Yahoo Noticias Conozca nuestro Mid-Valley: Loretta Miles de Salem Cinema mantiene vivo el teatro
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El padre de Loretta Miles, Keith, iba a pescar en alta mar con un par de muchachos que conoció en un negocio en el que estaba trabajando.
Era 1970 y Keith era soldador y maquinista que trabajaba en camiones madereros en los alrededores de Newport y ríos de la cordillera de la costa de Oregon.
Su padre le "rogó" a Loretta, de 12 años de edad, que fuera con ellos. “Era demasiado genial el ir a pescar con tres viejos”, recordó.
La tarea en la que estaba trabajando era la filmación de la película "Sometimes a Great Notion", y los nuevos amigos de su padre eran Paul Newman y Henry Fonda.
Cosas así le pasan a Loretta Miles.
Durante más de 30 años, Miles ha sido propietario de Salem Cinema, el único cine de la ciudad. Loretta, una de las pocas propietarias de salas de cine en el país, lo ha dirigido en las buenas y en las malas.
Todavía ama el cine y sus patrocinadores y está decidida a que se mantenga.
Pero incluso antes de convertirse en propietaria, aprendió algo: “No es un negocio fácil para ganarse la vida”.
Una experiencia cinematográfica definitoria
Miles nació en Dallas y cuando era joven se mudó a Deelake en la costa de Oregon.
Su padre era concejal de la ciudad cuando Deelake y otras comunidades se constituyeron en Lincoln City en 1965.
Cuando era niña, hacía cosas como aparecer en el Addy Bobkins Show en un concurso de pantomima de los Beatles y pasaba una "ridícula" cantidad de tiempo en la playa.
Miles tenía 11 años cuando vio la película Town Without Pity en el cine que ahora es el Teatro Bijou en Lincoln City.
La película protagonizada por Kirk Douglas trataba sobre una jovencita alemana de 16 años que es violada por cuatro soldados estadounidenses y el juicio posterior. Miles asegura que no fue apropiado que una niña tan joven viera la película, pero la hizo consciente de la vulnerabilidad de las niñas y las mujeres. Y fue la primera vez que se dio cuenta de que una película podía ser más que una distracción entretenida.
“Mi reacción a esa película y el cuánto tiempo la llevé conmigo, hasta el día de hoy, estaba claramente destinada a ser dueña de una sala de cine independiente porque es el tipo de cosas que mostramos”, destacó.
Descubriendo una pasión en California
Miles se casó con su amor de la escuela preparatoria a los 18 años y tuvo dos hijos. Se mudaron a Bellevue, Washington y luego al Área de la Bahía de San Francisco antes de divorciarse.
En ese momento, Miles era estadística. Cuando estaba fuera del trabajo soñaba despierta que los números que ponía en las casillas de las hojas de cálculo “se volvían locos y se divertían”.
“Yo no estaba hecha para ese tipo de trabajo”, asegura ella.
Mientras vivía en Palo Alto, California, descubrió una sala de cine llamada New Varsity Theatre.
“Allí estaba viendo a Fellini, Truffaut y Bertolucci, y realmente me estaba enamorando de ese tipo de películas”, recordó.
En 1981, regresó a Dallas para vivir con una tía y un tío y finalmente comenzó a asistir a clases en Chemeketa Community College.
Mientras estudiaba comunicaciones y vivía en Salem, tuvo una mezcla de trabajos de medio tiempo, incluso en el departamento de artes y fotografía en la Feria Estatal, trabajó para la galería de arte y dirigió el estudio de cerámica en Chemeketa, y como empleada en una tienda "hippie ” en Salem.
El lanzamiento de Salem Cinema
Judith Schoap inauguró Salem Cinema el 25 de diciembre de 1982. Inicialmente era un teatro de 185 asientos en la estructura de estacionamiento de Pringle Plaza en High Street.
Miles se convirtió en un habitual visitante de los domingos en Salem Cinema y aceptó un trabajo allí en enero de 1984. Unos meses más tarde, Schoap le preguntó a Miles si estaría interesada en poseerlo. Miles hizo un trato para administrar el teatro y eventualmente comprarlo.
“El baño estaba convenientemente ubicado al lado de la mampara”, señaló Miles. “Se podía escuchar el chirrido de los neumáticos en lo alto. Si los skaters empezaban a bajar, sonaba como aviones a reacción. Pero estuvimos allí hasta hace 13 años”.
Según un artículo periodístico de la época, era el único cine de la ciudad que no era propiedad del magnate del cine Tom Moyer.
Miles ahorró dinero durante años y finalmente compró el negocio el 1 de noviembre de 1990. No cambió mucho. Todavía mostraba películas de cine independiente y dejaba las grandes películas como Titanic y Jurassic Park a las cadenas de cines de la ciudad.
