Comerciantes en Hialeah proponen distancia y horario nocturno para food trucks. Alegan daño económico

¿Es una competencia desleal tener un vehículo de food truck en las cercanías de un restaurante? En un primer taller en la ciudad de Hialeah, que busca regular este modelo móvil de negocio, algunos emprendedores lo calificaron de esta manera.

La ciudad aprobó en primera discusión la nueva ordenanza que busca regular dónde se pueden estacionar, ofrecer sus servicios, y cómo pueden llevar a cabo su negocio. Requerirán una licencia de negocios y dos inspecciones anuales para operar.

Sin embargo, la ley fue pospuesta hasta nuevo aviso para dar paso a talleres que incluyan a los involucrados.

El concejal Carl Zogby aseguró en el taller que muchas cafeterías y restaurantes se han visto afectados por la presencia de food trucks en sus inmediaciones. Sus comentarios ocurren semanas después de haber considerado que la ordenanza que propone el alcalde Esteban Bovo Jr. haría “muy difícil operar un camión de comida en la ciudad”.

“No vamos a poder hacer desaparecer a los food trucks, pero queremos encontrar un balance en el que nadie salga afectado”, dijo Zogby.

Más distancia de los restaurantes

El alcalde Bovo estima que los dueños de negocios se ven “bien afectados” por los food trucks, por lo que su gobierno busca presentar un proyecto que “haga justicia” a todo el mundo.

En el taller algunos participantes sugirieron crear una distancia de 1,000 a 1,500 pies entre un food truck y un restaurantes. La ciudad estaba proponiendo 500 pies. También sugirieron permitirles operar solamente cuando los restaurantes cierren.

Sin embargo, esta medida podría resultar inconstitucional.

En 2021, un fallo en Fort Pierce, ciudad que propuso una ordenanza para restringir la operación de food trucks a 500 pies de restaurantes, como originalmente proponía Hialeah, fue llevada a la corte donde se determinó su inconstitucionalidad.

Institute for Justice, defensores de los dueños de food trucks, explicaron tras el fallo queel único propósito de la ley era proteger a los restaurantes existentes de la competencia (...) pero la Constitución de la Florida protege el derecho de las personas a ganarse la vida honestamente y libres de interferencias gubernamentales irrazonables”.

En 2014, el entonces comisionado de Fort Pierce, Edward Becht, alegaba que la prohibición de los 500 pies existían para evitar que “dañarán a las empresas físicas”.

Aunque Bovo dice querer intervenir lo menos posible en la libre competencia con estas regulaciones, ha manifestado que esta normativa es una manera de proteger al dueño de restaurantes frente a la aparición de food trucks, porque los negocios establecidos “invierten más”.

Para la concejal Angélica Pacheco, ausente del taller pero que se hizo oír a través de su asistente “no le corresponde al gobierno intervenir a favor o en contra de los intereses comerciales de cualquier negocio”.

“Intentar regular la competencia empresarial es una intromisión del Gobierno”, aseguró Pacheco.

Miguel Peña, dueño de La Bodeguita expresó preocupación por su negocio y otros más pequeños por la presencia de food trucks.

“Los negocios pequeños están preocupados, si me ponen un food truck en una esquina yo no voy a poder competir con ellos”, dijo Peña. “Nosotros tenemos muchas regulaciones de estacionamiento, gastos administrativos, entre otros”.

Miguel Peña, dueño de La Bodeguita, y su hijo Michael Peña, pidieron en taller sobre el uso de los food trucks en Hialeah que se tome en consideración que los dueños de restaurantes se ven afectados por los vehículos que dispensan comida si están muy cerca de estos negocios. La ciudad pasó una ordenanza en primera discusión el 23 de enero que regularía a estos vehículos

Peña sugirió “proteger” a los restaurantes con mayor distancia entre establecimientos y horarios. “Se me ocurre que los food trucks pueden trabajar después de los restaurantes cierren”, dijo. Pero no todos están de acuerdo.

Eloy Graupera tiene dos food trucks, uno de helados en Miami y uno de pizza que planeaba inaugurar en Hialeah cuando se enteró de la regulación que la ciudad quiere establecer.

Eloy Graupera, dueño de dos food trucks, uno de helados y otro de pizza, considera que este modelo de negocio no afecta a los restaurantes. “No tenemos que buscar más regulaciones”
Eloy Graupera, dueño de dos food trucks, uno de helados y otro de pizza, considera que este modelo de negocio no afecta a los restaurantes. “No tenemos que buscar más regulaciones”

Aunque Graupera celebra la creación de una ordenanza al respecto, cree injusto que los dueños de los restaurantes propongan regulaciones de distancia y horario para los food trucks.

