Cinco conclusiones del informe de investigación sobre los documentos clasificados de Biden

El presidente Joe Biden se dirige a la Conferencia de Asuntos del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes en Leesburg, Virginia, el 8 de febrero de 2024. (Kent Nishimura/The New York Times)
El presidente Joe Biden se dirige a la Conferencia de Asuntos del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes en Leesburg, Virginia, el 8 de febrero de 2024. (Kent Nishimura/The New York Times)

WASHINGTON — El fiscal general Merrick Garland publicó el jueves el informe de Robert Hur, el fiscal especial que Garland había asignado para investigar cómo terminaron documentos clasificados en una oficina anteriormente utilizada por el presidente Joe Biden y en su casa en Delaware. A continuación, algunas conclusiones.

Las pruebas fueron insuficientes para presentar cargos penales.

Hur estaba sujeto a una política del Departamento de Justicia que sostiene que la Constitución otorga implícitamente a los presidentes en ejercicio inmunidad temporal contra el enjuiciamiento, por lo que no podría haber acusado a Biden incluso si hubiera querido. Sin embargo, Hur escribió que de todos modos Biden no debería ser acusado.

“Concluimos que no se justifican cargos penales en este asunto”, escribió. “Habríamos llegado a la misma conclusión incluso si la política del Departamento de Justicia no excluyera los cargos penales contra un presidente en funciones”.

Hur escribió que había encontrado evidencia de que Biden había retenido y revelado intencionalmente información confidencial después de que dejara la vicepresidencia en 2017. Pero dijo que la evidencia no alcanzaba a lo que sería necesario para “establecer la culpabilidad del señor Biden más allá de toda duda razonable”.

Hur dijo que Biden tiene problemas de memoria “significativos”.

‌Hur enumeró varias razones por las que un jurado podría tener duda razonable de que Biden hubiera retenido “intencionalmente” documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca de Obama, incluido el hecho de que Biden había informado del problema e invitado a los investigadores a registrar su casa. Pero Hur citó otra razón con implicaciones políticas potencialmente explosivas para el presidente de 81 años que busca la reelección: que tiene problemas de memoria.

Hur escribió que la memoria de Biden “parecía tener limitaciones significativas”. El fiscal especial describió las conversaciones grabadas de Biden con su escritor fantasma en 2017 como “a menudo dolorosamente lentas, con Biden teniendo dificultades para recordar los eventos”. Y, según el informe, sus recuerdos “fueron peores” en su entrevista con Hur en octubre, cuando Biden lució, dijo, “como un anciano comprensivo, bien intencionado y con mala memoria”.

Específicamente, el informe citó a Biden diciendo el primer día de la entrevista: “Si fuera 2013, ¿cuándo fue que dejé de ser vicepresidente?”. El segundo día, según el informe, Biden pareció olvidar cuándo comenzó y terminó su mandato y preguntó: “En 2009, ¿seguía siendo vicepresidente?”.

El informe declaró que Biden “no recordaba, ni siquiera al cabo de varios años, cuándo había muerto su hijo Beau” y dijo erróneamente que, en el debate sobre el envío de más tropas a Afganistán, había discrepado con un general que, de hecho, había sido un aliado en esa disputa.

En una carta adjunta al informe, un abogado de la Casa Blanca y un abogado personal de Biden, Richard Sauber y Bob Bauer, cuestionaron las caracterizaciones de Hur. Señalaron que la entrevista de cinco horas había tenido lugar inmediatamente después de los ataques terroristas del 7 de octubre contra Israel, después de que Biden pasara horas hablando con jefes de Estado extranjeros. Los abogados calificaron las observaciones del fiscal como inexactas e innecesarias para un informe que no encontró pruebas suficientes para presentar cargos.

El caso de los documentos de Biden es diferente al de Trump.

El informe de Hur distinguió claramente la investigación a Biden del enjuiciamiento del expresidente Donald Trump por cargos de mal manejo de material clasificado después de dejar el cargo y obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlo.

Entre los dos casos, había “varias distinciones materiales” claras, y las acusaciones contra Trump, si se prueban, “presentan serios hechos agravantes” a diferencia de las pruebas que involucran a Biden, escribió Hur. En particular, dijo, los dos hombres habían respondido de manera muy diferente a las situaciones.

