“Nadie lo quiere”: Ambientalistas y vecinos opinan sobre el incinerador de Miami-Dade
Durante una reunión el martes para escuchar la opinión pública sobre la ubicación de un nuevo incinerador de basura, el dilema de la Comisión de Miami-Dade quedó claro: ¿Construir la planta de incineración de basura más grande del país más cerca de un entorno natural sensible o de vecindarios cercanos?
“Agradezco que todos hablen en nombre de las plantas y los mosquitos, pero por favor no construyan esto cerca de mis hijos, cerca de mi comunidad”, dijo a los comisionados Ezra Valdés, vecina de Doral.
Se espera que los comisionados de Miami-Dade voten la próxima semana sobre la selección de la ubicación del nuevo incinerador después que el antiguo en Doral se incendió el año pasado, obligando al condado a enviar la basura unas 100 millas al norte.
“Son decisiones difíciles las que tenemos que tomar”, dijo la comisionada Raquel Regalado, cuyo Distrito 7 abarca partes de Miami, Key Biscayne, Pinecrest y South Miami. “La preocupación ambiental surge con lo que hacemos con nuestra basura, pero también con el vecindario al que va a parar. Esta es una decisión muy importante para nuestra comunidad”.
El debate ha enfrentado a los grupos ambientalistas contra los defensores del vecindario antes de la votación de la próxima semana.
Los cuatro lugares que se están considerando son el antiguo sitio del Aeropuerto Oeste de Opa-locka cerca de la frontera del Condado Broward, un área industrial en Medley, la ubicación original en Doral y una granja de árboles propiedad de David Martin, un urbanizador de Miami-Dade.
Martin ofreció su terreno como la cuarta y más nueva ubicación que el condado debería considerar. El lugar, al igual que el Airport West cerca de Broward, está fuera del límite de desarrollo urbano, cuyo objetivo es proteger a los Everglades del desarrollo y la expansión urbana.
“La restauración de los Everglades es la prioridad, pero necesitamos soluciones regionales”, dijo Regalado, una de los cinco comisionados presentes.
Los vecinos de Miramar aparecieron con camisetas verdes que decían “no en nuestro patio”. Los residentes de Doral aparecieron con camisetas azules que decían “Doral unido por un aire más limpio y puro”.
Muchos dijeron a los comisionados el martes que no quieren el incinerador en su vecindario. Las razones varían: desde la calidad del aire hasta el mal olor y las preocupaciones por la salud. Miramar se opone firmemente al nuevo lugar en la granja de árboles cerca de Okeechobee Road, y Doral cree que es una gran idea para considerar.
El alcalde de Miramar, Wayne M. Messam, quien también habló sobre el tema, dijo que está preparado para demandar si el condado elige el lugar cerca de la frontera con Broward.
“No tiene mucho sentido correr un riesgo tan grande”, dijo Messam a la prensa después de la reunión. “Esto provocará que nuestro suministro de agua potable se vea contaminado por cenizas”.
Importantes grupos ambientalistas están del lado de Miramar, entre ellos la Fundación Everglades, la Sociedad Tropical Audubon, Miami Waterkeeper, el Centro Legal Everglades y Environmentalists for NAACP.
“Las fracturas en la geología permitirán que haya más contaminantes en nuestro acuífero”, dijo Keely Weyker, en representación de la Fundación Everglades.
Sierra Club dijo que la incineradora ni siquiera debería ser una opción en la mesa. Consideran que el incinerador es una solución engañosa para el medio ambiente.
“Estamos enfrentando a comunidades contra comunidades. Nadie lo quiere. Todos compartimos el mismo aire”, dijo Noel Cleland, presidente regional del Sierra Club. “Tenemos un problema global con los gases de efecto invernadero y esto lo está empeorando”.
La organización sugirió buscar formas de reducir el consumo y retirar los desechos orgánicos del vertedero para convertirlos en abono. Actualmente, no hay una vía legal para construir una instalación de compost a gran escala en el condado debido a las normas de zonificación y permisos.
Según un estudio de Arcadis encargado por el condado el año pasado, la persona promedio del condado arroja el doble de basura al vertedero que la persona promedio del país.
La vieja instalación que se quemó el año pasado en Doral procesaba la mitad de la basura del condado. El nuevo incinerador costará 1.500 millones de dólares y potencialmente podrá convertir 4,000 toneladas diarias de basura en electricidad y combustible alternativos. También existe la posibilidad de que el condado incorpore tecnología de captura de carbono para convertirla en una instalación de “cero emisiones netas”, lo que reduciría las emisiones que alimentan el cambio climático, según la firma consultora que trabaja con el condado.
En los próximos días, el comisionado Keon Hardemon dijo que habrá otra evaluación que incluirá los cuatro sitios puestos a disposición del público antes de la votación.
Ashley Miznazi es una reportera sobre cambio climático del Miami Herald financiada por la Lynn and Louis Wolfson II Family Foundation en asociación con Journalism Funding Partners.