Conflictos sociales y políticos acorralan a Luis Arce en Bolivia

Un camionero grita consignas por un megáfono mientras otro sostiene un cartel que dice "Necesitamos dólares" mientras bloquean la carretera de El Alto a Oruro para protestar por la escasez de dólares estadounidenses y combustible en El Alto, Bolivia, el martes 4 de junio de 2024. (AP Foto/Juan Karita)

LA PAZ, Bolivia (AP) — Vecinos y sindicatos agrarios mantenían el lunes cortada una vital carretera que une el oriente con el occidente de Bolivia y amenazaban con tomar pozos petroleros si el gobierno no atiende su demanda de construir una carretera en medio de una escalada de conflictos sociales que el gobierno de Luis Arce atribuye a motivos políticos.

En paralelo, transportistas de la vecina ciudad de El Alto bloqueaban la ruta que vincula La Paz con el resto del país en protesta por el desabastecimiento de combustible y otras demandas. Para el final del día juntas vecinales de las ciudades de Santa Cruz y Cochabamba han llamado a marchas con cacerolas en protesta por el alza en el costo de vida.

“Estamos haciendo una vigilia, si el gobierno no atiende nuestra demanda tomaremos el campo petrolero y cerraremos válvulas. Ya estamos cansados de promesas”, dijo el dirigente vecinal Juan Ramos a las afueras de un campo de hidrocarburos al norte de Santa Cruz, en el oriente del país.

Los manifestantes pertenecen a la región de Yapacaní y mantienen cortada la ruta que los vincula con Santa Cruz en demanda de la construcción de otra carretera que los conecte con la capital de esa última región.

“Es un bloqueo político motivado por intereses personales de (el expresidente) Evo Morales”, dijo en rueda de prensa el ministro de Obras Públicas y Transporte, Edgar Montaño. Morales y Arce se disputan el control del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y ambos han manifestado su intención de postularse a los comicios presidenciales de 2025 por ese partido.

Bolivia afronta un conflictivo clima social y político en medio de un deterioro de su economía. Las protestas de transportistas por combustible se han vuelto habituales. “Un día hay diésel y otro día no, no podemos seguir así”, dijo el dirigente Willy Ayala.

El gobierno se ha visto en dificultades para abastecer de diésel y gasolina a precios subvencionados desde que comenzaron a escasear los dólares para importarlos por una caída en las exportaciones y en las reservas internacionales.

A las protestas se suman las quejas de las amas de casa por el alza en el costo de vida. El ministro de Economía Marcelo Montenegro atribuyó el aumento en los precios de algunos alimentos a factores climáticos, al contrabando hacia Argentina y Perú y a la especulación. “Es un problema transitorio”, aseguró.

En tanto, la crisis en el MAS ha derivado en una parálisis de la Asamblea Legislativa. Arce ha perdido el control de la mayoría y no logra la aprobación de créditos necesarios para solventar la crisis económica. El mandatario acusó a Morales de un “boicot” económico y de confabular con partidos de centro y de derecha para “acortar” su mandato.

La semana pasada Arce participó en Rusia de un foro internacional organizado por Vladimir Putin a quien le solicitó ayuda para la provisión de diésel.

En plena disputa en el oficialismo, la facción que lidera Morales llamó a un congreso el lunes a sus partidarios para volver a proclamarlo líder del MAS y candidato presidencial, pero el Tribunal Electoral ha dicho que no avalará la reunión porque no cumple los requisitos del estatuto partidario.