La comunidad trans sufre la persecución del Kremlin

Los correos electrónicos provienen de personas de la comunidad trans de Rusia, que luchan contra la incertidumbre y el miedo mientras el Parlamento implementa un controvertido proyecto de ley que prohíbe los cuidados de afirmación de género, las atenciones a personas que cambian de sexo.

"Respondemos correos electrónicos todos los días, todas las semanas sin días festivos", explica Sof. Centro-T, una de las principales organizaciones rusas que apoya a la comunidad transgénero, ayuda a las personas a obtener asistencia médica, acceso a hormonas e incluso rutas seguras para salir del país.

En julio, Moscú aprobó una ley que prohíbe los cuidados de afirmación de género, invalida los matrimonios entre personas transgénero y prohíbe a las personas transgénero adoptar o acoger niños.

Sigue a otro proyecto de ley a principios de año, que prohíbe cualquier representación positiva o neutral de la cultura LGTBI en espacios públicos, la cultura popular e incluso el cine.

“Tuvimos que congelar muchos de nuestros planes y proyectos relacionados específicamente con el desarrollo regional, porque ahora tenemos una obligación ética. Una persona que habla abiertamente bajo la marca de la alianza puede ser reconocida como un agente extranjero y esto tiene graves consecuencias”, explica Alekseri, activista LGTBI.

Según Maria Arkhipova, activista trans rusa y abogada de derechos humanos que actualmente reside en Georgia, estas leyes pueden tener un impacto mortal en la comunidad LGTBI del país.

“La gente se encontrará en una situación en la que se verá obligada a suicidarse. Algunos se verán obligados a huir al extranjero”, cuenta Arkhipova.

Mientras tanto, activistas como Sof y Aleksei optan por permanecer en el país el mayor tiempo posible. “Si se trata de elegir entre prisión o salir, por supuesto que eliges salir, pero trato de quedarme el mayor tiempo posible porque veo que mucha gente no puede salir y la comunidad LGTBI necesita apoyo”, afirma Aleksei.