“La competencia se mide en función del servicio. No tenemos que buscar regulaciones”, precisó el emprendedor. “A veces vas a un evento donde hay 10 o 12 food trucks y todo el mundo vende”.

Esa opinión la comparte Yurisan Nuñez Díaz, dueño de un food truck que vende Tamales en el estacionamiento del Home Depot de West 49th.

“Al principio yo vendía en la noche pero no era rentable, fui a Home Depot a pedir permiso para vender en sus inmediaciones, hicimos un acuerdo pero si me obligan a operar solo en la noche no sirve para mi negocio”, dijo Nuñez Díaz.

A juicio de Graupera no es cierto que la cercanía de un food truck afecte a los restaurante circundantes.

Otra dueña de food truck, Maria Stearling, quien vende café, jugos y postres, asegura que es necesario la coexistencia entre dueños de restaurantes y de estos vehículos.

Para Stearling es un contrasentido que si ya los dueños de food trucks tienen una licencia de negocios con el condado Miami-Dade deban tener una adicional con Hialeah.

El alcalde preguntó si podría crearse una alternativa con otras municipalidades para establecer parámetros conjuntos que evite la dobla regulación.

“Hialeah no tiene licencia, podríamos unificar regulaciones para que los vehículos que van a diferentes ciudades no tengan que pedir cuatro o cinco licencias para moverse”, dijo Bovo. “Si no se acuerda eso, el condado tal vez pueda intervenir”.

Aunque el estado de la Florida ya tiene una regulación de estos vehículos, el alcalde le dijo a el Nuevo Herald que crear una normativa local le permitiría a la ciudad proteger al consumidor.

“Si tienen una mala experiencia, van a venir a Hialeah (a buscar responsabilidad) no a Tallahassee”, dijo Bovo, mientras calificó de justa una regulación local.

Áreas determinadas en parque de Hialeah

La concejal Mónica Pérez propuso establecer áreas en los parques de la ciudad para mantener una rutina con la presencia de food trucks, algo que al alcalde le resulta provechoso.

La concejal Mónica Pérez habla durante un taller sobre food truck el lunes 4 de marzo de 2024 en el Ayuntamiento de Hialeah. La funcionaria propuso crear actividades en los parques de la ciudad para darle cabida a estos vehículos que dispensan comida, a forma de regularizar su uso, y ubicación. La ciudad pasó una ordenanza en primera discusión el 23 de enero que regularía a estos vehículos

“Siempre ha sido mi deseo usar nuestros parques como unos pequeños Central Park, para que las personas puedan venir a pie, usarlos y disfrutar de los food trucks“, dijo Bovo a el Nuevo Herald.

En consonancia se manifestó el concejal Luis Rodríguez, uno de los funcionarios que consideró que con el primer borrador sería “casi imposible tener food trucks en Hialeah”. Ahora visualiza un área que sea prácticamente exclusiva para estos vehículos de comida en los parques y en otras áreas donde no haya muchos restaurantes.

“Entiendo ambos lados, quiero que los negocios y los food truck crezcan. La opción de Mónica (Pérez) de utilizar los parques para eventos los fines de semana podría crear un ambiente bonito en la comunidad“, dijo Rodríguez.

El concejal asegura estar siempre a favor de los food trucks.

Luis Rodríguez, concejal de la ciudad, quien criticó inicialmente la propuesta del gobierno local para regular los food trucks, escucha a los residentes opinar sobre las implicaciones que tendría para dueños de negocios en centros comerciales, así como a los dueños de estos vehículos dispensarios de comida. La ciudad pasó una ordenanza en primera discusión el 23 de enero que regularía a estos vehículos

“No quiero que me toquen a los food trucks, quiero que sea fácil para ellos abrir un negocio aquí, respetando a todo el mundo como sociedad”, dijo el concejal Rodríguez, quien aún no se siente cómodo con la propuesta.

Rodríguez vaticina que este es el primero de varios talleres exploratorios sobre esta regulación.

“Los food trucks son parte de la comunidad, pero también hay que tener regulación para evitar desastres: ruido e impacto en zonas residenciales, mucha cercanía con otros restaurantes”, dijo el concejal.