Grandes cohetes, telescopios y cambios: lo que viene para el espacio en 2025
2024 nos trajo increíbles acontecimientos astronómicos y avances en aeronáutica espacial. ¿Qué podemos esperar este año?
Nuestra especie ha llamado a este último viaje de 366 días alrededor del sol “2024” y lo ha colmado de emoción astronómica y por vuelos espaciales.
Un eclipse solar cruzó Norteamérica. Dos módulos de aterrizaje robóticos llegaron a la superficie lunar prácticamente intactos. El cohete propulsor más potente jamás construido fue atrapado por un par de brazos mecánicos apodados “palillos”. Se inició un viaje a Europa, la helada luna oceánica de Júpiter. Y unos astronautas privados realizaron una audaz caminata espacial.
¿Tiene comparación esta revolución alrededor del sol que llamamos “2025”? Dejaremos que seas tú quien juzgue el entusiasmo que despiertan los acontecimientos que puedes esperar en las plataformas de lanzamiento y en el cielo nocturno.
Jeff Bezos entra en escena
A través de SpaceX, Elon Musk ha dominado los vuelos espaciales en el planeta durante los últimos años. Pero las ambiciones extraplanetarias del fundador de Amazon, Jeff Bezos, podrían suponer un desafío para Musk en poco tiempo.
La empresa espacial creada por Bezos, Blue Origin, tiene un potente cohete llamado New Glenn que podría despegar por fin en 2025. Al igual que el Falcon 9 de SpaceX, la etapa impulsora está diseñada para ser totalmente reutilizable, de modo que pueda volar una y otra vez y reducir el costo de los lanzamientos. El cohete podría lanzar satélites de seguridad nacional para el ejército estadounidense y naves espaciales para la NASA, incluidos orbitadores a Marte y alunizadores.
Otra cosa que transportará el New Glenn son satélites para Amazon, donde Bezos sigue siendo presidente ejecutivo. El Proyecto Kuiper de la empresa incluye planes para construir una megaconstelación de satélites que transmitan internet desde el espacio, en competencia con la constelación Starlink de SpaceX. Amazon también planea lanzar los satélites Kuiper utilizando cohetes de muchos de los competidores de Blue Origin, como United Launch Alliance, Arianespace de Francia e incluso SpaceX.
La primera luz de Rubin
Los astrónomos que trabajan en la cima de una montaña del centro de Chile están terminando la construcción del Observatorio Vera Rubin, que podría captar sus primeras vistas del cielo nocturno este año, tan pronto como el 4 de julio.
Anteriormente denominado el Gran Telescopio de Levantamiento Sinóptico, el observatorio fue rebautizado en 2020 en honor a Vera Rubin, quien falleció a los 88 años en 2016. El trabajo de Rubin convenció a los astrónomos de la existencia de la materia oscura, que constituye una gran mayoría de la masa del universo, pero nadie sabe lo que es.
El nombre es apropiado. Con la mayor cámara digital del mundo, los científicos utilizarán el Observatorio Rubin para crear una imagen en movimiento a intervalos de tiempo del cielo austral. Estas imágenes ayudarán a los investigadores a comprender la naturaleza de la materia oscura, así como de la energía oscura, la fuerza desconocida que hace que el cosmos se expanda. El tesoro de datos también ayudará a desvelar la historia del nacimiento de nuestra galaxia y a catalogar los asteroides y cometas de nuestro sistema solar, incluidos los que podrían chocar contra la Tierra algún día.
La Luna y Trump regresan
Durante el primer gobierno de Donald Trump, la política espacial estadounidense volvió a concentrarse en la exploración lunar. El gobierno de Joe Biden mantuvo esa dirección. Pero cuando Trump regrese a la Casa Blanca en enero, los actuales planes espaciales del país podrían verse alterados si se cancela el costoso cohete que la NASA ha estado desarrollando durante más de una década. Alternativamente, Trump podría cambiar más radicalmente el enfoque de la NASA para enviar personas a Marte. Llegar al planeta rojo es el principal objetivo de Musk, quien ha asesorado al presidente electo.
A pesar de toda esa posible incertidumbre, a principios de año está prevista una serie de misiones espaciales robóticas a la Luna. Las dos primeras, un par de alunizadores de la empresa estadounidense Firefly Aerospace y de la japonesa Ispace, se lanzarán en el mismo cohete SpaceX a mediados de enero. La misión de Firefly será el primer viaje de su módulo de alunizaje Blue Ghost y llevará carga pagada por la NASA. El viaje lunar de Ispace será su segundo intento, después de que el primer módulo de aterrizaje de la empresa se estrellara contra la superficie lunar en 2023.
