Conspiraciones y bromas sobre el nuevo billete de 20 dólares

La decisión del gobierno de Estados Unidos de modificar la figura que aparece en los billetes de 20 dólares, para sustituir al expresidente Andrew Jackson por la luchadora contra la esclavitud Harriet Tubman, ha sido recibida con beneplácito como una medida que honra no solo la singular vida y el heroísmo de Tubman sino, en un contexto más amplio, como un gran paso para reconocer a cabalidad el enorme papel que las mujeres han tenido en la historia estadounidense, una realidad soslayada con frecuencia.

Por ello, existe consenso en que la sustitución de Jackson por Tubman (el expresidente, con todo, aparecerá en el reverso del billete) es un avance y un signo de apertura de gran valía con importantes resonancias en momentos en los que Estados Unidos experimenta una nueva ola de tensión y conflicto racial y de género y requiere, por ello, gestos mayores de tolerancia, inclusión y diversidad.

Con todo, muchos están en desacuerdo con la configuración que tendrá el nuevo billete de 20 dólares, en ocasiones con razones contrastantes y punzantes y, en otras, cargadas de odio y racismo.

En el lado más deplorable están los racistas que ya planean formas de sabotear los billetes de 20 dólares en los que aparezca Tubman para de tratar de evitar que Jackson, un presidente controversial, sea mandado a la parte trasera.

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Una recreación de cómo podría verse el billete de 20 dólares con la efigie de la luchadora contra la esclavitud Harriet Tubman.

Un billete al racismo

Así, como narró el portal Vocativ, en foros de Internet se ha propuesto a la gente escribir en los billetes con tinta indeleble la palabra “Nigger”, que es severamente ofensiva y expresa odio y desprecio racial, para que, según los autores de tal sugerencia, ante una oleada de billetes así marcados las autoridades decidan cambiar de parecer y devuelvan a su sitio al desplazado Jackson, que fue dueño de esclavos, tuvo un papel ominoso en el desplazamiento forzoso de miles de nativos americanos y a la vez fue héroe de la guerra contra los británicos de 1812 y defensor del valor del voto ciudadano en la década de 1820.

Otros de plano dicen que no aceptarán esos billetes, para no “profanar” su billetera y recomiendan pedir en su lugar dos billetes de 10.

El problema de muchos de esos planes es que, en su ignorancia, suponen que los nuevos billetes de $20 estarán en breve en circulación y listos para ser pintarrajeados cuando, en realidad, los diseños definitivos no se revelarán sino hasta 2020 y los nuevos billetes no comenzarán a circular sino hasta finales de la próxima década.

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Una de las expresiones racistas que existen en internet en rechazo al retrato de Harriet Tubman en los billetes de 20 dólares. (Twitter/ExtraHotCheese)

Pero para los que no puedan esperar, algunos racistas impenitentes han propuesto, como una intensa muestra de desprecio, que quien tenga un billete actual de 20 dólares simplemente use un marcador para pintar la cara de Jackson de negro y lo haga saber en Twitter, red en la que las expresiones racistas de rechazo a la idea del nuevo billete no han escaseado. Allí se ha dicho, entre otras cosas, que la presencia de la heroína afroamericana lleva al papel moneda al “ghetto” y que, ya en la paranoia, es una muestra de que se está desatando un “genocidio de la raza blanca”.

Y ya en las teorías conspirativas, alguno de los participantes en esos foros dijo que todos los que proponían esas pintas eran unos idiotas, porque es justo lo que “los izquierdistas quieren”: agitar la guerra racial. Y otros dicen que poner a Tubman en el billete es una conspiración para hacer que la gente decida ya no portar efectivo, una muy curiosa interpretación, si bien fantasiosa, de una supuesta “manipulación” de los odios de unos para beneficio de las élites financieras.

En contrapartida, basta decir que reconocer el legado y los derechos de personas y comunidades, como es el caso de los afroamericanos y de las mujeres, es mera justicia y necesidad civilizatoria.

Y Donald Trump, que no puede resistirse a opinar de lo que sea, aunque no ve mal que Tubman tenga su billete pero dijo que deberían, quizá, ponerla en el de 2 dólares pues Jackson fue muy exitoso y quitarlo es una acción “políticamente correcta pura”, calificativo que a sus ojos es anatema, casi como la mera presencia de Tubman en el billete lo es para los energúmenos racistas.

En contraste, Hillary Clinton y Bernie Sanders aclamaron la decisión de poner a Tubman en el billete de 20 dólares.

