Nuevo comisionado pone a la defensiva a administradora municipal de Miami Beach

Durante la primera reunión de la Comisión de Miami Beach bajo el mandato del recién elegido alcalde Steven Meiner y tres nuevos comisionados, surgió un tema: un nuevo comisionado trató repetidamente de culpar a la administradora municipal, Alina Hudak, de los problemas de la ciudad.

Conducción insegura en las calles de la ciudad. El deterioro de una estación de bomberos de South Beach. Un muelle ilegal cerca de Dade Boulevard. La culpa es de Hudak, dijo el comisionado David Suárez, que fue elegido el mes pasado después de postularse con base en una plataforma de tomar medidas enérgicas contra la delincuencia y el desorden en la ciudad turística.

“Parece que hay una falta de liderazgo en la gestión de nuestra ciudad”, dijo Suárez durante la reunión. “Este es un mensaje de los electores de Miami Beach de que están hartos del statu quo”.

Después que Suárez criticó la actuación de Hudak en varios asuntos, Hudak, ex vicealcaldesa de Miami-Dade que asumió el cargo de administradora municipal de Miami Beach en 2021, defendió su actuación y a sus empleados municipales.

“Siento que usted me faltó al respeto”, le dijo a Suárez. “Quienes estamos en la arena no apreciamos que nos lancen piedras sin ... la oportunidad de informarle adecuadamente y tener una conversación”.

Durante una discusión sobre la recolección de basuras en edificios comerciales y multifamiliares –objeto de años de debate y recomendaciones cambiantes sobre el mejor enfoque–, Suárez pidió al inspector general de la ciudad, Joseph Centorino, que compartiera sus preocupaciones sobre el proceso.

Después que Centorino dijera que había detectado “algunas cosas preocupantes” en relación con la falta de transparencia, Suárez pidió a la oficina del inspector general que investigara cómo la administración de Hudak había pasado de recomendar inicialmente un único sistema de transporte de residuos a recomendar posteriormente el uso de múltiples proveedores.

La propuesta de investigación fue aprobada por unanimidad.

“Creo que es muy importante que haya transparencia en nuestra ciudad, especialmente en la forma en que se maneja nuestra administración”, dijo Suárez.

Hudak se mostró “seriamente preocupada por las insinuaciones que se están haciendo” y calificó de “muy poco profesional” cuestionar las medidas adoptadas por el personal municipal siguiendo instrucciones de los funcionarios electos.

El alcalde Meiner intenta mantener la paz

Los tensos intercambios supusieron un reto para Meiner, ex comisionado que intentó mantener el orden en su primera reunión de la Comisión como alcalde.

Durante el debate sobre la conducción temeraria, Meiner dijo a Suárez que no estaba de acuerdo con su planteamiento.

“Estoy de acuerdo con la premisa de que todos queremos que las cosas vayan mejor”, dijo Meiner. “[Pero] en cada punto que ha traído hoy, ha atacado a nuestra administradora municipal. No creo que eso sea constructivo”.

Suárez dijo que no estaba tratando de ir tras Hudak personalmente, pero que la administradora, que supervisa las operaciones del día a día de la ciudad, debe rendir cuentas.

“Perdónenme si me siento muy frustrado por esto”, dijo. “Desde luego, parece que no se está haciendo nada”.

Otros comisionados opinan

Meiner sugirió que Suárez debería convocar una votación sobre la conveniencia de rescindir el contrato de la administradora municipal, que expira en 2025.

Suárez había colocado un punto en la agenda del miércoles para discutir el empleo de Hudak, pero Meiner dijo que no creía que otros apoyarían su despido.

No quedó claro durante la reunión cuál era la postura de los demás comisionados al respecto. El jueves por la mañana, el Miami Herald se puso en contacto con cada uno de ellos.

Dos comisionados titulares, Laura Domínguez y Alex Fernández, dijeron que apoyan a Hudak.

“La administradora de la ciudad ha trabajado incansablemente para avanzar en las directivas políticas de la Comisión Municipal ofreciendo mejoras de seguridad pública y logrando las reservas más altas en la historia de la ciudad”, dijo Fernández, añadiendo que el gobierno de la ciudad no está plagado de los problemas financieros y los escándalos de corrupción del pasado.

Domínguez añadió que, aunque entiende la frustración de Suárez y su deseo de cambio, tiene “la esperanza de que, con el tiempo, [Suárez y Hudak] puedan llegar a un consenso y trabajar por el bien de Miami Beach”.

Joseph Magazine, uno de los comisionados elegidos el mes pasado, dijo que mantiene una “mente abierta” mientras impulsa mejoras para los habitantes.

“Ni yo ni los votantes que me eligieron nos conformamos con mantener el statu quo”, dijo.

Tanya Bhatt, que también fue elegida en noviembre, dijo que se presentó con una plataforma de responsabilidad e integridad, pero que le preocupaba el enfoque de Suárez.

“A todos nos apasiona sacar lo mejor de nuestra ciudad, pero degradar repetidamente a otros que no están de acuerdo con tu punto de vista particular nunca nos ha servido como comunidad”, dijo.

Suárez declinó hacer comentarios. Meiner y la comisionada Kristen Rosen González no pudieron ser localizados de inmediato.

Nuevas iniciativas y disputas

A pesar de la tensión en el estrado el miércoles, la reunión contó con la discusión de muchos temas vinculados a las promesas de los nuevos funcionarios para hacer frente a la seguridad pública y limitar la influencia de los urbanizadores.

Entre las iniciativas que apoyaron figura la propuesta de Meiner de exigir que seis de los siete comisionados, en lugar de cinco, aprueben el tamaño de edificios superiores a los permitidos por la normativa local.

Otra idea presentada por los tres nuevos comisionados exigirá que estos revelen cuándo un cabildero les haya pedido que incluyan un punto en el orden del día.

Suárez y Magazine, por su parte, presentaron una propuesta para estudiar un programa de calcomanías de estacionamiento para los habitantes de North Beach que ya ha creado expectación en el barrio.

Meiner hizo todo lo posible por mantener el orden entre los comisionados y dirigir la reunión con eficacia, una tarea que había resultado difícil con su predecesor, Dan Gelber. Meiner propuso un límite de tiempo para que cada funcionario hablara sobre los puntos del orden del día, una idea que no sentó bien a Rosen González, quien dijo que se estaban imponiendo “demasiadas normas”.

“Antes éramos libres”, dijo. “Siento que nos están encadenando a todos”.

Rosen González tuvo un acalorado intercambio con los funcionarios del Departamento de Bomberos de Miami Beach durante una discusión sobre la construcción de una nueva estación de bomberos en el sitio de un centro comunitario de South Beach, un proyecto que ha tardado en avanzar en medio de cierta resistencia.

En un momento dado, el presidente del sindicato de bomberos, Adonis García, dijo que rechazaba “que alguien hable de mi profesión de la forma en que se ha hablado de ella”, en particular por parte de “alguien que lo peor que puede sufrir es un corte de papel en su trabajo”.

Rosen González, profesora del Miami Dade College, dijo que los comentarios eran una afrenta a los profesores y a los niños.

“No puedo creer que diga eso de los niños”, dijo.