Fuerzas armadas israelíes ingresan al hospital más grande de la Franja de Gaza

JAN YUNIS, Franja de Gaza (AP) — Las fuerzas armadas israelíes ingresaron al hospital más grande de la Franja de Gaza el miércoles en la madrugada, implementando lo que dijeron era un “operativo preciso y enfocado contra Hamás en una zona específica” del complejo, que ha sido escenario de un impasse con el grupo miliciano.

El gobierno de Israel ha dicho que los militantes ocultan operaciones militares en el hospital Shifa. Pero los soldados israelíes se habían abstenido de ingresar debido a que hay cientos de pacientes y personal médico en el interior.

En las últimas semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel han advertido públicamente una y otra vez que el continuo uso militar del hospital por parte de Hamás "pone en riesgo su estatus protegido bajo el derecho internacional”, dijo el ejército. El martes, funcionarios militares comunicaron a las autoridades competentes de Gaza una vez más que todas las actividades militares dentro del hospital debían cesar en un plazo de 12 horas.

"Desafortunadamente, no cesaron”, señalaron las FDI.

Hamás ha rechazado los alegatos israelíes de que usa el hospital para ocultarse.

Funcionarios militares israelíes no dieron más detalles, pero dijeron que estaban tomando medidas para no lastimar a civiles.

El operativo se llevó a cabo luego de que las fuerzas armadas ampliaron su control en el norte de Gaza el martes, e incluso tomaron el edificio del poder legislativo del territorio y la sede de su policía, avances que tienen valor simbólico en la lucha de Israel para acabar con Hamás.

Mientras tanto, funcionarios de defensa israelíes dijeron que han aceptado permitir que algunos envíos de combustible ingresen a la Franja de Gaza para operaciones humanitarias. Es la primera vez que Israel permite la entrada de combustible al asediado territorio desde el sangriento ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre.

En el interior de algunos de los edificios capturados, los soldados sostenían la bandera israelí y banderas militares en señal de celebración. En una conferencia de prensa televisada a todo el país, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró que Hamás había “perdido el control” del norte de Gaza y que Israel había logrado avances significativos en la Ciudad de Gaza.

Pero cuando le preguntaron sobre cuánto durará la guerra, Gallant dijo: “Estamos hablando de largos meses, no de un día o dos”.

Un comandante israelí en Gaza, identificado sólo como el teniente coronel Guilad, dijo en un video que sus fuerzas cerca del hospital Shifa habían tomado edificios gubernamentales, escuelas y edificios residenciales, donde encontraron armas y eliminaron a combatientes.

El ejército dijo que había capturado la asamblea legislativa, el cuartel general de la policía de Hamás y un complejo que albergaba la sede de la inteligencia militar de Hamás. Los edificios son símbolos poderosos, pero no está claro qué tanto valor estratégico tienen. Se cree que los combatientes de Hamás se encuentran en búnkeres subterráneos.

Durante días, el ejército israelí ha rodeado el hospital Shifa. Cientos de pacientes, miembros del personal y personas desplazadas se encuentran atrapados en su interior, con suministros cada vez más escasos y sin electricidad para hacer funcionar las incubadoras y otros equipos que salvan vidas. Tras días sin refrigeración, el personal de la morgue cavó el martes una fosa común en el patio para más de 120 cadáveres, dijeron funcionarios.

Por otra parte, la Media Luna Roja Palestina declaró el martes que había evacuado a pacientes, médicos y familias desplazadas de otro hospital de la Ciudad de Gaza, el Al Quds.

Israel se ha comprometido a poner fin al mandato de Hamás en Gaza tras el ataque perpetrado por los combatientes contra Israel, en el que mataron a unas 1.200 personas y tomaron aproximadamente a 240 rehenes. El gobierno israelí ha reconocido que no sabe qué hará con el territorio tras la derrota de Hamás.

La represalia israelí —uno de los bombardeos más intensos en lo que va del siglo-- ha sido devastadora para los 2,3 millones de habitantes de Gaza.

Más de 11.200 personas, dos tercios de ellas mujeres y niños, han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino en Ramala. Se ha informado de la desaparición de unas 2.700 personas. El recuento del ministerio no distingue entre muertes de civiles y combatientes.

Casi toda la población de Gaza se ha refugiado en dos terceras partes del pequeño territorio, en el sur, donde las condiciones se han ido deteriorando mientras continúan los bombardeos allí. Aproximadamente 200.000 personas huyeron del norte en los últimos días, informó la ONU el martes, aunque se cree que aún quedan decenas de miles.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) dijo el martes que sus instalaciones de almacenamiento de combustible en Gaza estaban vacías y que pronto pondría fin a las operaciones de ayuda, que incluían el suministro limitado de alimentos y medicinas desde Egipto para más de 600.000 personas refugiadas en escuelas y otras instalaciones del sur.

“Sin combustible, la operación humanitaria en Gaza está llegando a su fin. Muchas más personas sufrirán y probablemente morirán”, declaró Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA.

Funcionarios de defensa israelíes, que en repetidas ocasiones se negaron a permitir la entrada de combustible a Gaza bajo el argumento de que Hamás lo desviaría para uso militar, modificaron su posición a primera hora del miércoles. Israel permitirá la entrada de unos 24.000 litros (6.340 galones) de combustible a la Franja de Gaza para operaciones humanitarias, dijeron los funcionarios.

El Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios, el organismo de defensa israelí responsable de los asuntos palestinos, dijo que permitiría a los camiones de la ONU repostar en el paso fronterizo de Rafah, en la frontera egipcia, en las próximas horas. Señaló que la decisión era en respuesta a una solicitud de Estados Unidos.

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Jeffery y Keath informaron desde El Cairo. Los periodistas de The Associated Press Amy Teibel en Jerusalén, Wafaa Shurafa en Deir al-Balah, Franja de Gaza, y Samy Magdy en El Cairo contribuyeron a este despacho.