Convirtió una caravana de los años 50 en una oficina sobre ruedas
Lucas Spivey ha acumulado bastante kilometraje con sus viajes. Pero no en una aerolínea, sino con una oficina itinerante llamada “Mobile Incubator” que ha remolcado por todo Estados Unidos para ofrecer consejos empresariales a artistas y creadores que buscan arrancar un negocio.
Está albergada en una casa rodante de 2.8 metros cuadrados construida con una ambulancia canadiense de 1973 y una caravana de 1957 que el mismo Spivey reconfiguró para ser sede de su proyecto. El propósito es “ayudar a todo artista, intérprete, diseñador, productor, escritor y emprendedor cultural” en cualquier lugar de Estados Unidos a establecer negocios que les permitan lucrar con su arte y dedicarse a él de tiempo completo.
A través de entrevistas que graba con artistas que han tenido éxito como empresarios, transmite información sobre el tema a través de cortos, exposiciones, y su podcast “Culture Hustlers Podcast”. El objetivo es crear un mapa de todo el país con lo que él llama “formas narrativas de enseñarles a los artistas a desarrollar un negocio”.
Algo que no ha pasado desapercibido en sus viajes es el espíritu emprendedor de los inmigrantes. “Es mucho más probable que establezcan un restaurante, un salón de uñas, una peluquería”, actividades que, apoyándose en su cultura, les permitan generar ganancias como dueños de su propio negocio al tiempo que afianzan sus comunidades.
Sus planes futuros incluyen tener otras ocho incubadoras móviles. Por supuesto, el formato tiene sus desventajas; Spivey menciona el tiempo que hay que dedicar al mantenimiento de la casa rodante y el problema de remolcarla y estacionarla. Pero para él, todo vale la pena. “El arte es poderoso”, afirma. “Puede volver a ponerte en movimiento”.