Yahoo Noticias Cómo evitar ser alcanzado por un rayo como le ha ocurrido a un sexuagenario en Madrid
La probabilidad de que a una persona le caiga un rayo es de 1 de cada 3.000.000 según los expertos en la materia. Este martes, en la Comunidad de Madrid, donde se registraron tormentas fuertes durante toda la jornada, un vecino de Torrelodones fue alcanzado y herido por uno cuando salía al jardín de su casa con un paraguas en la mano. Para evitar este tipo de accidentes, en la web de Emergencias de la comunidad madrileña cuentan con una guía con “medidas de protección ante tormentas” que conviene tener presente en días como el de ayer.
Según cuenta el medio local torredolones.info, el afectado fue un hombre de 61 años al que le cayó un rayo cuando había salido al exterior de su vivienda durante una tormenta eléctrica. La información facilitada sobre el suceso por la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 es que el herido “llevaba un paraguas en la mano derecha”. Este habría hecho las veces de “puerta de entrada” del rayo, que salió por los “genitales y la pierna izquierda” provocándole “quemaduras graves internas”. Ester Armela, Jefa de guardia del SUMMA112, ha explicado que la ambulancia que acudió a atender la emergencia lo llevó de inmediato al hospital de La Paz.
Seguir los consejos de Emergencias en situaciones como las tormentas registradas este martes en Madrid y Castilla-La Mancha es relativamente sencillo. Aunque lo cierto es que si el fenómeno meteorológico se produce estando trabajando en el campo o dando un paseo por el mismo, son muchos más los pasos a seguir para poder garantizar la seguridad personal.
Protegerse ese mucho más fácil estando en casa. Si se está a cubierto, basta con evitar las corrientes de aire, aseguran en la web del 112 madrileño, porque “pueden atraer rayos”. Añaden en este caso otro tipo de precauciones como tener a mano “linternas, velas u otros sistemas de iluminación autónoma por si se suspende el fluido de electricidad”, asegurar puertas y ventanas (se entiende que por los golpes que pueden provocar las corrientes de aire) y, ante una “fuerte descarga eléctrica”, conviene desenchufar “los electrodomésticos y la antena de la televisión” para evitar que resulten dañados.
Eso si se está en casa. Cuando se desata una tormenta y se está en la calle, la primera recomendación que se da es la de buscar “refugio en los edificios más próximos”. No se hace ninguna apreciación específica para rayos, pero también se aconseja vigilar ramas, carteles, muros… o cualquier otro objeto susceptible de verse derribado por el viento o alcanzado por un rayo con el consiguiente riesgo para la integridad física de quien esté cerca.
Los consejos se multiplican cuando la persona se encuentra en campo. La guía del 112 recomienda abandonar las zonas altas de colinas, cerros y lomas y también las zonas bajas de los valles, no refugiarse bajo árboles solitarios y no caminar por las laderas. Además, señala la importancia de guardar las distancias con alambradas, verjas y cualquier tipo de objetos y construcciones metálicas que haya. En este caso se incluirían la bicicleta, la caña de pescar y el palo de golf si la tormenta se produce mientras se está practicando alguno de estos deportes ya que sus accesorios están fabricados con materiales metálicos y pueden atraer los rayos.
Además, si se están en el agua (léase un río, por ejemplo), hay que salir de ella y no conviene buscar “refugio en construcciones inestables, graneros, hangares, cobertizos ni tiendas de campaña”. En cuanto a la postura más segura a la hora de aguardar a que la tormenta escampe, nada de tirarse sobre el suelo. Lo mejor ante la amenaza de rayos es ponerse “en cuclillas, con los pies juntos, los brazos cruzados sobre las rodillas y la cabeza entre los brazos”. Y así, esperar a que pase, y sea seguro seguir con lo que se estuviese haciendo antes.
Hace un tiempo, en la web especializada El Tiempo, en un reportaje en el que recogían distintos consejos sobre cómo comportarse durante una tormenta, explicaban que los hombres tiene un 5% más de probabilidades de sufrir un accidente de este tipo por el hecho de que normalmente afecta trabajadores del campo o la construcción. De ahí que la mayoría de personas a las que les ha caído un rayo, con especial incidencia en verano, sean varones de entre 15 y 35 años.