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Un retrato de Harriet Tubman que podría servir como modelo para su imagen en el nuevo billete de 20 dólares. (AP)

Más tubmanistas que Tumban

Otros están en desacuerdo con la llegada de Tubman al billete de 20 por razones diametralmente opuestas. Por ejemplo, The Washington Post enumera las razones de diversas personas que consideran que poner a Tubman en ese billete es, por lo menos, irónico y para algunos traicionero e inaceptable.

Se afirma, por ejemplo, que Tubman –que fue esclava, logró huir y después ayudó a muchos otros esclavos a escapar hacia la libertad hacia mediados del siglo XIX– justamente dedicó su vida a luchar contra la opresión capitalista y la transformación de las personas en objetos comercializables.

Por ello, critican, colocar su rostro en un billete es asociarla con todo contra lo que lucho, una forma de cooptación neoliberal del movimiento afroamericano. Es convertirla a ella, que fue vendida y peleó contra el comercio de humanos, en el mismo odioso dinero por el que sufrieron y murieron miles y miles de esclavos en Estados Unidos. Así, de acuerdo a los testimonios citados en el Post, se trata de un “honor” que la propia Tubman no habría aceptado si viviera.

Ciertamente no es posible saber lo que pensaría Tubman al respecto pero, al margen de las posiciones de rechazo de diversa índole, sí se conoce que ella hizo uso del dinero para sacar a personas de la esclavitud y se ha dicho, en el plano de las coincidencias, que al final de su longeva vida ella recibía una pensión mensual de… 20 dólares.

E incluso hay a los que les parece todo perfecto, salvo que la imagen del expresidente Jackson subsista en el reverso del billete, por considerar que se trató de un esclavista que practicó la limpieza étnica contra los pueblos indios y buscó impulsar el supremacismo blanco y la esclavitud, como se afirma en Vox.

Sea como sea, el honor de poner a Tubman en el billete de 20 es justo y ayudará, más allá de las posiciones más necias, a disipar incomprensiones y desprecios raciales y apreciar un poco el significado histórico y presente de la lucha contra la esclavitud y la segregación y por los derechos civiles.

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La “pirámide cíclope”, en realidad el ‘Gran Sello de Estados Unidos” que aparece en el billete de 1 dólar. (Wikimedia Commons)

Un humor de 20

Y, a final de cuentas, dirían algunos, ¿por qué habría que impugnar que alguien que hizo aportaciones importantes a la historia del país salga en un billete?

Con humor, el comentarista satírico Stephen Colbert saludó en su programa de TV ‘The Late Show’ la llegada de Tubman al billete de 20 con bromas no desprovistas de sentido político. Por ejemplo, dijo que al parecer será extraño que en la billetera convivan juntitos Tubman con Washington y Jefferson, que eran dueños de esclavos, notó que ya era hora de abrir las efigies de billetes a figuras diversas pues al parecer “pirámides cíclopes” tenían prioridad sobre las mujeres y los afroamericanos, y deploró que a causa de la brecha salarial entre hombres y mujeres el nuevo billete con el retrato de Tubman valdría… 17 dólares.

Y bueno, en realidad junto a Tubman entrarán también, en el reverso de billetes de 10, las activistas que lucharon por el sufragio y los derechos de la mujer Lucretia Mott, Sojourner Truth, Susan B. Anthony, Elizabeth Cady Stanton y Alice Paul, y en el de 5 se darán cita el icono de los derechos civiles del siglo XX Martin Luther King, la exprimera dama Eleonor Roosevelt y la cantante Marian Anderson.

Y aunque ciertamente los billetes estadounidenses han estado poblados de hombres blancos de profesión presidencial, ¿quién realmente recuerda a Grover Cleveland, que ilustró el ya extinto billete de 1,000 dólares, o a Salmon P. Chase, quien no llegó a presidente pero sí a ser desplegado en el exótico y ya fuera de circulación billete de 10,000 dólares? Pocos son los que evocan la memoria de esos personajes y menos aún los que han tenido en sus manos tales gordos billetes. Una suerte distinta, ciertamente, a la del billete de 20.

Al final, qué se puede decir de aquellos que en busca de misterios o de entretenimiento han hallado ocultos o codificados en los billetes la palabra “Osama”, la leyenda “The Greed States” (Los estados codiciosos), una suerte de representación del ataque del 9/11 contra las Torres Gemelas y hasta la cara de George Bush en marca de agua, como se comentó hace tiempo en el Huffington Post.

La efigie de Tubman será, así, muy honrosa y en ningún caso de las más extrañas que se ha visto o se ha querido ver en los billetes estadounidenses.

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