Colapso anunciado: un nuevo desplazamiento de la ruta 3 desnuda 28 años de desidia en Comodoro Rivadavia
COMODORO RIVADAVIA.– Un nuevo desplazamiento de la ruta nacional Nº3, que derivó en un corte total del paso de autos y camiones en el tramo ubicado a la altura de Comodoro Rivadavia, colapsó el tránsito y desnudó 28 años de desidia ante los recurrentes mensajes de la naturaleza. Como ocurrió en 1995, la ciudad y el país, en lo que refiere a la unión de las diferentes localidades siguiendo la ruta costera, quedaron divididas en dos debido al avance del mar sobre el cerro Chenque.
Las últimas marejadas socavaron la base de la ruta, tendida entre el Chenque –un emblemático cerro que define la identidad y urbanización de esta ciudad– y el mar. Nuevas grietas detectadas sobre el pavimento en las últimas 72 horas reactivaron el alerta y ahora se espera un colapso total del camino.
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Julio Otero, titular del Distrito Chubut de la Dirección de Vialidad Nacional, confirmó que “el cuadro de situación no ha cambiado. Por el contrario, se ha ido profundizando. Todas las grietas detectadas comenzaron a estar más marcadas. Este proceso siguió a la noche y hoy a la mañana”. Y agregó: “la condición es tan precaria e inestable que en cualquier momento todo esto se desmorona. El colapso ya esta iniciado, falta ver únicamente cuando todo esto se caiga”.
Por este tramo de la ruta circulan un promedio de 1440 camiones y 54.000 vehículos por día. El funcionario sostuvo: “Seguramente en las próximas horas tendremos algunas novedades. Este miércoles está anunciada una marejada y estas condiciones sumado a los vientos posiblemente aceleren el proceso”.
El aviso de 1995
Desde el primer desplazamiento de 1995, las soluciones solo fueron provisorias. En aquel entonces, las imágenes mostraron a la ciudad dividida en dos por una grieta de más de cinco metros sobre la ruta nacional. Un estudio de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco sugirió saltar la inestabilidad de este tramo con la construcción de un viaducto desde el Chalet Huergo hasta el puerto de Comodoro Rivadavia, el sector en donde se registra la mayor inestabilidad. “Pero no hubo licencia social y no se decidió avanzar”, afirmó Otero.
Hay otros indicadores que demuestran la falta de previsión pese a los alertas. Según se estima, hay 255.000 metros cúbicos de sedimento acumulado en la zona del puerto de Comodoro, que llegaron hasta ahí, en gran parte, por la erosión marítima, que viene afectando severamente a los acantilados que conforman el frente de costa. Un informe presentado por el Departamento de Geología de la mencionada universidad, como parte del estudio de impacto ambiental para la obra de dragado portuario, le puso cifras a la velocidad de la erosión costera.
“Se determinaron tasas de retroceso variables entre 0,67 metros por año en la zona adyacente a la Playa de Tanques de YPF y de 1,18 metro por año en la zona de mayor retroceso, próxima al centro de la bahía”, señaló aquel trabajo, en referencia al frente costero que va desde la costanera hasta el kilómetro 3. Este es exactamente el sector en donde se produjo el desplazamiento hace 28 años y en donde hoy se repite la emergencia.
El retroceso del acantilado, que fue medido a partir de comparaciones del estado actual –previo a la última gran marejada de la semana anterior– y fotografías del año 1968, fue una clara señal de la necesidad de una obra fundamental, como es el enrocado y muro de protección que debería abarcar a toda la costa comodorense. Este trabajo debería haber empezado al pie del Chenque, como ya se reiteraba en 1995.
Parte de ese trabajo estaba previsto por un anteproyecto para proteger el talud del Chalet Huergo, para el que se habían previsto 800 millones de pesos en el presupuesto nacional 2023, pero en el que sin embargo no hubo ningún avance concreto en estos ocho meses transcurridos.
Las detonaciones y marejadas
Sin obras de infraestructura que solucionen el problema de fondo, los avisos del cerro y el mar sobre la ruta siguen en escalada: en septiembre del año pasado y en el mismo sector que hoy provoca el corte, se produjo la caída de una roca de grandes dimensiones desde el Chenque hacia la ruta 3. No hubo que lamentar accidentes ni víctimas porque ocurrió a la madrugada.
Tras varios días de lluvia comenzaron los nuevos trabajos paliativos. A principios de este año, Vialidad Nacional le quitó peso a la parte superior del cerro, mediante el uso de un sistema de detonaciones controladas, aunque se advirtió que la obra de fondo debería ser un aterrazamiento, similar al realizado sobre la calle Sarmiento, en otro sector.
Según explicaron profesionales, estas detonaciones no provocaron las grietas que hoy marcan un nuevo alerta, sino que estas son resultado de la erosión costera, acelerada por las marejadas extraordinarias registradas la semana pasada y que provocaron la destrucción de un muro de contención a la altura del kilómetro 4.
Ahora se espera un nuevo desplazamiento de la masa de arcilla que sostiene a la ruta y no se descarta que pueda ser de una magnitud similar a la de 1995. Según se estima, el volumen sería de unos 150.000 metros cúbicos, equivalente a 300.000 toneladas.
Otero recordó que el problema del cerro tuvo una pequeña reactivación en 2003, y hasta ahora estaba muy estable. Pero que “el bloque que se desliza en dirección hacia el mar se quedó debido a la marejada sin la parte inferior, que es una cuña que lo mantenía en su sitio. Sumado al hecho de que venimos registrando desde el año pasado un aumento de la freática, la base de este talud está saturada de agua. Esto fue lo que disparó el movimiento”.
Y recordó: “En el 95′, la calzada descendió cinco metros y se desplazó veinte metros en dirección hacia el mar. Lo que se está haciendo ahora, a través del monitoreo, es medir la velocidad en la que se está moviendo. Notamos que hay un movimiento bastante acelerado, por lo que hay que prevenir que no haya tránsito sobre la calzada”, cerró.
Por ahora, las grietas sobre el pavimento que provocaron el corte total de la ruta el lunes último desde las 18 siguen avanzando. “Vialidad Nacional está tramitando declarar la emergencia en esta zona de la ruta nacional Nº3. Se agrietó todo el lugar que habíamos estado sellando, hubo desmoronamientos anoche sobre ese pequeño acantilado. Está pasando lo que nuestros técnicos y geólogos nos habían avisado. Seguramente en las próximas horas vamos a tener algunas novedades”, precisó Otero, en referencia a marejadas previstas para las próximas horas y que acelerarían el proceso.
Sostuvo que “la ruta va a continuar cerrada y vamos a evaluar los estudios que vamos a hacer, para saber qué nos dicen y ahí determinar el tiempo de reparaciones”, dijo tras señalar que esos estudios –que vendrían a realizar especialistas de San Juan– estarían en una semana.
Ante el peligro de derrumbe, circular en Comodoro Rivadavia, o unir el norte y sur del país pasando por esta ruta, se convirtió en una odisea. La ciudad no tiene un camino de circunvalación que logre discriminar el tránsito nacional del que se mueve a nivel local.
Mientras la municipalidad habilitó caminos alternativos, en medio del caos y la incertidumbre por ahora solo resta esperar el colapso.