Más adelante, en el primer trimestre del año, Intuitive Machines podría intentar colocar otro módulo de aterrizaje robótico en la Luna, después de que el módulo de aterrizaje Odysseus de la empresa llegara a la superficie intacto, pero volcado, el pasado mes de febrero. El segundo módulo de aterrizaje de la empresa, llamado Athena, también llevará instrumentos financiados por la NASA, entre ellos un taladro que intentará encontrar muestras de hielo. Athena compartirá un lanzador de SpaceX con Lunar Trailblazer, un orbitador de la NASA que estudiará el agua en la Luna.
Vigilias por los Voyagers 1 y 2
Las Voyagers 1 y 2, dos naves gemelas que inspiraron a una generación de investigadores cósmicos, fueron lanzadas en 1977. Tras décadas de explorar el sistema solar exterior antes de trazar la frontera desconocida del espacio interestelar, las dos naves espaciales muestran signos de envejecimiento.
Al principio de su viaje, pasaron volando por Júpiter y Saturno, y la Voyager 2 visitó más tarde Urano y Neptuno. Pero quizás el regalo más icónico de la misión al mundo fue una foto tomada de la Tierra, un diminuto píxel contra la extensión del espacio, que llevó al famoso astrónomo Carl Sagan a acuñar la imagen “punto azul pálido”.
En los últimos años, cada uno de los exploradores robóticos ha tenido contacto intermitente con la NASA. La comunicación con la Voyager 2 se cortó a propósito en 2020 durante meses, y luego se perdió por accidente durante un par de semanas en 2023, antes de restablecerse.
La Voyager 1, por su parte, dio un susto a los especialistas de la misión este año, cuando dejó de enviar datos a la Tierra. Los instrumentos de ambas naves espaciales se han apagado para ahorrar energía.
Pero la NASA aún no se da por vencida. Cuando finalmente sean enterradas en el espacio entre las estrellas, será un lugar de descanso apropiado, dado que el dúo se ha aventurado donde ninguna otra nave espacial había llegado antes.
El objetivo orbital de India
El programa espacial indio ha hecho aterrizar un robot en la Luna y ha puesto una nave espacial en órbita alrededor de Marte. Las prioridades más inmediatas del país están mucho más cerca de la Tierra, pero eso no significa que sean menos ambiciosas.
India se está centrando en los vuelos espaciales tripulados. Un miembro del cuerpo de astronautas del país, Shubhanshu Shukla, pasará hasta 14 días esta primavera a bordo de la Estación Espacial Internacional durante una misión comercial con la empresa Axiom Space.
Shukla y sus compañeros astronautas indios esperan ser los primeros en lanzarse a la órbita terrestre baja con sus cohetes de fabricación nacional. India dijo en diciembre que se estaba preparando un vehículo orbital de ese programa, conocido como Gaganyaan, para un lanzamiento de prueba sin astronautas a bordo. Un vuelo exitoso podría abrir camino a un lanzamiento tripulado por un astronauta indio en 2026.
Nuevos hitos y nuevas naves espaciales
SpaceX asombró al mundo en noviembre durante el Vuelo 5 de Starship, el cohete más potente jamás construido. Se espera que la empresa intente repetir la asombrosa captura con “palillos” de su enorme cohete Super Heavy. SpaceX también puede intentar atrapar la etapa superior del vehículo Starship después de que complete una órbita de la Tierra y regrese al lugar del lanzamiento en el sur de Texas por primera vez. SpaceX dijo que su objetivo era realizar 25 lanzamientos de Starship en 2025, mientras prepara la nave espacial para el aterrizaje de astronautas en la Luna, según el contrato de la empresa con la NASA.
Otros cohetes y naves espaciales nuevos podrían alzar el vuelo en 2025.
Uno de ellos es Neutron, un cohete reutilizable que está desarrollando Rocket Lab, fundada en Nueva Zelanda. La empresa lleva habitualmente satélites a órbita a bordo de su pequeño cohete Electron, y podría realizar un primer vuelo del nuevo vehículo desde un centro de lanzamiento en Virginia.
Otro es Dream Chaser, un avión espacial construido por Sierra Space. Tras retrasos en 2024, la empresa espera que lleve carga a la Estación Espacial Internacional por primera vez este año.
Michael Roston
es editor sénior de Ciencia. Fue editor de redes sociales para el Times y productor de la página de inicio. Más de Michael Roston
Katrina Miller
es periodista científica en el Times radicada en Chicago. Tiene un doctorado en física por la Universidad de Chicago. Más de Katrina Miller
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