Los Colochos vuelven con un Shakespeare actual y a la mexicana

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 21 (EL UNIVERSAL).- "El gran proyecto de Los Colochos Teatro es traer al contexto sociocultural mexicano cinco obras de William Shakespeare, de las cuales ya hemos hecho cuatro", explica Martín Becerra, actor de la compañía que, durante ocho semanas -del primer viernes de septiembre al último domingo de octubre- montará tres de estas piezas en el Foro Shakespeare (Zamora 7, Condesa). Con dicha residencia, sus integrantes, Erandeni Durán, Mónica del Carmen, Marco Vidal y Juan Carillo, celebran que el 25 de agosto Los Colochos cumplen 13 años.

Las tres piezas que se montarán son: "Mendoza", adaptación de "Macbeth" en versión de Carrillo y Antonio Zúñiga, bajo la dirección de Carrillo; "Silencio", que se inspira en el "Otelo" y es montada por el ya citado Carillo, junto a Mónica Portillo y el también mencionado Becerra; y "Reina", adaptación de "El rey Lear", versión de Marco Vidal, dirigida por Carrillo, con la actuación especial de Paloma Woolrich. La cuarta pieza de Los Colochos, que no será presentada en el Foro Shakespeare debido a que no lo permiten las condiciones del espacio -cuenta Becerra- es "Nacahue: Ramón" y Hortensia, inspirada en "Romeo y Julieta": "La residencia consiste en eso, es una muestra de nuestro trabajo en los último 13 años".

"Al acercarnos al contexto histórico del presente, nuestra bandera se hace más fuerte y tangible. Evitamos ponernos de un lado u otro, pero lo que sí hacemos es mostrar y que el público decida a partir de lo que ve. A nivel estético ha sido una locura, una montaña rusa de posibilidades", continúa Becerra y recuerda que, en sus inicios, nadie conocía la compañía. El tiempo, sin embargo, les jugó a favor para incluso evolucionar a nivel estético: de una forma un tanto llana en la primera versión de Mendoza hasta "la explosión de textura, color y maquillaje" que sirvió para situar Nacahue en la costa de Nayarit; la exploración espacial y lumínica de "Silencio" y la triada de actores a los que no se les ve el rostro en "Reina": tres sombras que interactúan con el personaje principal.

Uno de los mayores retos a la hora de montar a Shakespeare, detalla el actor, es que el público entienda las obras y, para ello, es necesario bajar al Bardo inglés de su pedestal. "De pronto, los clásicos son tratados con tanta ceremonia y respeto. Entonces, con el afán de mostrar al clásico tal cual es, se genera un distanciamiento en el que no se entiende ni un carajo de lo que quería decir el original. No estoy diciendo, por supuesto, que nosotros no nos echamos un clavado en el original; al contrario, el maestro Alfredo Michel Modenessi, nos ha impulsado para que alcancemos una de nuestras mayores características: la irreverencia. Para acercar al original a nuestro contexto, idiosincrasia y forma de mirar, antes lo desbaratamos; para impregnar así las cosas de los olores de la tierra y de cómo nos hablamos los mexicanos".

No es lo mismo ver en el teatro el "Otelo" de hace 400 años que traerlo a nuestro contexto histórico, pensando en las condiciones del día a día.

"William Shakespeare es un loco que logra atravesar estos temas universales en sus tragedias e incluso en sus comedias. Pero no hay que olvidar que el idioma de entrada es el inglés, y que nosotros hablamos español mexicano. Esto significa una distancia de 400 años. A nosotros nos toca decir: gracias, maestro, por haberla escrito así, pero la vamos a hacer asá, y nos metemos en camisa de once varas", concluye el actor.

"Silencio" podrá verse los viernes, a las 20:00 horas; Mendoza, los sábados, también a las 20:00, y "Reina", los domingos, a las 18:00 horas.