La comida que sobró del Día de Acción de Gracias se puede echar a perder más rápido de lo que se piensa

Muchos de nosotros tenemos el refrigerador lleno de comida que sobró del Día de Acción de Gracias y que estamos ansiosos de volver a disfrutar.

La experta en alimentos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Meredith Carothers, dijo que es importante manipular bien esa comida sobrante de la forma apropiada.

Las recomendaciones de Carothers empiezan por señalar que los alimentos preparados deben llevarse al frío en un plazo de dos horas.

“Y, luego, al día siguiente, cuando vaya a recalentar la comida sobrante, hágalo a una temperatura interna de 165 grados Fahrenheit y utilice un termómetro de alimentos para verificar el proceso, cuya principal función es matar cualquier bacteria que podría quedar y cerciorarse de que no hay ningún problema si se comen”, dijo Carothers.

La comida sobrante siempre se puede guardar en un recipiente sellado o en un paquete que esté hermético para de este modo mantenerla fresca y evitar que la contamine alguna bacteria. Aunque quizás quiera asegurarse de que la comida sobrante se coma en un plazo de cuatro días, lo cierto es que puede durar en el congelador durante tres o cuatro meses.

“A mí, personalmente, me gusta comer lo que sobró del Día de Acción de Gracias varios meses más tarde, cuando uno empieza a echar de menos ese día, y puede sacar la comida del refrigerador y volverla a calentar: sabe riquísimo”, agregó Carothers.

El horno o el microondas son buenas opciones para calentar la comida sobrante. Solo hace falta verificar la temperatura de su plato favorito en algunos portales de internet para así cerciorarse de que toda la comida llegue a una temperatura segura de 165 grados Fahrenheit.

Traducción de Jorge Posada