Europa y Grecia despidieron a Constantino II, el Ășltimo rey que tuvo Grecia
Atenas, 16 ene (EFE).- La realeza europea se despidiĂł hoy de Constantino II, hermano de la reina SofĂa y Ășltimo rey de Grecia, en un funeral celebrado en la Catedral Metropolitana en Atenas que sirviĂł de reencuentro para la familia del rey Felipe VI de España.
Ha sido la primera vez en la que toda la familia del rey, salvo la princesa Leonor y la infanta SofĂa, han coincidido en un acto pĂșblico desde el funeral de la infanta Doña Pilar de BorbĂłn (hermana del rey emĂ©rito Juan Carlos) hace ahora tres años, si bien no han estado sentados todos juntos por motivos de protocolo.
Felipe VI y Letizia en la primera fila, reservada a los monarcas y jefes de Estado en activo; enfrente, al otro lado del ataĂșd, la familia directa del fallecido: los cinco hijos y cĂłnyuges, asĂ como la viuda, Ana MarĂa de Dinamarca.
Justo detrĂĄs tomaban asiento en segunda fila, Don Juan Carlos y Doña SofĂa, asĂ como la princesa Irene y algunos de los nietos del exrey.
Las infantas Elena y Cristina y sus hijos se han sentado en la tercera fila con otros familiares de su tĂo fallecido.
Esta era ademĂĄs la primera vez que el rey Felipe ha aparecido en pĂșblico con su padre desde el funeral de Isabel II de Inglaterra, en Londres, el pasado septiembre.
Al funeral asistieron cerca de 200 invitados, dos terceras partes procedentes del extranjero y entre estos una decena de monarcas o prĂncipes que son jefes de Estado en activo, como la reina Margarita de Dinamarca, cuñada del fallecido, o los reyes de los PaĂses Bajos, BĂ©lgica y Suecia.
Entre los miembros de las monarquĂas y principados estaban tambiĂ©n el Gran Duque Enrique de Luxemburgo; el prĂncipe Alberto de MĂłnaco; Margarita de Liechtenstein, el prĂncipe heredero de Noruega, Haakon, con su esposa Mette Marit, asĂ como la princesa MĂ€rtha Louise, y, desde fuera de Europa, la reina Noor de Jordania y la princesa Raiyah.
Las exequias fueron oficiadas por el arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia Ortodoxa de Grecia, JerĂłnimo II, quien concelebrĂł en uniĂłn de todo el Santo SĂnodo (conferencia episcopal).
Al final, el hijo mayor, Pablo de Grecia, pronunciĂł unas palabras de recuerdo que aprovechĂł para recordar la participaciĂłn de Constantino en los Juegos OlĂmpicos de Roma en 1960, y honrar su "patriotismo" en momentos difĂciles para Grecia.
El primogĂ©nito evocĂł la actitud de su padre durante el golpe de Estado en 1967, cuando -dijo- el entonces rey intento organizar un contragolpe que fracasĂł y le obligĂł a abandonar el paĂs, para no convertirse "en la causa de un nuevo derramamiento de sangre" si se quedaba en Grecia.
"Siempre fiel al legado de tu padre, aceptaste respetuosamente la decisiĂłn del pueblo griego", apostillĂł en alusiĂłn al referĂ©ndum de 1974, que aboliĂł la monarquĂa y dio paso a la repĂșblica en Grecia.
DespuĂ©s del funeral los invitados se dirigieron a la finca de Tatoi, antigua residencia de verano de la casa real griega, donde Constantino y sus hermanas, SofĂa e Irene de Grecia pasaron muchos momentos de su juventud.
Los hijos del exrey, Pablo, NicolĂĄs y Felipe y varios de sus hijos cargaron a hombros el ataĂșd cubierto con la bandera griega hasta la ermita que se encuentra junto a las tumbas, donde la familia rezĂł un responso.
En este breve acto estaba nuevamente presente la familia del rey Felipe VI y, por supuesto, tambiĂ©n la viuda del exrey, Ana MarĂa de Dinamarca, sus cinco hijos, cĂłnyuges y nietos.
A continuaciĂłn, los familiares fueron saliendo de la capilla -la reina Letizia charlando con doña SofĂa- hasta las tumbas, donde se dio sepultura a Constantino, en un acto celebrado sin la presencia de cĂĄmaras.
La jornada habĂa comenzado con una despedida popular del exmonarca. En torno a 10.000 personas acudieron hasta la capilla ardiente para dar su Ășltimo adiĂłs a Constantino.
Aunque el Gobierno griego, presidido por el conservador Kyriakos Mitsotakis, decidiĂł que el funeral debĂa celebrarse como un acto privado y no se preveĂa por tanto una capilla ardiente, finalmente cumpliĂł el deseo familiar de dar a la poblaciĂłn la oportunidad de presentar sus respetos al difunto durante un par de horas.
(c) Agencia EFE