Consejo Presidencial de Haití selecciona al líder y próximo primer ministro para encabezar la transición

Un ex candidato presidencial y jefe del Senado fue seleccionado el martes para encabezar el nuevo Consejo Presidencial de Transición, compuesto por nueve miembros, en un acuerdo que también designó a un ex ministro de Obras Públicas como próximo primer ministro de Haití.

Edgard Leblanc Fils, de 68 años, fue nombrado presidente del Consejo Presidencial de Transición poco antes del mediodía y casi dos horas después de la votación prevista, tras un acuerdo entre la mayoría de los siete miembros con derecho a voto del panel. La misma mayoría eligió luego a Fritz Bélizaire, ex ministro de Obras Públicas, como primer ministro en sustitución del saliente Ariel Henry.

“Podemos discutir, negociar, hacer concesiones y llegar a un resultado”, declaró Leblanc.

El nombramiento de Bélizaire amenazó de inmediato con una nueva crisis. Tres miembros del Consejo con derecho a voto y sus grupos —Fanmi Lavalas, Coalición Montana y el sector privado— acusaron a sus compañeros de incumplir sus propios procedimientos sobre cómo nombrar a un primer ministro y amenazaron con abandonar el Consejo si no se revocaba la decisión sobre Bélizaire.

El sorprendente giro de los acontecimientos se produjo después de que los grupos políticos del Consejo cambiaran su apoyo de última hora al ex senador Louis Gérald Gilles, quien representa a la coalición 21 de Diciembre en el panel, y cimentaran un acuerdo respaldado por Gilles, el partido político Pitit Desalin y la coalición conocida como EDE/RED/Compromis Historique.

Ingeniero y cofundador de la Organización del Pueblo en Lucha, Leblanc forma parte de un colectivo de partidos políticos entre cuyos miembros se encuentra el PHTK, el partido político del ex presidente Michel Martelly. Fue presidente del Senado haitiano de 1995 a 2000, durante el primer gobierno del presidente René Préval. Bélizaire, que también es ingeniero, fue ministro de Obras Públicas en 2007-08, durante el segundo mandato presidencial de Préval.

Leblanc dijo que hubo un retraso de dos horas porque los miembros del Consejo estaban en negociaciones para llegar a una votación por mayoría y “la aceptación de este ejercicio demuestra que podemos”.

“Creemos en el Consejo”, dijo Leblanc en declaraciones posteriores al anuncio de que había sido elegido presidente. “Lo primero que es importante para nosotros es la cohesión entre nosotros; la voluntad política y la determinación para superar los conflictos y llegar por consenso, y a veces, discusiones y negociaciones ... a liberar al país de acciones que han creado mucho sufrimiento y víctimas”.

Con la mediación de una coalición internacional liderada por el bloque de 15 miembros conocido como CARICOM, el nuevo Consejo Presidencial de Transición tiene un duro camino por delante. Más de dos meses después que un frente unido de pandillas armadas empezó a atacar el aeropuerto, las prisiones, las estaciones de policía, el puerto marítimo y otras estructuras gubernamentales clave de la capital, Puerto Príncipe sigue sitiada y paralizada. Más de 2,500 haitianos han muerto o resultado heridos desde principios de año, millones pasan hambre y miles han huido a ciudades fuera de la capital o a campamentos de desplazados en sus alrededores.

En virtud de un acuerdo político pactado entre sus sectores y partidos políticos, los miembros del Consejo tienen hasta febrero de 2026 para dotar a Haití de un nuevo presidente electo, un parlamento, representantes locales y, posiblemente, una nueva constitución. Pero para llegar a ese punto, tienen que formar un nuevo gabinete de ministros y preparar al país para recibir el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional liderada por Kenia para ayudar a restablecer la seguridad.

También tienen que convencer a los 12 millones de habitantes de Haití de que pueden lograr un cambio para mejorar.

Sobre el papel, se supone que Leblanc no es más que un coordinador, alguien que ayude al Consejo a priorizar y centrarse en la letanía de retos que tiene por delante: restablecer la seguridad y la economía, y llevar a Haití a nuevas elecciones, así como proporcionar una firma para los acuerdos, acudir al extranjero para celebrar reuniones y recibir a jefes de Estado.

Pero en las mentes de los miembros del Consejo, cuatro de los cuales habían presentado sus propias candidaturas, el papel se había visto como si fuera una presidencia real, con mucho más poder del que está escrito en el acuerdo político sobre cómo debe funcionar el grupo.

Antes del anuncio del martes, los miembros del Consejo y sus partidos y sectores políticos mantuvieron entre bastidores intensos debates y cabildeos que enfrentaron a la vieja guardia política y al poderoso sector privado del país en torno a quién debía dirigir el panel y quién consolidaría la mayoría de 4 a 3 votos necesaria para adoptar políticas.

Dos fuentes familiarizadas con las negociaciones dijeron al Miami Herald que la clave de la decisión del martes es Jean-Charles Moïse, el incendiario ex senador y líder del partido político Pitit Desalin. Moïse se había negado inicialmente a participar en el panel tras haber sido invitado a hacerlo por líderes caribeños.

Desde que se unió al Consejo, se ha convertido en un actor clave, forjando una alianza con el ex ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro Claude Joseph, cuya coalición EDE/RED/Compromis Historique está representada en el Consejo. Antes de la votación del martes, Moïse había pedido a los miembros del Consejo que firmaran un documento de apoyo a Bélizaire como primer ministro en sustitución de Henry, quien renunció la semana pasada.

Bélizaire fue escogido por Moïse y su selección fue en contra del proceso abierto que el Consejo anunció que pondría en marcha para elegir al próximo jefe del gobierno de Haití.

Aunque la decisión del martes supone un avance en un proceso que comenzó el 11 de marzo —cuando los líderes caribeños se reunieron en Jamaica para ayudar a los haitianos a encontrar un acuerdo político mientras las pandillas de delincuentes amenazaban con el colapso del gobierno—, también es la segunda vez en una semana que los miembros del Consejo anuncian planes para hacer una cosa y al final hacen otra. Antes de la toma de posesión del Consejo la semana pasada, los miembros dijeron que el lugar sería la antigua oficina del primer ministro, Villa Accueil, y no el palacio presidencial.

Resultó que juraron su cargo en el palacio presidencial de todos modos, una decisión que se había decidido dos días antes y mientras se embarcaban en una gira de prensa engañosa. Esta semana, volvieron a dirigirse a los medios, invitando a periodistas a acudir a observar la votación. Publicaron las normas e incluso tenían dos urnas esperando.

Al cabo de dos horas, Frenel Joseph, uno de los dos observadores sin derecho a voto, anunció un cambio de planes. Luego nombró a Leblanc y más tarde a Bélizaire.