Pero tuvo sus momentos.
El fenómeno Napoleon Dynamite
En 2004, se estrenaba una película independiente protagonizada por un actor primerizo desconocido que frecuentaba el teatro mientras crecía en Salem.
Miles reservó la película exclusivamente para proyectarla en Salem Cinema y su estrella, cuyo padre, James, era el médico de su madre, para hacer una semana de apariciones en el cine.
Esa película, Napoleon Dynamite, se convirtió en un fenómeno cultural, y su estrella, Jon Heder, incluso se sorprendió de lo bien que le fue.
“Entonces, probablemente alrededor del tercer día que estuvo con nosotros … se habían agotado todos las presentaciones”, dijo Miles. “Cuando salí a presentarlo a la audiencia, dije: ‘Esta pequeña película acaba de recaudar un millón de dólares hoy’. Y John no tenía idea. Él estaba parado allí y su boca se abrió”.
En Salem, Napoleon Dynamite se presentó únicamente en Salem Cinema durante unas 20 semanas. Solo dejó de mostrarlo para poder reproducir su tarifa normal de películas que competían por premios.
Moviéndose a su ubicación actual
Si bien la mayoría de los cines en Salem se convirtieron en parte de la cadena Regal Theatres, Miles buscó expandir Salem Cinema, pero no pudo encontrar el espacio adecuado.
El desarrollador David Glennie de Telos Development se acercó a ella al final de una proyección y le preguntó si había considerado la expansión.
El 17 de abril de 2009, Salem Cinema abrió en su ubicación actual en 1127 Broadway Street con tres pantallas con capacidad para 141, 64 y 40 personas.
“Bueno, déjame decirte que no era popular entre mis clientes”, afirmó Miles.
Ella decoró el espacio con acentos como una alfombra que recordaba el antiguo espacio del cine Salem y piezas decorativas que formaban parte del Teatro Capitol, que estuvo cerrado durante mucho tiempo.
“Y la gente no tardó mucho en enamorarse del lugar”, comentó Miles.
Sobrevivir a la recesión relacionada con el COVID-19
A lo largo de los años, Salem Cinema hizo un hueco entre los cinéfilos. A partir de eventos como festivales de cine y apariciones de estrellas del espectáculo, el teatro se ganó la reputación de ser el lugar para ver una película y comer palomitas de maíz con mantequilla de verdad.
Pero luego llegó la pandemia del COVID-19 en el 2020. Salem Cinema estuvo cerrado durante aproximadamente un año. Desde que reabrió definitivamente en el 2021, señaló Miles, el negocio no ha sido lo que era antes.
Algunos de los antiguos clientes regulares de Miles aún no se sienten cómodos regresando al cine. Otros se acostumbraron a proyectar películas en casa.
Hay proyecciones donde una sola persona paga para ver la película.
“Las últimas estadísticas que vi son que la mayoría de nosotros estamos operando en aproximadamente el 50 por cierto de donde estábamos antes del COVID”, expuso Miles. “En una semana excepcionalmente buena, quizás el 55 por ciento. En la mayoría de las semanas, probablemente menos del 50 por ciento”.
Cineworld, propietaria de Regal Cinemas y sus tres megaplexos de Salem Regal Cinnebarre Movieland, Regal Santiam y Regal Willamette Town Center, ha estado en bancarrota del Capítulo 11 desde septiembre del 2022. Y Northern Lights Theatre Pub, de propiedad independiente, hizo la transición a películas de estreno desde segundas funciones en septiembre.
Los fondos de alivio del COVID de los gobiernos federal y estatal para salas de cine se han ido.
Durante la pandemia, algunos patrocinadores comenzaron a dar dinero mensualmente a Salem Cinema para ayudar a que el negocio sobreviviera. Algunos todavía lo hacen.
“No se parece en nada a lo que solíamos tener, pero no tienes idea de cuánto los aprecio”, apuntó Miles. “Sé que una pareja que envía dinero mensual, han regresado al cine solo para un par de películas. Todavía no se sienten cómodos. Quieren asegurarse de que el teatro esté allí cuando estén listos”.
En estos días, Miles tiene otras personas a cargo de la mayoría de las operaciones diarias en Salem Cinema.
Ella afirma que no puede soportar y trabajar en el puesto de concesiones. Se sienta en la silla de un director para las sesiones de preguntas y respuestas antes de la proyección de películas.
Miles todavía ama el teatro y el cine, pero no sabe cuánto tiempo más seguirá siendo la dueña.
"A los 72, creo que probablemente me dirijo en esa dirección", apuntó.
Bill Poehler cubre el Condado Marion para el periódico Statesman Journal. Comuníquese con él por correo electrónico bpoehler@StatesmanJournal.com
Traducción Alfredo García
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