Colectivas y madres buscadoras de Guerrero se suman al luto nacional por Teuchitlán
Cecilia Balanzar, mamá de Mario Alberto García Balanzar, a quien desaparecieron policías municipales en Acapulco el 25 de mayo del 2023, dice que Teuchitlán le removió todo y ahora siente mucha angustia, no puede dormir y tiene la impresión de que no articula bien las ideas.
Cecilia es una de las madres buscadoras que, como parte de la Colectiva Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco y Chilpancingo, se sumó a la jornada de vigilia y luto nacional en solidaridad por las víctimas de Teuchitlán, Jalisco, en donde hallaron un rancho con crematorios y restos humanos, el pasado 5 de marzo.
Sigue leyendo: Familias reclaman a autoridades presentes y pasadas durante jornada de luto nacional por víctimas de desaparecidos
El tercer sábado de cada mes, la Colectiva Memoria, Verdad y Justicia realiza actividades en el zócalo de Chilpancingo. Despliega las fotos de todas las personas desaparecidas que acompaña su colectiva y de colectivas de otras entidades del país, con la que se acuerpa para exigir justicia.
En esta ocasión, coincidió con la convocatoria de las colectivas de madres buscadoras de Jalisco, por el horror hallado en Teuchitlán. Las madres, hermanas y hermanos de los desaparecidos hoy están diferentes. El dolor está más por encima que otras veces.
Ese es el estado de Esther Deaquino Velázquez, madre de Luis Geovany Rodríguez Deaquino, a quien desaparecieron en esta capital el 14 de mayo del 2016.
Esther suelta el llanto a cada rato desde que escuchó la noticia del hallazgo del rancho Izaguirre en Teuchitlán, porque hace aproximadamente cinco años, cree haber escuchado a su hijo y ver sus manos en una noticia relacionada con la entrega de despensas de parte de un grupo del crimen organizado en Zapopan, Jalisco.
Ese día pensaba en Guicho, que era como ella lo llamaba, y pasaba rápido su dedo por el celular viendo todas las cosas que tenía Facebook, cuando de repente salió una noticia de Univisión, en donde escuchó la voz de su hijo.
“Gracias”, escuchó. Vio las manos de esa persona que no salía a cuadro. Eran las manos de Guicho y era su voz. Desde ese 2020 el corazón le ha estado diciendo que su hijo estaba en Jalisco y la noticia del hallazgo de ese campo de entrenamiento y exterminio, en un municipio de ese estado, la atormenta.
Esta tarde de sábado, Esther se ha quebrado varias veces. Las personas de la colectiva acuden rápido a sostenerla.
“Guicho, mi niño te sigo buscando, papasito, tú no merecías esto en tu vida, tú debías estar estudiando”, grita con ganas en el quiosco de Chilpancingo, como esperanzada de que su hijo la escuche.
En el quiosco, las familias prendieron veladoras y desplegaron lonas con las fotos de varias personas desaparecidas, también llevaron pares de zapatos de algunas personas que no han sido localizadas.
No es la única madre guerrerense que se está haciendo pedazos. Socorro Gil Guzmán, la presidenta de la colectiva y progenitora de Jonathan Guadalupe Romero Gil, desaparecido también en Acapulco por policías municipales el 5 de diciembre del 2018, tiene los mismos sentimientos en estos momentos y desde días atrás.
“No ha sido fácil para nosotras esto. Desde que escuché lo de Teuchitlán no he podido dormir, pensando en lo que pudieron haber sufrido, los jóvenes que estuvieron ahí”.
Socorro suplicó a quienes se llevaron a sus hijos. “Por favor, que se termine esta pesadilla que vivimos todos los días, dígannos dónde están nuestros hijos”.
El Colectivo Lupita Rodríguez Enciso, de Chilpancingo, también realizó actividades como parte de la jornada de vigilia y luto nacional. Fue en el punto conocido como la estatua del caballito, al sur de la capital, la tarde de este mismo sábado.
Las madres, padres, hermanas y hermanos de este grupo de desaparecidos de varias partes de la entidad exigieron una verdadera investigación para dar con los responsables de lo que ocurrió en el rancho Izaguirre.
La tarde del viernes, los colectivos Centro Minerva Bello, María Herrera, el Centro de Derechos Humanos Morelos y Guerrero No más desaparecidos hicieron también un acto en solidaridad por las víctimas de Teuchitlán.