hicieron notar en las tribunas (realizan un programa de radio online, La Era Dimash) y repartieron inscripciones con frases del cantante que impulsan la paz mundial.

Las fanáticas del cantante kazajo Dimash Kudaibergen reunidas en Rosario para alentar al equipo de la Copa Davis
Las fanáticas del cantante kazajo Dimash Kudaibergen reunidas en Rosario para alentar al equipo de la Copa Davis - Créditos: @marcelo manera

“Últimamente tenemos más seguidores de la Argentina en nuestras redes, sobre todo porque hay clubes de fans de Dimash, quien, por ejemplo, cantó en la asunción del presidente Joe Biden en Estados Unidos y el himno kazajo en la pelea de Golovkin y Canelo Álvarez en Las Vegas. Ahora nos contactamos con su manager para invitarlo a cantar el himno aquí, pero fue una tarea complicada. Dimash es una de las figuras más populares del país y hay clubes de fans por todo el mundo. Hace poco hicieron un encuentro impresionante en Times Square”, describe Vagner.

La reciente presentación del artista kazajo

Vagner aporta: “Todas estas mujeres vinieron aquí a Rosario, quizás sin saber tanto de tenis, pero impulsadas por el fanatismo y el amor por el arte de Dimash. Muchos lo comparan y hasta dicen que es superior a Freddie Mercury”. Vagner ya se puede dar por satisfecha por su aventura y por haber creado una cuerda imaginaria entre sus dos tierras, la de nacimiento y la de adopción.