Conmemoran legado de Ruy Pérez Tamayo a un año de su muerte

CIUDAD DE MÉXICO, enero 31 (EL UNIVERSAL).- En el marco del primer aniversario luctuoso del patólogo Ruy Pérez Tamayo (1924-2022) —que, en palabras del médico e integrante de El Colegio Nacional, Julio Frenk, fue un miembro destacado de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales; un estudioso de la palabra y de la evolución de la enfermedad— se llevó a cabo un homenaje coordinado por el propio Frenk y Adolfo Martínez Palomo.

En la ceremonia participaron Julieta Fierro, Eduardo López Corella, Miguel Reyes-Múgica y Carlos Viesca, destacados científicos que tuvieron amistad o trabajaron junto a Pérez Tamayo. Durante la parte introductoria del homenaje se subrayó una constante abordada por los participantes: el interés de Pérez Tamayo por el humanismo; algo que lo llevó a ocupar un lugar en la Academia Mexicana de la Lengua y que escritores como Adolfo Castañón y Jaime García Terrés destacaron en su momento.

En el video de presentación justo se incluyó una cita de García Terrés: "Pérez Tamayo derramó su conocimiento en las mentes jóvenes durante más de medio siglo".

Martínez Palomo, por ejemplo, mencionó que del ganador del Premio Nacional de Ciencias en 1974 y del Aída Weiss en 1986 aprendió que la medicina es una disciplina eminentemente ignorante. La ironía y la personalidad de Pérez Tamayo fueron algunas de las principales características mencionadas por los ponentes. Julieta Fierro lo describió como un hombre culto, elegante, de una ética profesional intachable e interesado en la justicia social.

"Todos los atributos que dicen de él son verdaderos (...) Daba crédito, sabía escuchar", afirmó y señaló su importante valor para darle cimientos sólidos a la divulgación científica.

Reyes-Múgica recordó que le ayudó a Pérez Tamayo a conseguir material bibliográfico raro sobre, por ejemplo, el método científico, la enfermedad de Van Gogh y la Inquisición.

Mientras que López Corella habló de su talante de hombre del Renacimiento y Carlos Viesca recordó su sarcasmo y fino sentido del humor.

Al final del homenaje se develó el retrato que hizo Alberto Castro Leñero de Ruy Pérez Tamayo y que será resguardado en la pinacoteca de El Colegio Nacional, como es tradición tras el primer aniversario luctuoso de los miembros de la institución.