“Lo más notable es que, tras recibir múltiples oportunidades de devolver documentos clasificados y evitar un enjuiciamiento, Trump al parecer hizo lo contrario”, dice el informe de Hur. “Según la acusación formal, no solo se negó a devolver los documentos durante muchos meses, sino que también obstruyó la justicia al reclutar a otros para destruir pruebas y, luego, mentir al respecto”.

“Por el contrario, Biden entregó documentos clasificados a los Archivos Nacionales y al Departamento de Justicia, dio su consentimiento para la búsqueda en múltiples lugares, incluidos sus hogares, se presentó a una entrevista voluntaria y cooperó de otras maneras con la investigación”, añadió Hur.

Ya sin estar en el cargo, Biden dijo haber encontrado “cosas clasificadas” en su casa.

La investigación se centró en parte en algunos documentos gubernamentales sobre la guerra de Afganistán que estaban marcados como clasificados y que los investigadores encontraron en una caja de cartón gastada junto con un revoltijo de otros artículos en el garaje de Biden en Delaware.

Sin embargo, Hur no encontró evidencia que demostrara que Biden supiera que estaban allí. Escribió que el “caso más fuerte de cargos penales contra el señor Biden” relacionado con esos documentos sería acusarlo de poseerlos a sabiendas y sin autorización previa, en una casa que alquiló en Virginia después de dejar la vicepresidencia.

Hur obtuvo una grabación de audio de Biden del 16 de febrero de 2017 —casi un mes después de que concluyera el gobierno de Obama— en el que le decía a Mark Zwonitzer, el escritor fantasma con quien estaba trabajando en unas memorias, que “acababa de encontrar abajo todas las cosas clasificadas”.

El contexto de su comentario fue una discusión sobre cómo Biden había enviado al presidente Barack Obama un memorando escrito a mano en el que se oponía a la decisión de Obama de incrementar el número de soldados a Afganistán en 2009, aunque el libro no abordó esa cuestión.

Pero Hur dijo que la evidencia disponible era “insuficiente para cumplir con la carga del gobierno en un proceso penal”. Entre otras cosas, no había pruebas de que los documentos de Afganistán encontrados en el garaje de Biden en Delaware hubieran estado en su casa de Virginia ni de que Biden se hubiera referido específicamente a esos documentos en la grabación de audio.

“No sabemos por qué, cómo ni quién colocó los documentos en la caja”, escribió Hur.

Hur criticó duramente a Biden por escritos en su diario sobre temas clasificados.

Hubo una disputa particular sobre algunas anotaciones en el diario personal de Biden que el presidente había hecho en cuadernos escritos a mano. Estos artículos incluían una mezcla de asuntos personales —incluidos “pasajes desgarradores sobre la muerte de su hijo”, según el informe— y comentarios sobre reuniones de la Sala de Situación que involucraban temas de seguridad nacional y política exterior, “lo que implica fuentes y métodos de inteligencia sensibles”.

En varias ocasiones, Biden le leyó a Zwonitzer pasajes escritos a mano sobre reuniones del Consejo de Seguridad Nacional en las que se discutía información militar y de inteligencia. En una oportunidad, describió una reunión (pero no sus notas) como clasificada y. en otra ocasión, le mostró al escritor fantasma una palabra que no podía leer, pero le advirtió que “parte de esto tal vez esté clasificado, así que tenga cuidado”.

Hur escribió que esto era evidencia de que Biden había revelado información clasificada a Zwonitzer y “no puede justificarse”, pero también que la “evidencia no llega a demostrar que el señor Biden lo hizo intencionalmente, es decir, que sabía que estos pasajes del cuaderno estaban clasificados y que tenía la intención de compartir información clasificada con Zwonitzer”.

Hur también tachó la decisión de Biden de “guardar sus cuadernos en casa en contenedores abiertos y no autorizados” como “totalmente irresponsable”, usando la misma frase —como señaló Hur— que Biden había usado al denunciar a Trump por mantener documentos gubernamentales clasificados en su club y residencia Mar-a-Lago en Florida.

c.2024 The New York Times Company