La Comisión de Servicios Públicos ha abandonado a los ancianos de Florida contra FPL | Opinión

Luego de lidiar por meses con los estragos económicos causados por la pandemia y la guerra en Ucrania, sobre todo la inflación, los consumidores del sur de la Florida han recibido un poco de alivio en las ultimas semanas: el precio de la gasolina y los alimentos suben y bajan.

Sin embargo, hay un costo que está garantizado que aumentará en todos los hogares de esos consumidores… y mucho– la factura mensual de la electricidad.

Florida Power & Light (FPL), el monopolio energético que da servicios a todo el sur de la Florida y grandes parte del resto del estado, ya ha aumentado las tarifas eléctricas tres veces, y ahora quiere volver a hacerlo.

Estos aumentos, aprobados por una Comisión de Servicios Públicos estatal que ha demostrado ser marioneta de la compañía, son la conclusión de años de maniobras políticas por parte de FPL.

Lo peor: los aumentos están diseñados para perjudicar a los clientes que menos pueden pagar más, y en particular los ancianos.

Según el nuevo plan, algunos consumidores podrían ver su factura mensual aumentar más del 20% este año. Si usamos como guía los aumentos vistos en las áreas donde FPL ya ha implementado nuevos precios, es posible que el golpe al bolsillo sea mucho más.

Aumentos de 20 por ciento

Los aumentos de este año se suman a un aumento en precio de 20% que la empresa obtuvo en el 2021, en adición a aumentos y tarifas adicionales ya aprobados para 2023 y 2024. Estos aumentos en las tarifas son aún más escandalosos si se considera que FPL es la compañía eléctrica más rentable en toda la Florida.

De acuerdo con uno de los grupos que impugnaron los aumentos tarifarios ante la Corte Suprema de la Florida, los clientes de FPL actualmente pagan la decimotercera factura de electricidad mensual promedio más alta en los Estados Unidos, de entre los servicios de las 50 empresas energéticas más grandes. La nueva serie de aumentos hará que las tasas aquí figuran entre las más altas del país.

Uno de los cambios más notorios en la estructura de las tarifas es que todos en el estado tendrán que pagar por 239 kilovatio-horas de electricidad al mes, ya sea que usen esa cantidad o no. Ese movimiento perjudica particularmente a las personas con un ingreso fijo, especialmente a las personas mayores que viven con ingresos del Seguro Social.

Golpe para los ancianos

Aquí damos un ejemplo: una pareja de 80 años que conozco recibe un ingreso combinado de $1,400 al mes del Seguro Social, mientras vive en un apartamento de una habitación en el suroeste de Miami-Dade que cuesta $1,200 al mes en alquiler.

Con mucho sacrificio, incluyendo renunciar al aire acondicionado en el verano y apagar las luces de su hogar, la pareja ha podido reducir su factura de servicios públicos a $80 por mes en promedio. Después del alquiler y la electricidad, tienen $120 para pagar todo lo demás que necesitan durante el mes: transporte, artículos personales y comida.

El aumento de tarifas propuesto por FPL y aprobado por la Comisión de Servicios Públicos dejará a esta pareja solamente con malas opciones: dejar de comprar medicamentos o comida para ahorrar, o arriesgar un posible desalojo, dejando de pagar el alquiler. Pronto descubrirán que, sin importar lo que hagan en 2023 y más allá, su factura de electricidad aumentará sustancialmente.

Hay ayuda en Miami-Dade

Esta pareja es representativa de una de cada cinco personas mayores que viven en el condado de Miami-Dade, según el último informe de The Alliance for Aging. Esa organización administra fondos del gobierno federal para ayudar a quienes no pueden pagar sus facturas de electricidad.

El Programa de Asistencia de Energía para el Hogar de Emergencia para Ancianos (EHEAP, por sus siglas en inglés) brinda ayuda de emergencia a las personas mayores que se encuentran en una crisis energética inminente, como la interrupción de sus servicios por falta de pago.

Si bien hay ayuda disponible llamando al (305) 670-HELP, estos fondos se basan en los presupuestos disponibles y no todos califican para ellos.

FPL sabe que puede salirse con la suya, causando este tipo de dolor, precisamente porque ha pasado años usando el dinero de sus consumidores para ir en contra del bienestar general.

La estrategia de FPL, de irle en contra y derrocar a cualquier líder político con la temeridad de abogar por los consumidores, es bien conocida. Consultores políticos vinculados a FPL utilizaron campañas de desprestigio contra el exsenador José Javier Rodríguez, al igual que en contra del exalcalde de South Miami Phil Stoddard (quien se atrevió a oponerse a los planes de la empresa de poner líneas de transmisión en el centro de su ciudad) y la alcaldesa Daniella Levine Cava (quien a principios de su carrera le pidió a la empresa a implementar prácticas ambientales en su planta de energía nuclear). Incluso ante las investigaciones sobre posibles irregularidades delictivas y ante la salida de figuras controvertidas como el director ejecutivo Eric Silagy, la compañía se ha negado a cambiar su forma de actuar.

Al final del día, FPL ha pasado décadas asegurándose de que la Comisión de Servicios Públicos esté compuesta por miembros que darán prioridad a sus ganancias corporativas sobre el bienestar del consumidor. Trabajando cínicamente de la mano, FPL y la Comisión de Servicios Públicos cronometrar los últimos aumentos durante la temporada más calurosa en Florida, con la esperanza de engañar al menos a algunos clientes para que piensen que los altos costos de la electricidad surgen a motivos del aire acondicionado, y por ende son su culpa.

La relación íntima entre la compañía y su regulador es tan extrema, que dos jueces de la Corte Suprema de Florida designados por DeSantis, al escuchar una demanda que objeta el acuerdo de aumento de tarifas, la semana pasada cuestionaron si la Comisión de Servicios Públicos había cedido su autoridad a la compañía con respecto a decisiones críticas.

Los floridanos no se dejan engañar tan fácilmente. Cuando millones de empresas y familias vean afectado su presupuesto personal, será imposible ocultar el resultado final. Es hora de hacer frente a los aumentos de tarifas abusivos de FPL.

Martha Peláez ha pasado gran parte de las últimas cinco décadas trabajando en iniciativas comunitarias y de salud pública para atender a personas mayores, trabajando con organizaciones comunitarias y organizaciones internacionales sin fines de lucro, y administrando programas en los Estados Unidos y varios países de América Latina. Actualmente reside en Miami Beach.